La vida de Maxi Guidici estuvo en peligro tras una decisión personal que trascendió por un informe policial. El ex Gran Hermano intentó quitarse la vida y su ex, Juliana Díaz, y su amigo, Alexis El Conejo, actuaron a tiempo para evitar una tragedia.
El ex GH ingirió un blíster de pastillas de clonazepam, las que mezcló con alcohol, y preocupó a su entorno con mensajes que los alertó acerca de que algo no andaba bien. Fue en ese momento que El Conejo llegó junto la policía y una ambulancia y lo trasladaron a un hospital, donde recibió los cuidados necesarios.
Maxi se tomó en fin de semana para descansar, en compañía de su madre, quien viajó para cuidarlo, y este lunes rompió el silencio en LAM, en un mano a mano con Ángel de Brito.
Ante la pregunta del conductor sobre qué recuerda que sucedió previo a la internación, Maxi contó: “Compré alcohol y tomé pastillas. Me quería relajar porque estaba muy nervioso. Iba tomando clonazepam y no me calmaba entonces seguí”.
Maxi cofesó que sintió envidia de Juliana
La fama, que en el último tiempo fue en descenso tras el reality de Telefe, y no tener las mismas oportunidades laborales de muchos de sus compañeros, no solo influyeron en lo personal, sino también en su relación con Juliana Díaz, a quien conoció en la casa más famosa del país.
“Ver que a los otros les salían oportunidades y a mí no, fue frustrante”, dijo Maxi. “No sabía qué hacer después de salir de GH. Todo me daba miedo. Desde el principio me desesperé”, se sinceró Maxi y confesó que hasta llegó a tener celos de que a su novia le salieran más trabajos que a él.
Además, sintió “envidia” de todo lo que Juliana está viviendo con el Bailando 2023, algo que él también anhela. “Estoy frustrado y me daba envidia de que a los otros les fuera bien. No podía salir de ese pozo”, contó.
A Maxi lo acompañó su madre al estudio y no contuvo las lágrimas al hablar del tema. “La verdad que no me lo esperaba, nunca había pasado algo similar. Nunca se me hubiese ocurrido que a él se le hubiese pasado algo así por la cabeza”, contó.
“Cuando yo vi eso, sentí que me moría. Entonces, le dije a mi hija ‘me tengo que ir porque está pasando algo muy serio’”, continuó y, cuando le atendió el teléfono, el ex Gran Hermano le argumentó que se las envió por seguridad, algo que no creyó “por su tono de voz”.