Elefantes, seres con bocas rojas y ojos pronunciados, cargados de color y con cierta ingenuidad, han hecho de la obra de Milo Lockett una marca registrada, que en un comienzo encantó a los gustos del arte moderno, pero que poco a poco fue simpatizando también con la niñez.
El artista chaqueño decidió dar un giro en su vida y darle forma a ese cable a tierra que era la pintura. Es ahí que nacen sus primeras creaciones y esas criaturas con forma primitiva, que unidas al color y la textura generaron una obra única en las artes plásticas argentinas.
Hoy, Lockett es uno de los artistas más reconocidos del momento en nuestro país, Europa y parte de América. Y en una agenda sin vacaciones, el pintor va desarrollando distintos proyectos en su taller. En estas vacaciones, montó una muestra interactiva en el Espacio Arizu de Godoy Cruz.
Se trata de “El juego de Milo”, la muestra participativa inspirada en la obra del destacado artista Milo Lockett, que estará hasta el sábado 22 de julio, con entrada gratuita y podrá visitarse de 15 a 19 horas.
El trabajo sostenido y la búsqueda de la creatividad
Autodidacta, Milo Lockett comenzó su camino artístico profesional después de cerrar su empresa textil. Ahí le dio vida a esas criaturas coloridas y entrañables, que pronto captaron la atención. Desde esa etapa, es uno de los artistas más prolíferos, que encara diferentes proyectos y desafíos.
“Muchas veces los proyectos te llegan. Como en mi caso todo el tiempo estoy haciendo cosas, aparecen más proyectos, a medida que hay actividad surge más actividad. Eso me pasó siempre”, asegura.
-Es mucho trabajo y dedicación, ¿dónde juega la suerte en el arte?
-Yo no creo que solo sea el factor suerte, no creo en eso. Creo más en el trabajo: si uno trabaja en algún momento las cosas se acomodan y van apareciendo. Cuanto más te movés, aparecen más posibilidades de hacer cosas. Yo creo que si uno pinta todos los días, en algún momento se encuentra con la obra y aparece. Me cuesta creer que solo sea inspiración en el arte, me parece que hay que trabajar. En ese trabajo cotidiano aparecen cosas y tenés que estar despierto para poder encontrarlo.
-Estar atento y despierto es fundamental en el camino de lo creativo.
-Para mí hay que estar atento todo el tiempo, más cuando estás abocado al arte y estás conectado con tu obra. Aparecen cosas y es más fácil de encontrar, que si no lo trabajás. Hay esfuerzo, la creatividad hay que ejercitarla. No es que uno se levanta y es creativo por naturaleza. No creo en el azar de las cosas, cuando hay esfuerzo y trabajo, tiene más posibilidades de encontrar posibilidades, que después van a servir para la obra.
-¿Te esperabas que los chicos se familiaricen tanto con tu obra?
-No. Los chicos son muy exigentes, no es algo que uno puede acceder fácil a su lenguaje. Hacés empatía o no hacés empatía, no hay término medio. Es como te descubren, te quieren o no te quieren. Pero no me imaginé nunca que iba a tener tanta llegada. Y eso me sorprende siempre de grata manera a donde voy. Haga lo que haga, sea un mural, una charla o una visita. En eso soy muy agradecido, porque recibo mucho afecto.
El metaverso como aliado en el arte
Siempre a la vanguardia, Milo Lockett es uno de los pocos artistas argentinos que incursionó en el universo del criptoarte. Lo hizo el año pasado, con Miloverso, una serie inspirada en el elefante, su personaje más representativo.
La colección está adaptada a los nuevos lenguajes que proporciona la tecnología 3D, adaptada a estos nuevos lenguajes y formatos. Miloverso fue diseñada en colaboración con el equipo de The Collections, un ecosistema que tiene como objetivo llevar artistas latinoamericanos a la Web3, y el estudio de animación y diseño NeoDG.
Por ahora no se anima a coquetear con el Chat GPT pero entiende que los nuevos lenguajes son herramientas necesarias también en función del arte.
-¿Qué pensás de la tecnología como aliada en el arte?
-Yo estoy dentro del metaverso, de este universo nuevo y la virtualidad. Hice una colección muy grande y fue muy bien recibida. Creo que la tecnología hay que aprender a usarla, hay todo un camino, que muchas veces nos cuesta verlo. Y no creo que sea una competencia, simplemente es una herramienta de trabajo que no la sabemos mirar. Todo el arte digital parece que viene a competir, y es una herramienta más para trabajar en el arte. No soy una persona con mucho conocimiento tecnológico, pero sí soy curioso y eso me permite tener una mirada distinta. Siempre pensamos en la desconfianza de lo nuevo, pero por falta de conocimiento. Le tenés miedo a lo que no conocés. Pero creo que nos tenemos que amigar con la tecnología, porque el mundo que viene va a ser todo tecnológico. Lo que hay que hacer es aprender a usarla y que esté al servicio de la humanidad. Los avances son increíbles: desconfiamos de la Inteligencia Artificial, pero en realidad la tenemos que aprender a usar.
Milo Lockett por primera vez en México
En sus más de dos décadas de carrera, el artista plástico este año desembarcará en México y Costa Rica con una muestra exclusiva, como parte de sus próximo proyectos para cerrar el 2023.
“En agosto empieza BADA, que es la feria de arte que más me gusta y estaré presente. Después tengo muchos talleres privados, y tengo un viaje a México para exponer por primera vez. También tengo una muestra a fin de año en Costa Rica. Con mucha expectativa porque son lugares nuevos, donde no soy tan conocido, pero empiezan a conocer la obra. Eso es algo que hay que experimentar, salirte de la zona de confort y que surjan las situaciones que te dan la adrenalina para seguir pintando”.
Jugar con el Universo Lockett
“El juego de Milo” es la muestra interactiva que se puede visitar en el Espacio Arizu (Belgrano 1400, Godoy Cruz).
Es un recorrido que permite interactuar con la obra del artista plástico Milo Lockett. Invita a sumergirse en la obra de un creador, cuyo estilo estimula la exploración creativa de quienes lo descubren, en una experiencia para chicos y grandes.
La muestra estará abierta hasta el 22 de julio, de 15 a 19 horas, con entrada gratuita.