Fue hace 51 años cuando un dúo argentino, que había sorprendido a las audiencias el año anterior, publicaba un disco que no sólo era un salto de madurez con respecto al anterior, sino una verdadera usina de nuevos éxitos y, a la vez, una muestra de que ellos estaban para cosas serias. Y es que Sui Generis había traído su “folk rock” con acento argentino a través del disco Vida, y fue esa la gran señal de que estaba naciendo una leyenda de la música nacional contemporánea. En ese dúo no había dos músicos cualquieras, sino un compositor y pianista genial llamado Charly García y un cantante y guitarrista que le ponía dulzura a cada verso, llamado Nito Mestre.
Más de medio siglo después, el presente encuentra a Charly y a Nito en realidades muy distintas. El primero es, qué duda cabe, el ícono más representativo de nuestro rock, su “pope” mayor, y quien —a pesar de las múltiples dificultades físicas que ha padecido— se muestra vigente gracias a la edición reciente de su último disco, La lógica del escorpión.
A Nito le tocó otro camino: tal vez no el de convertirse en el monstruo sagrado que es Charly, pero sí continuar con coherencia por su trayectoria, que lo llevó (tras la separación de Sui Generis, en 1975 y más allá de las ocasionales y dispares reuniones) por otros proyectos musicales y una carrera solista que incluye más de 12 discos.
Sin embargo, ese basamento que fue Sui Generis ha sido parte crucial de toda la trayectoria de Nito, quien, a pesar de compartir el rol vocal con Charly, asumía la mayor parte del protagonismo en ese aspecto. Ahora, pasados los 50 años de Confesiones de invierno (el segundo álbum de aquel dúo, publicado en el invierno de 1973), Mestre ha preparado un espectáculo en vivo que rinde tributo a ese álbum inolvidable. Se trata de “Canciones de invierno”, en el que explora con la sonoridad actual aquel disco que traía clásicos como Rasguña las piedras, Aprendizaje, Confesiones de invierno o el conmovedor Cuando ya me empiece a quedar solo.
El recital será este viernes 1 de noviembre, a las 21.30, en el teatro Mendoza (San Juan 1427, Ciudad). Junto con ese tributo al segundo disco, Nito también repasa parte de la trayectoria de Sui Generis, con los discos de los 70 (incluido el álbum doble en vivo) y los ecos ocasionales posteriores, cristalizados en el álbum Sinfonía para adolescentes, del año 2000.
Consultado hace poco por el diario Clarín, Nito Mestre reflexionaba sobre el poder aún palpable de aquellas canciones, grabadas y editadas por dos chicos que por entonces apenas pasaban los 20 años. Y, también, sobre lo que representa interpretarlas en estos shows. “Son una foto de una parte de la historia de Argentina. Es increíble lo que sucede con estas canciones, que muestran cómo hay cosas que siguen pasando. ¿Por qué un pibe de 17 entiende lo que pasó alguien en 1970? También hay mucha gente grande que para ellos es reencontrarse con lo que fueron. Será un hito emocional que reunirá generaciones de una manera mágica”, dijo.
A pesar de que en su trayectoria hay muchos discos, grabaciones, premios y éxitos, no deja de ser simbólico que Nito Mestre, a sus 72 años, insista con esas viejas canciones. Sin embargo, en la misma entrevista, contó que su interés es abordarlas casi como si fueran nuevas. “Es en lo que trabajamos: que sea la magia de esos tiempos con las herramientas de ahora. Yo he ido a ver a Bob Dylan y a veces escuchás cómo hace canciones viejas y te dan ganas de decirle: ‘Si no tenés ganas de cantarlas, no las cantes’. Los músicos debemos dejar atrás un poco el ego y entender que sin el público no somos nada, entonces, ¿por qué vas a hacer una versión sin ganas, si todo se lo debes a ellos? El que está arriba del escenario tiene que saber qué pasa abajo. Yo fui a ver a Sting y toca todos los clásicos y se te caen las medias”, aseguró.
En esto de hacer sonar aquella música con nuevas herramientas, es de destacar la gran banda que ha armado Nito para esta gira en la que está embarcado con “Canciones de invierno”. En el grupo aparecen él (voz, guitarra y flauta), Ernesto Salgueiro (guitarra, arreglos y voces), Julia Horton (guitarra y voces), Fernando Pugliese (piano), Pablo Álvarez Villarinyo (bajo) y Alejandro Diego (batería). A ellos se suma un set de vientos (bronces), integrado por Luis Danilo Rojas Sepúlveda, Lautaro Scarafia y Silvio Oropel.
Las entradas pueden adquirirse a través del sitio Entradaweb y en la boletería del teatro.