José María “Pachu” Peña es uno de los protagonistas de la obra teatral “Un plan perfecto”, que se está presentando con singular repercusión de martes a domingos a doble función en el Teatro del Lago de Villa Carlos Paz. La obra ya se transformó en una de las principales atracciones de la temporada teatral serrana, liderando la taquilla.
Pachu Peña y Marcelo Tinelli
El actor, que cobró popularidad décadas atrás cuando en dupla con Pablo Granados se transformó en uno de los principales animadores de la troupe humorística del “El show de Videomatch” de Marcelo Tinelli, celebra hoy en Córdoba el “éxito” en la temporada de verano que transita, y también se asombra de la vigencia que mantiene a lo largo de los años con un humor que trasciende generaciones.
“Me asombra que por ahí niños o chicos jóvenes me piden fotos tanto como gente grande”, comentó Pachu a Télam, desgranando las primeras impresiones de esta temporada teatral junto al lago San Roque.
En búsqueda de una explicación, el actor destacó el rol de las redes sociales y manifestó que sirven para que “llegáramos también a los más chicos y muchos millennials que por ahí no nos conocían”.
Cómo es “Un plan perfecto”
Pachu dialogó con Télam desde la casa en la que reside en Villa Carlos Paz, donde de martes a domingos se presenta en dos funciones diarias en la obra que comparte con Pedro Alfonso, Paula Chaves, Romina Gaetani, Rodrigo Noya, Camilo Nicolás y Agustina Agazzani.
El artista resaltó que esa llegada al público joven se potenció también gracias a la pandemia porque “llevó a la gente a buscar cosas de humor, empezar a meterse a ver qué había para divertirse y pasar el momento, y ahí hubo un redescubrimiento de cosas que ya habían sucedido y por ahí no estaban tan presentes”.
“También por el trabajo en (el programa de TV) ‘Sin Codificar’, que llegó a muchos jóvenes, memes que se hacen virales, o extractos de humor que la gente se acostumbró a ver en el celular, cosas de otras épocas que la gente acepta muy bien”, agregó.
Sobre la actual temporada y la obra que se desarrolla en el Teatro Del Lago, Peña resaltó: “Estamos muy contentos y felices por la respuesta del público, me refiero a lo que es la carcajada que nos dejan noche tras noche en cada función, la gente se va contenta, muy agradecida; nos esperan afuera para la foto, después nos comentan en las redes, entonces no podemos pedir más. La verdad es que estamos disfrutando de una hermosa temporada”.
“Disfruto mucho, es el segundo año que vengo a trabajar con Pedro (Alfonso), hicimos muy buena química el año pasado en lo que fue ‘Una noche en el hotel’, que nos fue muy bien e hicimos una gira nacional, disfruto mucho trabajar con él”, resaltó.
En “Un plan perfecto”, Pachu interpreta a un artista sobrevalorado: “Me gustó mucho cuando me lo ofrecieron, primero por estar nuevamente en Carlos Paz y además por el guion y la obra. Disfruto mucho el personaje y la gente se muere de risa”.
El recuerdo de Videomatch
La versatilidad de Peña, desde que arrancó con Tinelli en la década del 90, quedó de manifiesta a lo largo de los años, donde se lo pudo ver tanto en teatro, como en televisión o detrás de un micrófono radial, por lo general con impacto en cada uno de esos formatos. “Mientras haya humor yo me anoto, más allá del formato, porque el humor es lo que más me gusta hacer y el lugar donde me siento cómodo, aunque también estoy abierto a escuchar otro tipo de propuestas”, reforzó.
Con la mirada puesta en lo que se viene por delante en el año, contó que “hay un par de cosas dando vueltas, tele, radio o cosas por streaming, y trabajar en las redes con Pablo Granados, que lo venimos haciendo cada tanto y nos divertimos mucho”.
“Los recuerdos de los inicios junto a Pablo (Granados) son muy lindos, tengo mucho cariño de esos momentos por el paso en aquel viejo ‘Videomatch’, la gente siempre te agradece y te dice ‘mirá, ahí va el de Tinelli’, y ya pasaron muchos años. Algunos me dicen ‘siempre te veía cuando era chico’ y le ves la cara tienen un par de años menos que yo, hay cuentas que no cierran”, bromeó el humorista.
-¿Sos un joven de 60 años?
-De alma sí. Estamos bien de salud, debe ser el humor que uno hace. Yo soy en la vida real como me muestro en cámara, no escondo nada.
-¿Cómo estás pasando esta temporada?
-Muy bien, me encanta Villa Carlos Paz. Acabo de dejar a mi hijo con su novia, que me vinieron a visitar. Mi mujer viene dentro de poco con mis hijas (tengo cuatro hijos). Mi mujer está trabajando en Buenos Aires, por eso no está conmigo, pero ahora viene muy pronto. Recién llevé a mi hijo a Cuesta Blanca, estaba ahí arriba y miraba los ríos, la gente y todos los paisajes que te ofrece Córdoba y es maravilloso. La verdad que me encanta que sea una buena temporada para todos, para la gente que trabaja y para la gente que viene a disfrutar de la provincia y los lugares.
-¿Cómo es la convivencia con los otros elencos que hacen temporada en la Villa?
-Espectacular, por la simultaneidad con las funciones de las demás obras no podemos asistir a ir a verlos pero a la noche nos cruzamos los distintos elencos, nos preguntamos cómo estamos, cómo va todo e intercambiamos información. Quiero que a todo el mundo le vaya bien, porque estamos todos metidos en la misma bolsa. En mi caso, tengo la mejor con todos, me llevo muy bien con los colegas, no tengo enemigos.
Su accidente en Carlos Paz
-El principio de temporada no fue tan bueno en lo personal porque tuviste un accidente de auto.
-Fue un susto muy grande porque había ido a pasar el 31 con mi familia a Buenos Aires y en el trayecto de la autopista Rosario-Córdoba a la altura de Amstrong, venía con lluvia y agarré un charco de agua de esos que se forman y se me fue el auto de control. Venía manejando sin celular, sin nada, hice varios giros sobre la autopista. Gracias a Dios no venía nadie que me pudiera llevar puesto y terminar en una tragedia. Golpeé contra el guardarrail, que hizo de contención y quedé mirando para otro lado, así que fue con suerte. Por suerte no sufrí lesiones y esa misma noche hice la función del 1 de enero. Cuando terminé sentí la tensión de todo lo que había pasado pero por suerte quedé entero, más allá del auto que se rompió un poco.