En los Premios Gardel 2022, Palito Ortega obtuvo el galardón a Mejor Álbum Melódico y así se muestra más que vigente en la escena musical. Este sábado se presentó en Mendoza como parte de Gracias Tour, la gira que lo despide de los escenarios.
El Stadium Arena Maipú se vistió de clásicos musicales y de fanáticas que esperaron su regreso durante mucho tiempo. Con algunos minutos de demora, el show fue tan alegre y dinámico que los presentes olvidaron sus problemas por un buen rato.
“Un muchacho como yo” fue el primer clásico cantado a todo pulmón por un estadio repleto que no dudó en acompañar al artista en uno de sus últimos conciertos de su carrera. Cada una de las canciones fue presentada con alguna que otra palabra por parte de Ramón Ortega, mejor conocido como Palito.
“Que alegría volver a mi punto de partida”, fue la frase que generó una gran ovación de parte de todos los mendocinos presentes. Fue así como el artista comenzó a relatar sus comienzos como cantante intentando ingresar al ambiente. Lo hizo presentándose en diversos espacios nocturnos como también en programas radiales de LVDiez.
Canciones como “Corazón contento”, “La felicidad” y “Por muchas razones te quiero”, fueron solo algunas de las que formaron parte de una primera parte de un show divertido y sumamente festivo. Cada minuto que el cantante eligió para contar diversos momentos de su vida, los fanáticos hicieron absoluto silencio y así pudo concretarse una noche llena de historias y memorias.
Asimismo, Palito Ortega, al contar su historia, utilizó la noche para aconsejar y animar a todos sus seguidores. Comentando diversos artistas, agentes y productores que alguna vez admiró y con los que luego trabajó, expresó: “No hay que dejar de soñar nunca, siempre hay que trabajar duro por lo que uno quiere”.
Durante todo el recital, Ortega fue realizando distintas acotaciones para repasar su trayectoria. “Despeinada fue la primera canción con la que me di a conocer allá por los años ‘60″, dijo en medio de los aplausos de su público.
A mitad del espectacular andar por su camino musical, el cantante recordó su viaje a Estados Unidos y la gran pérdida que vivió cuando concretó seis conciertos de Frank Sinatra en el Luna Park. “Palito” no dejó pasar esa oportunidad para volver a destacar la lucha constante por sus sueños, algo que transmitió constantemente a su público: “La vida no termina en un problema, hay que levantarse y seguir”.
Tras estas palabras, se ausentó del escenario por algunos minutos luego de darle el pase a su compañero y reconocido cantante, Lalo Fransen. Con un público rebosante de júbilo, el porteño cantó clásicos como “La Bamba”, en el que fue acompañado por toda la banda de Palito Ortega.
En su vuelta, Ortega se mostró con un cambio radical de look ya que, al comenzar el show, se presentó con un traje blanco con lentejuelas plateadas y luego con un pantalón negro haciendo juego con un saco completamente dorado. Luego de un paso por algunas de las pocas canciones melódicas y el recuerdo de sus trabajos con Violeta Rivas, la cita llegaba a su fin.
“Se parece a mi mamá” fue el final de un espectáculo lleno de recuerdos, memorias, amores, paseos y un incomparable camino artístico de uno de los más destacados cantantes de la historia argentina. El rey “Palito Ortega” dejó el último escenario mendocino con una gran alegría de haber podido compartir su historia con vecinos y seguidores de toda la vida.
