María Eugenia Molinari se hizo famosa en ‘El agujerito sin fin’ (1991-1993), programa infantil, pero su presente está lejos de la televisión. La actriz charló con Infobae y contó de qué vive hoy en día.
Primero, recordó cómo fue que se inició en la televisión. “Fui al casting en El Trece y justo estaban grabando La banda del Golden Rocket”, comenzó diciendo.
“Lo crucé a Diego Torres que estaba ahí, así que para mí con eso ya estaba”, explicó María Eugenia. “Lo comenté en mi casa y mi mamá me dijo que si quería me acompañaba”, añadió.
“Cuando llegué, nos dieron algo para leer con el conductor, que yo no sabía, era Julián Weich”, explicó. Molinari quedó y se convirtió rápidamente en una estrella.
El éxito fue tan grande que cuando terminó le ofrecieron otro trabajo, en Cablín, pero lo rechazó para irse de viaje con sus amigas.
Cuando regresó de su viaje, la oferta seguía en pié. Allí estuvo durante un largo tiempo, hasta que el cierre del canal la dejó sin trabajo.
“Fue muy triste, quedarte sin un grupo de pertenencia, un lugar donde trabajabas, la pasabas bien y te gustaba estar, fue como estar en una fiesta bailando y que te prendieran la luz”, recordó.
“Además de lo que es perder un trabajo, para muchos de nosotros era una segunda casa y había afecto”, contó la actriz.
Tras ese paso, María Eugenia Molinari estudió periodismo. Sin embargo, lo dejó para darle lugar a una nueva pasión nueva en su vida, la astrología.
La actriz estudió, se recibió y empezó a hacer consultas con clientes: “Era algo nuevo vivir de eso, y se fue dando”, dijo.
Aunque la actriz no le cierra las puertas a la televisión: “No estoy porque no hay algo puntual, no me moví, un poco y un poco y estoy abocada a la astrología”.
“Hay edades y cuando uno crece busca otras cosas, cada uno en su juego y su momento”, expresó.
A qué reality rechazó entrar María Eugenia Molinari
Para cerrar, reveló que rechazó ser parte de El Hotel de los Famosos, el reality de eltrece que fue furor hace unos meses.
“Dije que no, por mi timidez y miedo a la exposición. Los seres humanos somos crueles y uno tiene una estructura más sensible, tendría que estar encerrada, además del juego que hay que saber jugar, la competencia y la manipulación”, concluyó.