El temazcal, cuyo nombre proviene del náhuatl temazcalli, es una tradición ancestral de América Central que ha sido utilizada por diversas culturas indígenas de América del Norte y del Sur. Originalmente, se trataba de un baño de vapor cotidiano, pero a lo largo de los siglos se fue convirtiendo en un ritual de sanación y purificación con propósitos medicinales y espirituales.
En el siglo XVI, el cronista Alonso de Molina definía el temazcal como una “casilla como estufa donde se bañan y sudan”, destacando su importancia en la vida cotidiana de las culturas indígenas. Estas construcciones han sido halladas en numerosas zonas arqueológicas como Teotihuacán, Monte Albán y Tikal, lo que confirma su relevancia histórica. Además, estudios antropológicos sugieren que el temazcal podría tener un origen común con otras tradiciones de baños de vapor en culturas tan distantes como las de Rusia, Dinamarca y Japón.
Sin embargo, como ritual de purificación aún se mantiene entre las comunidades andinas y sus seguidores. Es frecuente encontrar en Mendoza invitaciones a participar en diferentes lugares donde se preparan especialmente para la ocasión. En general, los jóvenes son los más dispuestos.
Durante la época prehispánica, el temazcal estaba vinculado a rituales religiosos. Era común realizar ceremonias en honor a la diosa Toci, “Nuestra abuela”, protectora de los temazcales, las parteras y los médicos. Con la llegada de los colonizadores, esta práctica fue prohibida debido a las diferencias culturales y a la incomodidad que generaba la desnudez compartida en un mismo espacio.
Tal “desnudez” en la actualidad no existe ya que en las indicaciones para participar, se sugiere a los varones llevar short o pantalón corto y a las mujeres vestidos cortos y ligeros (el calor y la humedad hacen incómoda la participación con otro tipo de atuendo) o short y musculosa.
El ritual del Temazcal
El baño de temazcal se caracteriza por su forma sencilla y funcional: puede ser cuadrado, pero en general es un domo de techo bajo, al cual se debe ingresar de rodillas y desplazarse gateando dentro del mismo hasta ubicarse en un lugar determinado por los organizadores del encuentro. Esto tiene un gran simbolismo ya que representa volver al útero de la (madre) tierra para, luego del ritual, renacer con nuevas energías y listo para una vida más equilibrada. Antes de entrar es importante eliminar rastro de químicos como protectores solares biodegradables, y también joyas, o adornos metálicos y plásticos.
Previo al ritual se realiza una charla en círculo, fuera del domo, en la cual cada participante se presenta y cuenta cuáles son sus expectativas o experiencias previas, en tanto los organizadores explican la dinámica que se llevará a cabo y cuál es la “visión” u objetivo, ya que cada uno tiene una intención diferente. Mientras se produce la charla, en un costado se enciende una gran hoguera dentro de la cual se ponen las “abuelas” o piedras que irán tomando temperatura hasta quedar incandescentes.
Luego, durante el ritual y una vez dentro del domo, esas piedras son ingresadas y colocadas en el centro, para luego agregarles hierbas aromáticas (en su mayoría, plantas maestras) y regarlas con el agua que provocará el vapor de la limpieza. Para mejorar la experiencia, se utilizan ramas para “llamar al vapor”, una técnica conocida como tlaxiwis, con la que el temazcalero dirige el calor hacia los participantes. La pequeña abertura de entrada se cierra con jarapas o pieles quedando la estancia en absoluta oscuridad.
Cuánto dura un temazcal
Todo el proceso tiene una duración de “cuatro puertas”, (aproximadamente unas dos horas) durante las cuales, quienes dirigen la ceremonia cantan a los ancestros, la Tierra, el cóndor, el águila, la montaña o cualquier otro animal o lugar sagrado, todos símbolos alusivos al objetivo del temazcal. Luego de cada “puerta” se abre la entrada para el ingreso de nuevas piedras incandescentes, se concede la palabra a quien quiera hacer un pedido especial (por salud, abundancia, sanación emocional o cualquier necesidad en coherencia con la visión del temazcal) y para relajar la tensión y calor acumulados durante el proceso de oscuridad.
Una vez terminado el ritual, se procede a desalojarlo en órden y de rodillas, tal como fue el ingreso, simbolizando un nuevo nacimiento. Al salir el guardián de la puerta da la bienvenida sosteniendo unas rocas humeantes, también pueden ser saumos de hierbas medicinales.
En zonas cálidas como México o Perú, una vez que el cuerpo ha sudado lo suficiente, los bañistas son enjuagados con agua fría para equilibrar la temperatura corporal. Sin embargo en Mendoza, donde las temperaturas en invierno son bajas (los temazcales se realizan todo el año) no se da este baño frío a menos que algún participante experimentado lo pida o que sea la temporada estival.
Luego, las personas se recuestan en el piso con alguna manta o toallón que los cubra, para descansar unos minutos antes de participar de una mesa de alimentos naturales, mayormente frutas frescas, frutos secos o alimentos a base de productos orgánicos.
Esto tiene una explicación: Luego de haber estado varias horas en ese “sauna” natural y haber pasado por una purificación física, mental y emocional, el organismo necesita y prefiere alimentos naturales y frescos, por lo que no se recomienda ingerir procesados.
Precauciones y contraindicaciones
El temazcal, al igual que el sauna, tiene un impacto significativo en el sistema circulatorio, por lo que es necesario tomar ciertas precauciones. Personas con hipertensión, problemas de corazón, venas varicosas o condiciones inflamatorias agudas deben abstenerse de participar en este ritual. Asimismo, se recomienda un periodo de reposo de al menos media hora después del baño.
Beneficios del temazcal
Según la página wakana.es, esta práctica tiene propiedades sanadoras también a nivel físico:
– En la piel: Actúa como mecanismo regulador de la temperatura interna del organismo, permitiendo la eliminación de las toxinas acumuladas. En personas que habitan en medios contaminados y sus poros están tapados, el temazcal estimula la renovación de la piel pues favorece la descamación de la capa superficial, activa al mismo tiempo la formación del manto ácido y protege de infecciones cutáneas.
– En el aparato respiratorio. Principalmente para problemas como gripas, bronquitis, asma, sinusitis. Al elevarse la temperatura y combinarse el vapor con el aroma de las plantas medicinales, se produce un destape de las vías respiratorias. Hay un aumento del flujo sanguíneo, expulsando las toxinas acumuladas de los pulmones y bronquios.
– En el sistema circulatorio. El temazcal produce un aumento de circulación sanguínea, dilatando los vasos y facilitando la expulsión de las toxinas y del ácido úrico y colesterol. Por lo que sirve para tratar problemas de enfermedades relacionadas con deficiencias circulatorias.
– En el sistema nervioso. Durante el baño se produce un efecto relajan y estimulante del organismo, por lo que reduce problemas de estrés, insomnio, tensión nerviosa, etcétera.
– En el aparato digestivo. Mejora la actividad intestinal, eliminando los líquidos y grasas para ayudar a adelgazar.
– En el aparato muscular. Mejora la actividad para prevenir problemas de esguinces, golpes, torceduras e inflamaciones.
– Para parto y posparto. Las parteras tradicionales lo usaban como medio preventivo, curativo y la atención del parto. Solían a bañar en el temazcal a las mujeres con plantas medicinales, permitiendo que la matriz se expanda para hacer más fácil la labor del parto: “La ceremonia de temazcal es un momento poderoso en nuestra vida, una oportunidad para reconciliarnos, con nosotros mismos, con todas nuestras relaciones, con la vida, con la salud, la fuerza, con nuestro camino espiritual, detenernos y encontrarnos.”
Distintos tipos de temazcal
- Social: Su función principal es relajar el cuerpo y la mente, conocerse y socializar, beneficiándose de los aspectos medicinales del vapor.
- Ceremonial: Es el más completo. Trae consigo todos los beneficios físicos, mentales y culturales, además de penetrar en el ritual místico, en el cual se realiza una danza hacia los cuatro puntos cardinales, lo cual lo hace sumamente fascinante.
- Curativo: En el temazcal curativo, sólo entra el curandero y el paciente. Su objetivo es curar una enfermedad específica. Será distinto para cada enfermedad y para cada paciente. A veces será muy caliente, otras, más frío, y se usarán distintas hierbas y distintas técnicas. Su duración también puede variar.
- Guerrero: También es ceremonial, pero se enfoca más hacia la mente y hacia el espíritu que hacia el cuerpo. Requiere una gran preparación física y mental, ya que es muy caliente, tanto, que la mayoría de la gente no lo resistiría, y si no es manejado con prudencia y responsabilidad, puede ser muy peligroso. Su objetivo es templar la mente y el espíritu para poder hacer frente a situaciones adversas con tranquilidad. Desarrolla la voluntad y nos enfrenta contra nuestras debilidades, miedos, vanidades y egoísmos.
