La música ha sido parte de la vida desde tiempos antiguos utilizada para celebrar, meditar, curar y expresar emociones debido al efecto que tiene sobre el estado de ánimo y, como consecuencia, en la salud. De allí, nace la musicoterapia como una herramienta terapéutica que ha tenido gran auge en los últimos tiempo, sobre todo por resultar efectiva en el tratamiento de una gran variedad de condiciones médicas, en pacientes con enfermedades crónicas, discapacidades físicas y mentales, trastornos emocionales, problemas de aprendizaje y más. Los profesionales de la salud que utilizan la musicoterapia trabajan con personas de todas las edades, desde recién nacidos hasta adultos mayores.
La Federación Mundial de Musicoterapia (WFMT por sus siglas en inglés) se refiere a esta terapia como “el uso de la música y/o sus elementos -como el sonido, ritmo, melodía, armonía- realizado por un terapeuta calificado con un paciente o grupo, en un proceso creado para facilitar, promover la comunicación, las relaciones, el aprendizaje, el movimiento, la expresión, la organización y otros objetivos terapéuticos relevantes, para así satisfacer las necesidades físicas, emocionales, mentales, sociales y cognitivas”.
El objetivo es desarrollar potencialidades y restaurar las funciones del individuo de manera tal que pueda lograr una mejor integración intra e interpersonal y, como consecuencia, una mejor calidad de vida a través de la prevención, rehabilitación y tratamiento para mejorar su condición.
Un estudio realizado por la Universidad de Jyväskylä, en Finlandia, encontró que la musicoterapia puede ser especialmente efectiva para pacientes con enfermedades mentales. Los voluntarios que participaron de la investigación, que padecían esquizofrenia y otros trastornos mentales, recibieron terapia de música durante seis meses. Al final del estudio, los pacientes dieron cuenta de una reducción significativa en los síntomas de depresión y ansiedad.
El estudio fue realizado en la Universidad de Jyväskylä y el AMI Centre de la Universidad Aalto, en Finlandia, por un grupo de investigadores dirigidos por el catedrático Petri Toiviainen del Centro Finés para la Investigación Musical Interdisciplinaria (CIMR), de la Universidad de Jyväskylä, y la doctora Elvira Brattico, de la Universidad Aalto y la Universidad de Helsinki.
Este estudio hizo especial énfasis en la relación de los efectos de la música en el cerebro y su vinculación con la memoria.
“Nuestro estudio muestra, básicamente, un incremento de actividad en el lóbulo medio‑temporal —donde se halla el hipocampo— cuando los motivos musicales de la pieza se repiten. Esto significa que esta área está involucrada en el fenómeno de reconocimiento de estas frases musicales a corto plazo, aunque planteamos una hipótesis compatible, y es que este incremento de actividad esté relacionado con la formación de una memoria más permanente de la pieza musical”, destaca el investigador.
Los resultados del estudio podrían tener implicaciones en el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas asociadas con la atrofia del hipocampo, tales como el Alzheimer: “La música puede afectar positivamente a los pacientes, si se usa de manera eficiente para estimular el hipocampo, y por lo tanto su sistema de memoria”, indica el catedrático Petri Toiviainen.
En otro estudio, realizado por la Universidad de Massachusetts, los pacientes que recibieron musicoterapia antes y después de la cirugía informaron de una reducción significativa en el dolor y la ansiedad. Los pacientes que escucharon música durante la cirugía también requirieron menos analgésicos.
Cabe destacar que en Mendoza existe la carrera de Musicoterapia, dictada por la Universidad Juan Agustín Maza.
Musicoterapia en la vida diaria
Esta herramienta, no solo es efectiva en situaciones de salud o condiciones físicas permanentes. En la vida cotidiana, estimula el desarrollo de las habilidades físicas y mentales, produce efectos positivos que favorecen la comunicación de ambos hemisferios cerebrales, mejora el aprendizaje, genera efectos de relajación, ayuda a la concentración, atención del niño y a la calidad de vida.
Los inicios de esta terapia se dieron entre 1900 y 1950, gracias al impulso de Emile Jacques Dalcroze quien se basó en su teoría de la relación de las actividades musicales con respuestas fisiológicas, psicológicas y socioculturales.
Actualmente, se ha demostrado que la música puede beneficiar en muchos aspectos, ya que tiene la capacidad de activar todas las áreas cerebrales simultáneamente.
Específicamente, se ha demostrado que la musicoterapia interviene en:
-Mejoramiento de la conducta.
-Desarrollo de habilidades motoras.
-Desarrollo habilidades sociales o socio-emocionales.
-Desarrollo del lenguaje.
Además, se ha demostrado que a es una herramienta efectiva a distintos niveles
- Fisiológico la música puede hacer que el niño acelere o demore el ritmo respiratorio, así como relajar su musculatura.
- Afectividad: la música se siente, favoreciendo la mejora afectiva.
- Sensibilidad.
- Movimiento.
- Sociabilidad.
- Educativo.
- Psicoterapéutico.
- Médico.
- Psiquiátrico
Tipos de musicoterapia
La musicoterapia trabaja con la música, siendo un arte bastante enriquecido con grandes distinciones en todo el mundo. La terapia con música, por consiguiente, ofrece varias formas de trabajo con el paciente;
- Improvisación: el paciente improvisa creando música con instrumentos o con su propia voz.
- Recreación: se imita una pieza musical ya creada.
- Composición: a diferencia de la anterior forma de trabajo, en esta actividad el paciente crea una pieza musical nueva.
- Escucha: se escucha una pieza musical en vivo o mediante recursos auditivos.