Todos tenemos un muerto en el placar y Pampita no es la excepción. A comienzos de los 2000 cuando la modelo ya era una estrella de la pasarella argentina, estaba en pareja con el también modelo y empresario Martín Barrantes.
Luego de un tiempo de novios, la pareja decidió casarse en 2002 con una gran fiesta, donde las cámaras de televisión y reporteros en aquel momento cubrieron uno de los eventos del año. Pero la relación no prosperó, debido a que la modelo y conductora inició un romance con Benjamín Vicuña estando casada con Barrantes.
Después de un juicio por adulterio que inició el ex polista, Barrantes decidió mantener un perfil bajo, lejos de las cámaras y dedicarse de lleno a los negocios.
Un juicio de divorcio escandaloso
En 2002 cuando se conoció el incipiente romance de Pampita con Benjamín Vicuña, su divorcio con Barrantes dejó bastante tela para cortar.
La modelo y el polista decidieron separarse a un año de su boda y él la acusó de adulterio.. Incluso, la abogada Ana Rosenfeld declaró en una entrevista que fue de los peores casos que le tocó resolver.
“Fue el peor caso de mi vida y no porque Caro no tuviera razón y no fuera inocente en su divorcio. Sino porque la ley en ese momento era muy machista y nos tocó un tribunal absolutamente machista. La ley decía que tenías que tener dos años de casados para plantear la separación personal y ellos tenían un año”, contó la abogada por aquel entonces de Carolina Pampita Ardohain.
Vida en el campo y un hombre de negocios
Después de la separación de la modelo, Martín Barrantes tomó distancia de las cámaras y el mundo de los famosos. Amigo personal de Iván de Pineda, el ex polista dejó la ciudad y se mudó al campo, donde trabaja en una empresa de biotecnología, llamada Kheiron Biotech, que se dedica a la cría de caballos de polo.
Lejos del ruido de la ciudad Barrantes vive en la localidad de Lobos junto a su pareja Kateryna Wurzel, con quien tiene un hijo llamado Felipe de dos años.