Guillermo Francella es uno de los actores argentinos más reconocidos y queridos del país. Sus papeles en películas o series lo han colocado como uno de los mejores en su rubro.
El padre de Nico y Yoyi, supo hacer reír y asustar a la gente con sus interpretaciones con su larga carrera, larga como el amor que mantiene con Marynés Breña, su mujer y madre de sus hijos.
El actor que ha dado cuerpo y voz a Pepe Argento en Casados con hijos conoció a su esposa en el cumpleaños de su único hermano, Ricardo. Él, con 32 años, ya era actor, pero todavía no había protagonizado nada. Su actual esposa, por entonces era azafata y tenía 21.
La primera vez que se vieron fue en septiembre de 1987. Marynés necesitaba acostarse temprano para volar a Río Gallegos al día siguiente. Sin embargo, aceptó la propuesta de su amiga Mirtha, que estaba de novia con Ricardo Francella.
Esa noche hablaron tanto que se hizo tarde, por lo cual el actor de El encargado se ofreció a llevarla hasta su casa con el tiempo justo para que se cambiara, agarrara la valija y se fuera a trabajar. Al despedirse se dieron el primer beso y él le pidió su número de teléfono.
A la espera de llamado, Guillermo Francella lo hizo a los pocos días y ella decidió apostar por él. Afortunadamente nunca más se separaron. Se casaron en 1989 y un año después nació Nicolás. Por su parte, la familia se completó en 1993 con Johanna.
El romance más famoso de Guillermo Francella
Si bien Marynés Breña es el amor de su vida y sus más 35 años juntos lo confirman, Guillermo Francella tuvo un romance de dos años con una famosa argentina.
La realidad es que Guillermo Francella y Carmen Barbieri fueron novios. Ella se había separado de Beto César y él estaba dando sus primeros pasos en la actuación.
“Éramos muy jovencitos. Salimos dos años. Es divino, me hacía reír mucho. Cuando empecé a salir no era este Guillermo Francella. Hacía teatro off y tenía una inmobiliaria con su hermano”, contó Carmen hace unos años en Hay que ver, por El Nueve.
Además, la madre de Fede Bal también contó como era su relación: “No convivíamos, pero los fines de semana se quedaba en casa. Yo amaba a su madre y a toda su familia. Ahora tenemos una relación rara porque nos vemos y es ‘hola’ y ‘chau’. Es más, yo siento que él es muy duro cuando me ve, no sé si se pone nervioso o qué, pero la que me saluda genial es su mujer, y sus hijos son encantadores”.