En medio de una gira nacional, Ricardo Soulé volvió a recorrer el país junto a su banda la Bestia Emplumada. La premisa, volver a traer en vivo la obra fundamental del rock nacional, como son las canciones de Vox Dei, uno de los grupos que marcó los cimientos del género en el país y que siguen en plena vigencia.
Multiinstrumentista, Soulé es el creador de la canciones de Vox Dei y a continuado el legado de la banda, con una obra inoxidable como fueron los discos “La Biblia”, “Cuero Caliente” o “Estamos en la Pecera”. Todos álbumes de la década del ‘70 que marcaron a fuego el rock y blues de esos tiempos y la posteridad.
Y ese sonido y parte del camino solista del músico sonarán el próximo viernes 10 de noviembre, en el teatro Independencia. Las entradas están disponibles en Entradaweb.com.ar y boletería del teatro.
Un poeta del rock y la vida
Lejos de la pose del rockero de sus tiempos, a sus 73 años Ricardo Soulé continúa vigente, no solo por las canciones de Vox Dei como lo fue “Presente”, un clásicos del rock nacional, “Ritmo y Blues con armónica”, “Reflejos” o “Canción para una mujer que no está”. Sino que el músico continuó su camino solista, en el que no abandonó su estilo compositivo y el discurso filosófico y terrenal que lo caracteriza.
“Estuve en el teatro Independencia antes de la pandemia y toque con la Orquesta Filarmónica”, recuerda Soulé sobre su última visita a Mendoza.
Y agrega: “Con mi banda La Bestia Emplumada haremos un repertorio de Vox Dei intenso, pero también tocamos algo de mi repertorio como solista”.
-En la actualidad, ¿se renueva el público que lo sigue y conoce la obra de Vox Dei?
-Nos encontramos con un público muy renovado. Hay muchos chicos, incluso quinceañeros en los conciertos. Estamos haciendo un gira nacional y hemos llegado hasta Jujuy, con la sorpresa que van a vernos chicos muy jóvenes con la familia. Y es un lujo para nosotros unir de alguna manera la familia en la música.
-Justamente en un momento donde abunda el trap, la música urbana que es lo que más escuchan los jóvenes. ¿Cómo ve este fenómeno de la industria?
-Es una pregunta muy recurrente. Yo estoy de acuerdo con lo que están haciendo a nivel musical los jóvenes, porque es la expresión que los pinta de cuerpo entero, la vida que van llevando en este mundo, que le estamos dejando los adultos. Es la música que representa el entorno, un entorno con muchas contradicciones. Y la música lógicamente tiene una influencia muy grande, en un entorno conflictivo.
Te voy a contar una pequeña anécdota. El fin de semana pasado tocamos en la Matanza, y lo que nos pasó describe como es el tema hoy en la música. Hicimos la prueba de sonido y estaba todo perfecto. Y cuando subimos al escenario para tocar, nos prenden lo que se llama subwoofer. Son unos graves terribles, que parecen que explotan los vidrios y vibra todo. Y nos pusieron eso cuando estábamos tocando, entonces no encontrábamos la tónica, no podíamos tocar., porque nuestra música no contiene ese tipo de sonoridad. Y ese tipo de música, que es un desprendimiento de la electrónica, precisa unos graves que son atronadores. Entonces es un elemento que se suma a la música de hoy, y los chicos necesitan de ese sonido para expresar como conciben la música.
Yo no los quiero criticar negativamente, sino que los animo a seguir en lo que hacen, que representan el siglo XXI.
-La semana pasada falleció Ricardo Iorio, ¿qué opinión le merece su legado?
-Me sorprendió su partida, era muy joven, no pensé que iba a pasar ahora. Pero estamos todos con la finitud de la vida y a algunos les toca partir antes. En cuanto al legado que dejó es muy importante, porque fue uno de los precursores del metal en Argentina. Yo lo conocí desde muy chico y coincidíamos en una sala de ensayo por Colegiales. Y los escuchaba tocar cuando recién empezaban a tocar. Tuve la oportunidad de ver los comienzos de esas bandas.
Y le guardo mucho cariño, incluso Iorio hizo una muy buena versión de “Ritmo y Blues con armónica”, y me llenó de honor que lo haga. Pero él no nos abandona, porque su música trasciende, incluso los límites del metal, del rock y se mete en la idiosincrasia argentina.
-Tanto Ricardo Iorio como Pappo fueron dos músicos que con su personalidad marcaron además de su obra. Son artistas que vivimos a su antojo, con sus ideales.
-Sí, Pappo dentro del blues dejó un legado muy grande. En cuanto a los instrumental fue uno de los guitarristas más emblemático y con lo literario, tenía una manera muy curiosa de escribir. Y también dejó una huella profunda. Y te aclaro una cosa, que a pesar que vivieron como quisieron, también sufrieron. Yo soy testigo de como Pappo estuvo triste por lo difícil y cuesta arriba que era hacer música, llevar adelante su proyecto.
Entre la música y la pasión por las aves
Ricardo Soulé no deja de observar lo que lo rodea, o buscar en la literatura una nueva historia para cantar y ponerle una melodía.
Pero además de la música, la cetrería es otra de las disciplinas a las que dedica mucho tiempo y años de su vida, siendo una pasión por las aves que nació desde muy pequeño y que en el documental “Peregrino”, realizado por Néstor Rodríguez Correa en 2020, muestra en profundidad sobre la actividad que practica con frecuencia y la cual también es parte de su poesía.
-Aunque continúa tocando la obra de Vox Dei, también sigue componiendo.
-Sí, siempre. Pero también les propongo al público revisar la discografía mía, porque hay varios discos editados, que no han sido escuchados. Entonces parece un material nuevo, aunque tienen unos años. El primero fue el disco en vivo, que grabamos en el teatro de Avellaneda. Después viene “Vulgata”, que son todos temas originales.
Y escribí bastante durante la pandemia, y eso me sirvió para reponerme de esa situación tan extrema. Y tengo varios temas, para grabar nuevos discos. Seguramente vamos a grabar algo el año que viene con la banda, para practicarlos y darle forma.
-Pero si tiene la necesidad de escribir, ¿qué temas lo motivan para escribir?
-El perfil mio no pertenece al paradigma del rockero. Yo tengo más que ver con un caballero andante, que con un rockero. Me entusiasma más la protección de las viudas, de los niños, de los enfermos, que tratar de parecer un rockero divertido. En líneas generales me inspira la literatura, busco en la literatura mediaeval, en la literatura moderna. Leopoldo Marechal me encanta, es un escritor que no leí de joven y lo descubrí ahora. Borges tuve la suerte que Grais mi esposa me regaló la colección de los libros, y los fui leyendo de a poco. Porque son muchos y muy intensos.
-Finalmente, ¿terminó de escribir su libro?
-Sí. Finalmente lo escribí, pero no lo edité. Le puse punto final porque quiero escribir otro libro. Ahora hable con Daniel Ripol, editor de la revista Pelo y quiero que me ayude a editarlo. También tengo otro editor amigo, que está interesado en hacerlo.
-¿Sigue practicando la cetrería?
-Sí, siempre. Estamos ante un evento muy significativo, el 15 de diciembre viajamos a los Emiratos Árabes, representando a la Argentina en la disciplina, para un nuevo deporte olímpico, que ellos quieren instituir una rama de la cetrería como deporte olímpico. Esta reunión que es en diciembre será el punto de partida, para que sea aceptada como deporte olímpico. Como si fuera una carrera de halcones. Nos costó 50 años este reconocimiento, ellos, los árabes son los maestros y nos llevan a su tierra, para enseñarnos e instruirnos.
Es una actividad muy complicada, difícil, hay que abocarse mucho tiempo y nos es gratificante, en cuanto al resultado. Lo que uno busca el gol de media cancha a los cinco minutos, y acá no hay eso. Acá hay que luchar contra uno mismo todo el tiempo.
Para agendar: Vox Dei por Ricardo Soulé
El músico Ricardo Soulé vuelve a Mendoza con un concierto donde repasará la obra más intensa de Vox Dei, una de las bandas fundamentales el rock nacional. Además de interpretar parte de sus canciones solistas.
El concierto es el viernes 10 de noviembre, a las 21 horas, en el teatro Independencia (Chile y Espejo). Las entradas están disponibles en Entradaweb.com.ar y boletería del teatro.