En los últimos años, Mendoza ha buscado poco a poco convertirse en una de las plazas teatrales de verano más importantes del país, mirándose en el espejo que proponen Mar del Plata y Carlos Paz. En esa línea, para esta temporada 2025, llega a la provincia una obra protagonizada por uno de los actores históricos del cine argentino.
Rodolfo Ranni (87) formará parte de ¿Dónde está el galán?, una comedia que se estrenará el 2 de enero en el Teatro Imperial de Maipú y que se completa con un elenco de intérpretes mendocinos, conformado por Renzo “Chory” Occhionero (que además es productor), Pablo Sórensen, Zoe Bertona, Verónica Calderón y Nadin Montenegro.
Ranni no solo tiene un papel fundamental en la obra escrita y producida por Gabriel García, sino que también dirige esta pieza que combina el humor con la emotividad, los valores y el autoconocimiento.
En una entrevista con Los Andes, el actor más famoso del cine y el teatro nacional, conocido como un verdadero galán al que no hace falta buscar, contó los pormenores de la obra y cómo se encuentra en la semana previa al estreno. Además, repasó varios datos de su carrera, rememoró su mejor época y opinó sobre el panorama cultural actual en Argentina.
—¿Qué te atrajo de ¿Dónde está el galán? para decidir formar parte de este proyecto?
—Pablo Sórensen, que produjo obras en Mar del Plata, me hablaba siempre de Mendoza. Me dijo que iban a hacer temporada en la provincia, me mandó la obra y me encantó. Me ofreció dirigirla, acepté y empecé a trabajarla hace dos meses y medio, y seguramente van a seguir pasando cosas hasta el día en que estrenemos. Así que estoy feliz y contento sobre todo de estrenar acá porque tengo conexiones casi familiares con Mendoza, mis dos nietos mayores son mitad porteños mitad mendocinos y vienen a pasar fin de año con su abuela mendocina y, bueno, me verán a mí también.
—¿Qué se siente volver al escenario después de dos años? Porque tu última obra fue Divino divorcio, que tuvo varias temporadas.
—Bien, pero los nervios son terribles. A veces me dicen: “Sos una persona con tanta experiencia, ¿cómo te vas a poner nervioso?”, pero yo siempre digo que es peor, porque mientras más experiencia, más responsabilidad tenés, entonces uno se pone más nervioso. Hace un rato me preguntaron: “¿Cuál es su deseo más grande?”. Yo siempre digo: “Que del estreno se haga cargo otro y yo siga con la obra al otro día”. Pero es la adrenalina normal, después uno entra en escena y ya no es uno, es el personaje.
—Me gustaría que describieras a tu personaje en ¿Dónde está el galán?
—Es un psicólogo muy particular, divertido, borrachín, que atiende a Juan, el personaje principal interpretado por Pablo Sorensen, que cuenta un poco a través de su psicólogo la historia de su vida y ahí es donde suceden las escenas de la obra.
—¿Qué es lo que más disfrutas de hacer comedia en teatro?
—En el trabajo siempre hice dos o tres cosas al mismo tiempo. Me gustan la comedia, el drama, el cine, la televisión, porque son expresiones totalmente distintas unas de otras. Sobre todo, para no encasillarse, la gente sabe que siempre hago de todo. De repente puedo hacer Zona de riesgo en televisión y en teatro alguna comedia de Hugo Sofovich.
—En una entrevista reciente te describiste como un viejito jubilado que hace teatro por pasión.
—Es que la gente dice: “¡Todavía sigue trabajando!”. Uno deja de trabajar cuando se muere en el rubro nuestro. Además, le prometí a mi hija más grande, que cumplió 52, que iba a vivir hasta los 105, porque me dijo “papá, ya te voy a alcanzar”, y le dije “no, no creo que me alcances”; así que voy a trabajar hasta los 105 porque una promesa a un hijo siempre se cumple (risas).
—Así que hasta los 105 te veremos haciendo teatro...
—Claro, eso seguro. No digo morirme en un escenario, porque eso sería un dramatismo tremendo, una convención. Pero sí seguir, como decía Sandrini, “hasta que el cuerpo aguante”.
—¿Cómo ves el escenario actual del teatro argentino?
—La gente va muchísimo al teatro porque la ficción en TV no existe más, pero la gente quiere ver a sus actores; por eso se llenan los teatros en Buenos Aires y cuando salimos en gira la gente se adhiere de una manera espectacular, como creo que nos va a pasar acá, porque ya las entradas están hace 15 días en venta y ya se agotó la primera función. Además, a un espectáculo lo hace el público. Si esto es lindo, feo, bueno o malo lo va a decidir el público; así que esa es la espada de Damocles que tenemos siempre en un espectáculo. A veces pensamos que la gente se va a matar de risa en cierta parte y al final no pasa así, y se ríe en otra en la que nunca pensamos que se iban a reír. Eso sucede en el teatro.
—Muchos actores tienen algún tipo de cábala o ritual antes de subir al escenario ¿Tenés alguna costumbre extraña o algo que no falte en tu rutina antes de una función?
—No, ninguna. Lo único es que me santiguo antes de entrar a escena, pero nada más que eso.
—¿Alguna vez participaste de algún proyecto del cual te arrepentiste?
—No, porque en general yo tuve mucha suerte. Me tocó trabajar con los más grandes directores, y te digo, hay actores que agradecen que yo no haya hecho alguna cosa, porque la ligaron ellos. Pero yo no lo hago por distintos motivos: porque no tengo tiempo, porque no pagan lo que pedí, porque no me gusta demasiado el guion. En general, siempre hice lo que tenía ganas.
—¿Y un proyecto que te haya encantado?
—Lo que hice con Juan Carlo Desanzo y con la productora Aries creo que fue la mejor época, un momento del cine argentino importantísimo. Hay tanto título que yo a veces veo una película y digo “¿Pero yo trabajé acá?”. Porque de algunas ni me acuerdo (risas).
Un galán desde la g hasta la n
Desde 1937 Rodolfo Ranni no ha dejado de conquistar los corazones de miles de personas con su encanto seductor y su espontánea personalidad. Pero ser el galán de la TV argentina en aquellos tiempos donde las redes sociales no existían, no debe haber sido nada fácil.
El actor se considera a sí mismo un galán bastante particular: “Yo hacía un programa que se llamaba Ruggero y en las escenas en la cama el director me decía ‘tapá la panza, tano’. Y yo decía: ‘No, ¿por qué? ¿Los que tienen panza no pueden hacer el amor?’. Mirá a Mastroianni, él hacía de gordo, de flaco, hacía de todo. Creo que los actores tenemos que hacer de todo”, expresó.
Ranni comenta que en realidad, siempre existió el estereotipo de galán, que debía ser alto, flaco, buen mozo y de ojos celestes. “El verdadero galán es de adentro para afuera, no de afuera para adentro”, menciona con respecto a la verdadera esencia de estos personajes icónicos del mundo del espectáculo al cual él pertenece.
En los últimos años, mucho se ha hablado sobre el “rejuvenecimiento” de las estrellas; que deben mantenerse y no dejar que los números en las velitas se les note. “Nunca me hice ninguna cirugía ni nada. Es una cosa genética lo mío. Me dicen: “Che, no tenés una arruga”. No sé qué quieren, ¿que las tenga? Lo bueno es que conservo la voz joven. Además nunca pensé en la edad, y eso que tengo muchos años”, indica el actor con respecto a su imagen, que por cierto, se encuentra en excelente estado a sus 87 años.
Sobre la obra
¿Dónde está el galán? es una comedia que trata sobre Juan, un joven soñador de corazón puro que recientemente conoció e inicio una relación con Sofía, una estudiante de medicina de clase social acomodada. Pero esta relación entra rápidamente en crisis porque Juan no puede lograr intimar con su novia, a quien además le hizo creer que era un hombre de mundo, codiciado por las mujeres, millonario y exitoso empresario. Todas mentiras que utilizo para poder conquistarla.
Las mentiras resultan cada día más insostenibles, y la paciencia de la novia ante la falta de intimidad parece estar llegando a su límite. Juan decide acudir a Ricardo, un psicólogo que parece tener más problemas que el paciente y se lo ve más preocupado por sacar ventaja económica de él que de solucionarle los problemas.
Esta búsqueda desesperada por desbloquear las trabas que le imposibilitan intimar con su novia hacen que Juan caiga en los lugares más extraños. En uno de ellos es donde conoce a Marilyn, una madame desquiciada que maneja el burdel más desopilante de la ciudad.
Todo tomara un camino inesperado mediante las vistitas de Juan al prostíbulo, en donde increíbles y divertidas situaciones harán que poco a poco comience a reflexionar sobre las decisiones tomadas en su vida.
En una conferencia de prensa llevada a cabo el pasado viernes 27 en el Museo Nacional del Vino y la Cultura de Maipú, el autor de la obra Gabriel García se mostró emocionado por el estreno de esta historia con la que muchos se podrán identificar. “Estamos muy felices, yo personalmente de venir a Mendoza. Poder hacer esto, que es una temporada de verano que tiene que ver con la diversión y con la cultura, no es poca cosa”, expresó el guionista.
“¿Dónde está el galán? no es una obra trillada y va dar sobre qué hablar. Es un muchacho con un montón de conflictos, con un montón de dudas, de ingenuidades, y los va a sorprender. Va a tener un mensaje, es una gran comedia; así que si la quieren pasar bien vengan a verla, pero también cuando se vayan a comer la pizza a la salida del teatro, los va a dejar pensando y van a seguir hablando de la obra; y creo que ese es el teatro en su máxima expresión”, agregó por su parte Pablo Sórensen, protagonista de la obra.
Rodolfo Ranni se encargó de remarcar que esta no es “una comedieta de verano”, sino una obra de humor para reflexionar sobre los valores de la sociedad, el amor, la inocencia y las decisiones que uno toma en la vida cotidiana.
Cuánto salen las entradas y dónde conseguirlas
El debut de esta obra será el jueves 2 de enero y tendrá funciones todo el mes de enero de miércoles a domingos a las 21:30hs, en la sala central del Cine Teatro Imperial de Maipú (Pablo Pescara 323).
Los valores de las entradas van desde $9.500 hasta $19.500 y se pueden conseguir a través de www.entradaweb.com.ar o en la boletería del teatro.