Salma Hayek Pinault, que junto a la canadiense Annie Murphy protagoniza el primero de los cinco episodios autoconclusivos de la sexta temporada de la serie “Black Mirror”, aseguró que la “enoja” que muchos de los avances tecnológicos apunten a resolver la “necesidad de escapar de uno mismo”, y que eso hace que la humanidad se pueda “manipular fácilmente”.
“Tendríamos que tratar de controlar mejor la tecnología y tratar de meternos en nosotros mismos, tomar control y conciencia”, planteó la intérprete nominada al Oscar por “Frida” (2002) en charla exclusiva con Télam.
En “Joan es horrible”, el capítulo que encabeza la nueva tanda de incómodas e inquietantes historias de “Black Mirror”, ya disponible en Netflix cuatro años después de su predecesora, Hayek tuvo la oportunidad de interpretar a una versión de sí misma que le permitió reírse del estereotipo de “latina sexy” que le ha deparado buena parte de su carrera.
“Una mujer común y corriente descubre que una plataforma global de streaming ha lanzado una prestigiosa serie sobre su vida y es protagonizada por la estrella de Hollywood Salma Hayek”, detalla la sinopsis del episodio, al que no puede sumarse demasiada información sin revelar giros argumentales o detalles de la trama que arruinen la experiencia de las audiencias.
“Joan es horrible” se inserta en una temporada que parece haber recuperado el pulso -en algún momento perdido- de “Black Mirror. Esa impronta que hizo de la serie una propuesta disruptiva, atractiva visualmente e interesante en sus reflexiones, y a su creador, Charlie Brooker, un nombre propio en las grandes ligas de la era del streaming.
En conversación con Télam, Hayek recordó cómo la “conflictuó” una escena en particular del episodio, que transcurre en una iglesia, al punto de que creyó que no podría hacerla. “Creo que tuvimos experiencias muy diferentes”, planteó por su parte Annie Murphy, actriz que cosechó numerosos premios como parte de la serie de comedia “Schitt’s Creek”: “Cuando lo leí en el guion pensé ‘déjenme hacerlo, esto es ridículo y salvaje, y no puedo esperar para que llegue el momento’, pero Salma lo tuvo más difícil”, recordó, con gran habilidad para gambetear “spoilers”.
“Sí, yo estaba encantada con que Charlie hubiera escrito un guion conmigo en mente -aportó Hayek-, lo leía y me reía, y cuando llegamos a esa escena me quedé con la boca abierta. Mis agentes me decían ‘pero si es una cosa super ridícula, es una parodia?’ y yo decía ‘no sé si tengo el valor’. Inclusive cuando la estábamos filmando estaba nerviosa, no quería que me tomaran de cerca”.
Con su clásica mirada tan oscura como satírica, que parte del tema de la tecnología y sus usos para comentar sobre diversas problemáticas de la sociedad contemporánea, la nueva entrega trae a un seleccionado de figuras de la talla de Hayek y Murphy, pero también a Michael Cera, Aaron Paul, Kate Mara, Ben Barnes, Himesh Patel, Josh Hartnett o Zazie Beetz, entre más.
-¿Qué pensaron cuando las llamaron para participar de Black Mirror? ¿Eran fans de la serie?
-Annie Murphy: Yo era muy muy muy fan, fue muy fuerte cuando me llamaron, más grande cuando leí el guion, y todavía más cuando descubrí que iba a trabajar con Salma.
-Salma Hayek: ¡Que era quien te iba a encarnar a vos! (Risas)
-AM: ¡Sí, exacto! Así que todavía estoy en shock.
-SH: Yo no veía “Black Mirror” porque me asusto muy fácil, no me gusta ver cosas de miedo. Yo tenía la imagen de que el programa era de miedo aunque sí entendía que Charlie Brooker, el creador, es un genio, porque vi alguno. Y cuando me dijeron que había escrito un episodio donde yo interpretaría a Salma Hayek me dio miedo, dije “¿qué voy a hacer? ¿Será algo terrible? ¿Voy a matar gente?”. Y cuando lo leí fue muy refrescante porque me moría de la risa y nunca me imaginé que “Black Mirror” estuviera haciendo comedia, y esto es una comedia negra pero de un tono súper interesante.
-Mencionaste a la prensa hace unos días que habías tomado este papel como una gran oportunidad para explorar la manera en que muchas veces sos representada, los clichés, las ideas que se tienen sobre vos como figura pública.
-SH: Es una manera de reírse de uno mismo y te da mucha libertad poder exagerarte a ti misma y que no te importe. Tener un personaje que hace cosas que quizás tú no y que ni siquiera puedes pensarlas porque te sentirías avergonzada de ti misma. Poder tener la libertad de ir ahí y ser una persona fatal y reírte también de eso es una oportunidad que viene una vez en la vida si tienes suerte.
-Un tema que toca “Joan es horrible” en particular es este temor de cuánto saben nuestras apps y nuestros dispositivos sobre nosotros, cuánta información les entregamos sin ser conscientes.
-SH: ¡Y cómo nos espían! No es que les demos, sino que nos espían.
-¿Es un miedo con el que se sienten identificadas?
-AM: Cien por ciento; a veces me siento una loca de las teorías conspirativas, pienso “nuestros teléfonos nos escuchan, todos nos escuchan”, pero creo que efectivamente nuestros teléfonos nos están escuchando. Los gigantescos y súper rápidos avances que hay ahora con la inteligencia artificial es algo que me aterroriza un montón, porque no sabemos lo que estamos haciendo. Da miedo estar jugando con algo tan poderoso sin saber a ciencia cierta cuáles son sus verdaderas capacidades.
-SH: A mí lo que me enoja es cuánta inteligencia se está yendo en espiarnos, en recrearnos para que no nos necesiten más, y todavía no descubren la cura del cáncer, y todavía no descubren una pastilla para que no te salgan canas (risas). Todo va hacia una tecnología que resuelve nuestra necesidad de escapar de uno mismo y de escapar de nuestras vidas. Y es por esa parte de nosotros que intenta ir del otro lado que nos pueden manipular tan fácilmente.
- “Black Mirror” regresa varios años después, tras la pandemia. ¿Creen que luego de que el mundo entero vivió por un par de años un escenario distópico la serie se va a recibir de una manera distinta? ¿Que el público tiene un mayor nivel de entendimiento de los temas de este programa?
-AM: Yo estoy muy orgullosa de nuestro episodio y entusiasmada por ver toda la temporada, pero mi única preocupación es que después de los últimos años que pasamos la gente diga “no quiero esto”, que no quiera continuar viviendo este tipo de sociedad distópica que Charlie Brooker creó como una ficción hace unos cuantos años pero se está volviendo más y más una realidad.
-SH: Se está volviendo más aterrador. Pero, por ejemplo, tuvimos una función con público y la reacción fue de la mejor que he tenido en mi vida: cómo se reían, cómo gritaban, estaban completamente metidos y nos dieron una ovación de pie larguísima, como en Cannes prácticamente, y eso no nos lo esperábamos.