El reality más famoso del mundo es Gran Hermano y está basado en el libro 1984 de George Orwell. El extenso desarrollo que este programa televisivo ha tenido en todo el mundo llevó a que se volviera ejemplo o base de muchas cosas.
Actualmente, en el catálogo de Netflix, es posible encontrar una serie que hace una parodia de GH y lo mezcla con un ingrediente muy particular. Destacándose dentro de la categoría de terror, se encuentra “Reality Z” y en esta nota te contamos los detalles para que decidas verla.
La serie original de Netflix, producida en Brasil, narra en diez episodios las desventuras de un grupo de sobrevivientes en medio de un apocalipsis zombi. La particularidad de la historia radica en que los protagonistas se encuentran aislados en un estudio de televisión donde se filmaba un reality show cuando estalló el conflicto.
La serie presenta todos los elementos característicos del subgénero zombi, entrelazados con las situaciones propias de la producción de un programa de entretenimiento televisivo.
Con una combinación de humor, referencias de la cultura pop y dosis equitativas de sangre, Reality Z retrata un Río de Janeiro sumido en el caos, iluminado tanto por las llamas como por los reflectores del reality llamado “Los dioses del Olimpo”. En medio del apocalipsis, el espectáculo debe continuar.
Producida en colaboración con Conspiração Filmes y dirigida por Cláudio Torres, “Reality Z” es una adaptación del renombrado programa de televisión británico llamado “Dead Set”. A diferencia de la serie original, que constaba de 5 episodios, esta producción brasileña llegó a Netflix con un total de diez capítulos.
La sinopsis de Reality Z
Más que ser una típica serie de zombies de tipo slasher, “Reality Z” se centra en la dinámica entre sus personajes, quienes luchan por mantenerse unidos durante una crisis.
La producción narra la historia de un exitoso programa de televisión llamado “Olympus”, que estaba a punto de comenzar su grabación en Río de Janeiro cuando se ve interrumpido por un apocalipsis zombi.
TK, Augusto, Jessica, Marcos, Teresa, Madonna y Cristina se ven obligados a buscar la manera de sobrevivir dentro del estudio de grabación. Mientras tanto, el director de marca intenta sacar provecho de la situación, y la productora Nina lidera la lucha contra los monstruos.