Si lográs superar el frenesí del primer capítulo te vas a topar con una serie maravillosa. La historia no es tan complicada. Un joven se tiene que hacer cargo del negocio de la familia, una sanguchería, después de, según entendemos, la muerte de un familiar.
El lugar es un desquicio. Gritos, mugre y gente que no le da bola. Su primo (con quien comparte el negocio) es un irrespetuoso. Las cosas siempre se hicieron de la misma manera y ahora Carmy vino a patear el tablero. Claro que mientras va pateando las deudas se acumulan.
Con el pasar de la serie nos vamos a enterar que Carmen (sí, así se llama el personaje) viene de ser el chef principal del mejor restaurante de los Estados Unidos. Multipremiado, elegante y con los saberes necesarios para ser el mejor, el principal obstáculo de Carmy es el statu quo.
En el primer capítulo se van delineando los personajes. El amor fraternal que hay entre ellos se asoma de tanto en tanto y nos da la pauta que ese amor va a ser un pilar fundamental. Uno de los personajes llega justamente porque “es un lugar especial”. Absolutamente sobrecalificada, elige trabajar acá porque era el lugar favorito de su papá.
Basada en el mítico restaurante de sánguches llamado Mr. Beef, la serie es creada por Christopher Storer, creador de otras series como Ramy y shows de comedia y stand up. El protagonista es Jeremy Allen White (Shameless) y en el elenco te encontras con Ebon Moss-Bachrach (The Punisher), Jon Bernthal (The Punisher) y Oliver Platt.
Con 8 episodios, esta serie tiene de todo para ser la favorita de esta última parte del año. Actuaciones reales, recursos visuales copados y la velocidad necesaria para tenerte atrapado los 30 minutos que dura cada capítulo.
Si viste algunas películas de este estilo como “Un viaje de 10 metros”, “Julie & Julia”, “Chef” y “Chef, la receta de la felicidad”, esta serie te va a encantar. Eso sí, respirá hondo durante el primer capítulo.