Si hay una manera de corroborar el buen presente del rock mendocino es la efervescencia, continuidad y calidad de los trabajos de las bandas actuales. Insertas o no en rótulos que intentaron mostrar su vigencia (como el que se hizo popular: manso indie), las propuestas del rock actual tienen muchas vertientes, y una de las más definidas es la de Surfeando el Tambor, el grupo surgido en Bermejo (Guaymallén) que desde 2009 apuesta a canciones power pop con toques de rock y experimentación.
Hoy, en la Sala Verde de la Nave Universitaria, la banda presenta oficialmente 3, su más reciente material de estudio. La noche será abierta por los artistas invitados Gino Cuatoni y Chiki Maza, quienes estarán tocando canciones de Siete, el flamante álbum del solista local.
La presentación es a las 20.30 horas y las entradas anticipadas pueden adquirirse en boleterías de la Nave y en EntradaWeb a $5000 pesos; el día del show el costo en taquilla ascenderá a $6000
La trayectoria de Surfeando el Tambor ha sido de constante crecimiento. Luego de editar un EP (El hombre de la memoria, 2013), el grupo publicó tres álbumes: Bermejoland (2016), La madrugada æterna (2019) y el actual 3 (2024). La banda, integrada por Lucas Rivero (guitarra), Diego Peralta (guitarra), Nicolás Di Giorgi (batería), Matías Valle (guitarra, teclados y programaciones), Fede Loria (bajo) y njikolai (voz), recibió los premios Banda revelación (Mendorock, 2015) y Mejor banda rock/pop (Super premios Zero, 2016).
En el flamante disco, Surfeando el Tambor presentan un álbum en el que “vacían las probetas en el fuego y se quedan a ver qué pasa concretando un disco de laboratorio que transmite la energía del vivo”, según sus propias palabras.
Compuesto por 10 canciones que surfean sobre bases electrónicas, voces distorsionadas y atmósferas de oscuridad, este tercer material transita entre el (más) power (que) pop que se caracteriza a SET (acrónimo de la banda) desde hace 15 años y una nueva esencia acorde a los tiempos que corren, reinventándose para seguir siendo después de todo, los mismos de siempre.