Un tipo de medicina natural, también conocida como alternativa, está orientada al uso de tinturas a base de fitonutrientes que, ya sea a través de la ingesta en forma de gotas disueltas en agua o de uso externo, produce mejoras en el estado general de la persona con alguna dolencia o afección. Estos preparados se llaman tinturas madres, y gracias a su fácil manufactura, han cobrado preponderancia entre las opciones vegetalistas.
Sin embargo, pese a que es un tipo de medicina natural, las tinturas madres -o su concepto original- han sido adoptadas por la farmacología y hasta por la cosmetología, ya que el método de extracción de los fitonutrientes es tan efectivo como antiguo para ambas corrientes.
“La tintura es una forma farmacéutica líquida que se utiliza para la extracción y conservación de principios activos presentes en plantas, hongos, animales u otras sustancias, mediante la utilización de disolventes como alcohol, agua o glicerina” explica el apartado de la Clínica Universidad de Navarra en su página web. “Las tinturas son ampliamente empleadas en medicina tradicional, fitoterapia, homeopatía y otras disciplinas relacionadas con el uso de productos naturales para la prevención, el tratamiento y la curación de diversas enfermedades y trastornos de salud”, asegura la introducción de la misma página.
La doctora cordobesa radicada en Mendoza, Alice Pérez Libares, licenciada en Bioquímica y Farmacéutica, especialista en industria cosmetológica, explica que el origen de esta forma de extracción es de difícil rastreo debido a que no existen registros ni matrículas que avalen su procedencia. “Convengamos que esto no es un invento de nadie, sino que viene de épocas ancestrales donde se utilizaban raíces y principios activos de distintas plantas para poder extraerlos y usarlos para distintas dolencias de enfermedades”.
La elaboración de tinturas implica un proceso de maceración, en el cual se sumerge el material biológico seleccionado en un disolvente durante una y seis semanas. “En el proceso de maceración se toma una determinada cantidad de sustancia biológica que puede ser una planta, un hongo u otra, y se dejan en líquidos vehiculizantes que son los que extraen el principio activo”, asegura la especialista.
También es posible mezclar distintos materiales biológicos y esto determinará si la tintura madre realizada es simple o compuesta, de acuerdo a si se usó una o varias sustancias con propiedades sinérgicas. Además, la concentración de principios activos en las tinturas puede variar en función de la proporción entre el material biológico y el disolvente, así como del método de extracción utilizado.
Pérez Libares agrega que se pueden hacer tinturas madres en base a distintos líquidos vehiculizantes “Pueden ser alcohol, agua, glicerina, o bebidas alcohólicas como el vodka y el ron. A veces se utilizan en combinación como sustancias hidroalcohólicas. Todo depende de la sustancia del principio activo que quieras obtener”, puntualiza.
Durante este proceso, los principios activos presentes en el material, como alcaloides, flavonoides, terpenos y otros compuestos con propiedades terapéuticas, se disuelven en el y se concentran en el líquido. “No nos olvidemos que las tinturas madres se pueden utilizar por vía tópica (a nivel cutáneo) o por vía interna (ingesta) a través de gotas, entonces hay que tratar de utilizar sustancias que extraigan los principios activos y que sean lo menos perjudiciales para la salud, por eso esto tiene que estar supervisado por un profesional”, sostiene.
En general, las tinturas son consideradas formas farmacéuticas concentradas y requieren una dilución adecuada antes de su administración, ya sea por vía oral o tópica.
Una vez finalizada la maceración, se filtra y se almacena la tintura en recipientes oscuros y herméticos para preservar su calidad y estabilidad.
Cómo nació el uso de tinturas madres
No existen registros ni patentes que den cuenta del origen de la utilización de tinturas madres, por lo tanto se considera que es un conocimiento primero empírico, utilizado por los pueblos ancestrales que luego fue recopilado por los primeros investigadores en farmacología quienes sentaron bases de conocimiento científico sobre las propiedades terapéuticas de las sustancias de origen natural y su capacidad para actuar en diversos sistemas del cuerpo humano.
Para qué sirven y cómo se usan
Por lo general, las tinturas madres se utilizan en dolencias menores y su tratamiento está orientado a afecciones digestivas, respiratorias, nerviosas y dermatológicas, aunque también hay registros de mejoras como coadyuvantes en enfermedades cardiovasculares y como colaboradores en mejorar los síntomas de dolor, insomnio, inflamación y ansiedad.
Desde el punto de vista médico, la doctora Pérez Libares asegura que “sirven fundamentalmente para la industria farmacéutica y cosmetológica. En el primer caso a través de la extracción de los activos de distintas plantas que sirven como antiinflamatorios, analgésicos y ansiolíticos, pero en cosmetología también se da el uso de raíces para curar ciertos problemas dermatológicos”, detalla.
Por otra parte, en el “Manual de plantas medicinales” editado en Ciudad de México, que recoge información transmitida de forma oral por generaciones y que fue sistematizada por Susana Urbina Pérez, Miriam Linares y Penélope Kosttede, las autoras aseguran que algunas de las ventajas que se tienen al utilizarlas son:
• El fácil acceso
• El conocimiento generalizado
• Se pueden conservar por mucho tiempo
• Pueden ser empleadas de diferentes formas
• Pueden ser usadas para diferentes dolencias
Entre los preparados más comunes en que se pueden encontrar las plantas medicinales, están: pomadas, tinturas, jarabes, té, jabones y champú.
Es importante verificar su procedencia
La página de la Universidad de Navarra, en España, considera que aunque el uso medicinal de las tinturas madres es altamente positivo, también se debe tener en cuenta su procedencia y los buenos resultados. “A pesar de su amplio uso en medicina tradicional (aborigen), es importante considerar que la eficacia y la seguridad de las tinturas pueden variar en función de la calidad, la concentración y la composición de los productos, así como de las interacciones con otros fármacos y las condiciones individuales de cada paciente”, sostiene.
“Es esencial que la elaboración, la prescripción y el consumo de tinturas se realicen bajo la supervisión de profesionales de la salud capacitados y con experiencia en el uso de productos naturales. Además, es fundamental promover la investigación científica y la regulación de las tinturas y otros productos a base de plantas y sustancias naturales, con el fin de garantizar su calidad, eficacia y seguridad en el ámbito de la Medicina y la Salud Pública”, sugiere la página.
En el mismo sentido, la doctora Pérez Libaren asegura “La tintura madre no la puede hacer cualquiera porque tiene que tener una cierta concentración de la sustancia biológica de la que se pretende extraer su principio activo y una cierta cantidad de líquido diluyente para que se pueda tener una determinada concentración”, y completa “porque convengamos que si vos tenés una con una concentración muy alta, puede llegar a ser tóxico. Por el contrario si la concentración es muy baja puede que no tenga efecto, por eso es importante que quien lo haga sea un profesional en el tema”, concluye.
Recomendaciones del Manual de Plantas Medicinales
El “Manual de plantas medicinales” publica una forma sencilla de obtener una tintura madre siguiendo estos pasos y teniendo las siguientes observaciones:
Materiales: Plantas medicinales. Frascos de cristal esterilizados, de preferencia oscuros.
Alcohol 96º. Etiquetas.
Preparación: Las tinturas se elaboran en una proporción de 20 gramos de planta por cada 100 ml de alcohol con graduación 96 º. También se puede usar aguardiente, siempre que tenga un mínimo de 45º de alcohol.
Los siguientes pasos son:
1. Lavar muy bien la planta y en seguida picarla en trozos muy pequeños.
2. Poner la planta picada en un frasco de 100 ml. Rellenarlo de alcohol y cerrarlo. Ponerle una etiqueta con la fecha de elaboración, guardar el frasco en un lugar oscuro durante un mes. Agitarlo cada dos días.
3. Después del mes se filtra la mezcla con un trapo de algodón o lino.
4. Guardar el líquido en un gotero, previamente esterilizado y está listo para utilizarse.
Muy importante: las tinturas deben de ser guardadas en un frasco con el nombre de la planta y la fecha. El fresco debe de ser oscuro (verde o ámbar). Si no tenemos un frasco oscuro, podemos envolverlo en un papel o trapo negro.
Cómo tomar la tintura: En general, las personas adultas pueden tomar entre 15 a 20 gotas de tintura, una o dos veces al día, diluidas en medio vaso de agua.
Algunas observaciones:
- Las tinturas deben de ser evitadas por personas con problemas de hígado.
- Las mujeres embarazadas solo deben tomar medicamentos por recomendación de un profesional de salud y médica herbolaria.
- Normalmente se recomienda tomar tinturas una o dos veces al día, durante un período de 4-6 semanas.
- El ser un remedio a base de hierbas no implica que el uso de tinturas no produzca efectos secundarios negativos. Sin embargo, al contrastarse con algunos fármacos, resultan ser tolerables.
- No mezclar las tinturas con otros fármacos. En caso de usar medicamentos prescritos por un médico o una médica, consulta con él o con ella tu interés de ingerir tinturas. Puede que exista alguna reacción adversa o interacción. Pueden presentarse reacciones alérgicas (fiebre, urticaria, inflamación) a alguna tintura en particular.
- Algunas tinturas pueden bajar o aumentar la presión arterial. Algunas personas pueden generar malestares intestinales como diarrea, estreñimiento o gases. Con otras pueden sentir acidez estomacal.
El conocer los efectos y forma de actuar de una planta requiere de tiempo y mucho autoconocimiento. Nunca tomes ningún medicamento, ni te automediques si no te sientes segura o si no conoces cabalmente la propiedad de una planta.