La resistencia y el deseo pueden mantener en pie cualquier proyecto. Y el Teatro Gladys Ravalle - Enkosala es una prueba viva de que el teatro es resiliencia y permanencia. En junio pasado, un incendio provocado por el fuego en un descampado colindante devoró el espacio, consternando a toda la comunidad cultural de la provincia. Pero pese a que el espacio ubicado en Godoy Cruz quedó totalmente destruido, el trabajo de la compañía continuó.
Mañana, 24 de septiembre, el elenco cumple 25 años y lo celebrará con el estreno del unipersonal “La vez que estuve muerto y Martin L. Gore no me vino a visitar”, con dos funciones a las 19 y 21, en la Mediateca de Godoy Cruz.
Bodas de Plata para el teatro independiente
Desde la autogestión, el Teatro Gladys Ravalle viene trabajando en la escena hace 25 años. Bajo la asociación civil Teatro de Cuyo, el Enko Cía. Teatral y El Joven Teatro (ex Goethe) han brindado innumerables estrenos, talleres y seminarios de formación, como así también un encuentro internacional de “Teatro por la Memoria” que va por su XX edición, además de participar en giras, festivales nacionales e internacionales representando a la provincia.
Con los nombres de Cristóbal Arnold y Gladys Ravalle como bandera (dos figuras legendarias de nuestro teatro), el actor y director Juan Comotti -hijo de ambos- continuó el legado en este espacio, que se transformó en semillero y uno de los epicentros de la escena independiente.
El reciente incendio de la sede provocó que el elenco trasladara su trabajo a otro espacio, pero siempre con la convicción de sostener su visión del teatro y alimentar esta disciplina.
“El proceso de reconstrucción de la sala está en la fase final del proyecto. Estamos realizando los estudios de suelo para ver qué tipo de edificación estructural debemos aplicar, puesto que el fuego dañó el hierro que sostiene las paredes y por ende hay que demoler todo. Una vez que tengamos la evaluación del estudio de suelo vamos a avanzar con el estudio estructural, con el que nos están ayudando desde la Universidad Tecnológica Nacional”, cuenta Juan Comotti, director del espacio, sobre la difícil tarea de poner nuevamente en pie la sala.
Pero la esperanza es una llama que no se apaga: la compañía, conformada por actores y profesores, siguió trabajando y, pese a que el incendio fue devastador para el grupo, las ganas de volver a tener una sala propia siguen intactas.
“Sí bien es cierto que para los grupos y profesores de la sala y demás elencos que trabajan con continuidad en ellas fue devastador, tenemos esperanza de que va a ser para mejor. Nuestro teatro siempre se forjó desde la resistencia y estamos continuamente desde nuestra condición y desde lo combativo de nuestras temáticas, empujando irremediablemente hacia adelante. Muchos compañeros del país, la provincia y Latinoamérica empujan este proyecto. Muchas voluntades artísticas proyectan su energía positiva mediante diversas formas. Esperemos tener mediante nuestra ONG también apoyo privado. Venimos del fallecimiento de Gladys Ravalle, artista que representa nuestro trabajo y a quien en vida pudimos homenajearla llamando la sala como ella”, se emociona Comotti.
“Su pérdida fue el primer golpe durísimo pospandemia, posteriormente tuvimos la pérdida de la compañera Valeria Portillo - referente y fundadora de nuestro espacio- y luego todo se remató con el incendio. Queremos creer que las cosas suceden por algo y aspiramos a transmutar el fuego en arte: ese es nuestro lema”, cuenta Comotti sobre las pérdidas afectivas y materiales que sufrió la comunidad este año.
Sobre la obra
Para no dejar pasar un aniversario tan representativo como los 25 años de un proyecto, Juan Comotti vuelve a la dirección con el unipersonal “La vez que estuve muerto y Martin L. Gore no me vino a visitar”, del autor alemán Daniel Mezgler.
Interpretada por Gustavo Adolfo Ramírez, la obra está inspirada en la vida del vocalista del grupo Depeche Mode y de una supuesta relación con Britney Spears. Podemos ingresar en la vida íntima de los íconos del pop, quienes al crecer como artistas se encuentran con el contradictorio dilema de cómo seguir viviendo sin el estereotipo aún vigente.
“Gustavo ya es parte de nuestro elenco y el proceso de creación fue muy fluido, porque tiene como actor la capacidad de realizar una síntesis de la dramaturgia. La elección de la obra la hizo él dentro del catálogo de monólogos que tenemos. Este unipersonal se suma a una cadena que ya lleva 11 años investigando sobre la dramaturgia alemana desde el elenco en coproducción con la Sociedad Goetheana de Mendoza. Quisimos seguir con esa línea para no perder continuidad”, apunta el director.
La Ficha
“LA VEZ QUE ESTUVE MUERTO Y MARTIN L. GORE NO ME VINO A VISITAR”
Funciones: Mañana, sábado 24 de septiembre, a las 19 y 22.
Lugar: Mediateca Manuel Belgrano (Tomba 54, Godoy Cruz).
Entrada: $500. A beneficio de la Enkosala. Reservas al 261-5988143.
Autor: Daniel Mezgler.
Actúa: Gustavo Adolfo Ramírez
Dirección: Juan Comotti.