El próximo viernes 23 de junio llega Turf a Mendoza con su nuevo disco “Renacimiento”. Después de su última presentación en nuestra provincia con entradas agotadas, la banda liderada por Joaquín Levinton busca repetir la historia, pero esta vez en el Teatro Plaza de Godoy Cruz. Los tickets están disponibles en el sitio EntradaWeb y tienen un costo de 3.700 y 4.200 pesos.
Antes de su llegada a Mendoza, Joaquín Levinton habló con Diario Los Andes sobre el presente de la banda y su particular mirada sobre la vida. Divertido y despistado, tal como él se define, nos regala un rato de buena charla, divertidas anécdotas y profundas reflexiones.
Con una trayectoria de 27 años con Turf, la popularidad de Joaquín Levinton explotó en los últimos años. Desde su aparición en “PH”, el programa conducido por Andy Kusnetzoff, el público masivo descubrió un tipo cercano, con una picardía encantadora, que los terminó cautivando. Ya no eran los fans de Turf: ahora todo un país quiere a Joaquin.
Su paso por “Masterchef Celebrity” lo dejó más que demostrado. Con su ingenio y gracia, se convirtió en uno de los favoritos del público. ¿Quién puede olvidarse del pescado Raúl o la rata Miguel? Su desparpajo es fascinante.
Lo cierto es que detrás del cocinero amateur, o del conductor de radio en “Tremendovich”, junto a su amiga Lula Rosenthal, está el músico que hizo bailar, cantar y enamorar a varias generaciones. Es un tipo que hace feliz a la gente y eso, en estas épocas, es un montón.
-¿Qué expectativas tenés con esta próxima llegada a Mendoza con Turf?
-Bueno, las expectativas son un montón porque es un show que preparamos especialmente para esta oportunidad. Tenemos un disco nuevo para presentar con varios temas que nunca han escuchado.
-Es llamativo el nombre del disco, ¿en qué sentido se renace?
-Se renace como se renace cada día, cuando uno se levanta. Con qué nos vamos a encontrar, ¿con lo mismo, o vamos a intentar hacer del día un día especial un día divertido, un día con cosas nuevas? La idea es esta, celebrar los cambios, las modificaciones, las incorporaciones, a estar abierto a que pasen cosas nuevas. Imaginate que nosotros somos un grupo de 27 años de trayectoria y para nosotros es doblemente importante sentir eso, porque si no, pensaríamos que somos unos tipos han entregado su vida a algo aburrido, sintiéndose que uno está aburrido.
-La monotonía de la cotidianeidad...
-Exactamente. Sí es monótona la vida simplemente por repetirse un mes, imaginate 27 años.
-Claro, es un montón.
-Sería una pesadilla. Entonces eso, Turf siempre tuvo la característica de renovarse musicalmente y de reinventarse siempre. Cuando escuchás una canción de Turf siempre es novedosa. O sea, dentro del mismo estilo del grupo, siempre te encontrás con algo nuevo que te llama la atención, y tratamos de mantener eso siempre. Yo creo que por eso acabamos de agotar el Gran Rex. Por eso ahora tenemos un año muy lindo, cargado de sorpresas, de cosas nuevas y de entusiasmo. Vos me preguntás qué vamos a hacer en Mendoza y bueno, vamos a ir a tocar como si fuéramos por primera vez, entonces, para nosotros es muy lindo, nos llena de expectativa ir nuevamente.
-Las primeras veces son lindas. Pienso en las cosquillas que uno siente en una primera cita, un primer beso. Se dan el lujo de volver a sentir esas cosas.
-Es linda la analogía que hacés. Ojalá que pase eso. De nuestro lado siempre va a pasar, y aparte Mendoza es una provincia a la que le tenemos mucho cariño y mucha historia. Tenemos muy buenos amigos en Mendoza. Amigos que llevan años y que, por ejemplo, nos han venido a ver al teatro Gran Rex desde Mendoza. Son amigos que cuando venían a ver a Turf tenían 19 o 20 años y hoy son personas que tienen hijos, o se han hecho profesionales y están felices de su vida, ¿no?
-¿Y cuál es el secreto para seguir tan vigentes y que el pibe que los escuchaba a los 19 y hoy es padre o madre vaya a verlos con su hijo?
-El secreto es no repetir la fórmula, creo que es tan simple como eso. Cuando repetís la fórmula porque te fue bien con algo... y, me parece que ahí se empieza a poner aburrida la cosa, y no hay que subestimar el aburrimiento. El aburrimiento puede llegar a ser peligroso.
-Es disparador de muchas cosas...
-Pero cosas que no son buenas. Es un enemigo sutil, el aburrimiento, porque parece como que no pasa nada, pero bueno, en realidad estás perdiendo tus días y cada día cuenta porque la vida es corta.
-Bueno, vos no tenés mucho tiempo para aburrirte. Se nota que sos bastante inquieto. No sé, pienso en Turf, en “Masterchef”, en “Tremendovich”. No parás.
-Por eso. Me divierten las cosas nuevas. Me divierte entrevistar, me divierte ir a la televisión, cocinar y encontrarme con gente que no me esperaba. Es lo principal. Soy un tipo divertido que busca divertirse. Voy por ahí, buscándole el talón de Aquiles al aburrimiento.
-Siempre fuiste un tipo de muy bajo perfil y como que explotó todo después de tu participación en “PH”.
-Sí, puede ser.
-Esa vez contaste un montón de cosas que muchos no conocían de vos. Hoy, ¿cómo te llevás con este tren de popularidad que te llevó a estar más expuesto de lo que estabas antes?
-A mí, afortunadamente, la gente me tiene mucho cariño. Evidentemente, toda la buena onda que yo tiré a lo largo de mi vida, que fue un montón, vuelve. Soy una persona que cuando canté, busqué alegrar, y creo que a esta altura, y humildemente lo digo, Turf le ha sacado una sonrisa a todos con alguna que otra canción. ¿Quién no bailó con “Pasos al costado”?, ¿quién no se enamoró con “Magia blanca”? o ¿quién no cantó “Loco un poco” en su viaje de egresados? Eso, más lo de “PH”, que vos me preguntabas por eso, me llevo muy bien porque cuando voy por la calle me saludan y me agradecen. Soy un tipo que va por la calle, voy andando en bicicleta, y vivo en el Abasto, que es un barrio bastante “pesuti” y nadie me dice nada y nadie me jode. A veces me olvido la puerta de mi casa abierta y nadie se mete. El otro día me fui a Valeria del Mar, nueve días, y la casa quedó con la puerta abierta de par en par y nadie entró.
-Bueno, tuviste mucha suerte.
-Capaz les pareció una trampa mortal.
-¿Siempre fuiste así de despistado?
-Sí, hay días que más que otros. Hoy me encontraste en un día de bastante lucidez porque suelo ser disperso. Suelo empezar hablando de una cosa y me voy por las ramas.
-¿Hay alguien que te baje a tierra? Que te diga “Joaquín, acordate de tal cosa”, “Joaquín, tenés que hacer esto”...
-Mi compañero de banda, Lea, que es totalmente lo contrario. Es un chico que tiene los pies bien en la tierra, que es bien organizado, que trabaja mucho en todas las partes de la banda que requieren estar re pila. Juntos hacemos un equipo bárbaro porque uno es un volado y el otro es un organizado.
-¿Qué significa Turf para vos?
-Turf es mi manera de manifestar la realidad. Es mi equipo, somos los mismos que estamos cuando empezamos en el ‘95, haciendo, con el mismo entusiasmo, lo mismo.... No, no, perdón: lo mismo no. No quiero decir que repitiéndonos.
-¿Hoy es más fácil o más complicado hacer música, en esta época de redes sociales y de plataformas en la que los pibes de ahora te sacan un tema cada dos horas?
-Yo creo que es muy distinto tener una banda que ser solista. Y también los métodos son distintos, pero para hacer música no hay receta. Vos me decís que hacen canciones en dos horas, bueno, Charly García hizo “Los Dinosaurios” de una, de un tirón.
-No me refería a la creación, iba más por el lado de que antes un músico o grupo sacaba un disco por año y ahora cada una semana tenés un tema nuevo.
-Tampoco hay una receta para responderte esto, porque si vos pensás en el valor de un disco, por ejemplo, qué sé yo, un disco de Pink Floyd o un disco que merezca la pena ser escuchado de principio a fin, ese disco te va a proporcionar lo que podríamos decir, un viaje, un universo. Te metés en un mundo que el artista diseñó para que vos te involucres durante lo que dure el disco, que son 30 o 45 minutos. Es distinto a poner una canción, sentir que bailaste, alegrón y chau, son 3 minutos 30. ¿No es un viaje, no?
-No...
-Bueno, creo que es esa la diferencia. Los tiempos modernos son de mucha inmediatez y de poco detenerse a disfrutar el momento. Habría que dejar los celulares o tener un límite, ¿no?
-¿Vos usás mucho el celular?
-Lo uso muchísimo, más de lo que yo querría, o debería. Ahí tenés un problema muy grande, porque no podés hacer una sola cosa, centrado de lleno en eso, porque estás haciendo más de una, dividiendo la concentración y el disfrute. Y eso es una mierda. Pocas veces me pasa que uso la cabeza sin estar pensando o interrumpiendo lo que hago con otro pensamiento. Por ejemplo, cuando juego a la pelota, mi cabeza está en el partido, sólo es una hora de pensar solo en la pelota, correr y hace un gol. Cuando estoy en un recital, bueno, la concentración es bastante, pero no tanto como en un partido de fútbol. Uno se dispersa cuando alguien te grita. Pero bueno, volviendo al tema de la banda y de este concierto que nos espera en Mendoza, vamos a tratar de hacer que esa hora, hora y media que toque el grupo, nos estamos involucrando, que sea una suerte de ritual de encuentro, de festejo, de celebración.