A un año de la muerte de Silvina Luna, Carlos Monti presentó a Christian Basoalto, un chofer que se convirtió en el mejor amigo y sostén de la modelo en sus momentos de mayor necesidad y que criticó a quienes se “colgaban” de ella para figurar en los medios.
Christian contó que conoció a Silvina hace seis años porque debía ir a buscar a un amigo rosarino de Ezequiel, el hermano de la modelo, quien le preguntó si podía trasladar a su hermana a diversos eventos, y luego, en pandemia, los víveres que ella necesitaba para subsistir dada su situación.
“Yo le iba a comprar los remedios, iba al banco, cosas que la ayudaban en lo cotidiano. Cuando empezó a ir mucho al Hospital porque le subían los niveles de calcio y no quería que se enterara Ezequiel, me llamaba y capaz que se tenía que quedar internada y me quedaba con ella”, relató en Entrometidos (Net TV).
En este sentido, Christian contó que debía guardar silencio por pedido de Silvina, dada la preocupación que le ocasionaba su salud a Ezequiel, que llegó a mudarse a dos cuadras del Hospital Italiano para estar bien cerca de ella.
Asimismo, Christian contó cuánto le afectó la muerte de la modelo. “A lo último ella se había lastimado una pierna y teníamos que ir con silla de ruedas al Italiano. Y ella no tenía privilegios porque tenía que esperar a que la llamaran, y aunque se quería ocultar, la gente empezaba a mirar así que trataba de cuidarla mucho”, recordó.
“Yo tenía permiso para ir a verla al Hospital, y en momentos en que ella estaba intubada, pero consciente, le llevé una virgen que le enviaron las Trillizas de oro, y la tocaba… Estaba muy aferrada a lo espiritual”, agregó Basoalto.
El mejor amigo de Silvina Luna criticó a quienes filtraban su estado de salud
Asimismo, Christian apuntó contra las amistades que recorrían canales de TV hablando sobre ella. “Yo tengo amigos que Silvina me heredó y que me llaman y estamos en contacto, pero había un par de personajes que iban a verla y cuando salían se iban a los canales”.
“Y yo decía que no estaba bueno porque iban a contar sobre su deterioro físico”, dijo negándose a hablar de “un matrimonio conocido” por el que le preguntó Monti.
“Te vas a dar cuenta de que cuando la despedimos ellos no estaban, pero aparecieron cinco minutos antes de salir el cuerpo. Me dolió mucho porque ella los quería y eso me afectó”, recordó Christian, que llevó una de las manijas del ataúd por pedido de Ezequiel.
Christian también contó cómo fue el final de Silvina, que “se fue en paz”. “Fue con música, mantras, con los amigos sosteniéndole las manos y yo me acerqué y le dije al oído ‘A este viaje no te puedo llevar’”, cerró, quebrado por la emoción.