Martín Seefeld, que encarna a un empresario inescrupuloso en la segunda temporada de “Los protectores”, la comedia de Star+ encabezada por Adrián Suar, Gustavo Bermúdez y Andrés Parra, celebró la posibilidad de personificar a un villano en una propuesta internacional de “fuerte impronta local”. Y también resaltó la importancia de “generar políticas públicas para que Argentina vuelva a ser un centro de producción internacional”.
“Hemos sido cuna de grandes ficciones, tenemos un talento enorme, un país extraordinario para mostrar y no nos damos cuenta de que estamos derrochando una gran oportunidad”, destacó Seefeld en una entrevista con Télam, con respecto a la situación de la producción nacional en la industria audiovisual.
Actor en tiras emblemáticas como “Poliladron”, “Gasoleros”, “Rebelde Way”; productor de series como “El elegido” y próximamente protagonista de la películasecuela de la emblemática serie “Los simuladores”, dirigida por Damián Szifron, acaba de sumarse a la segunda temporada de “Los protectores”, disponible desde el domingo en la plataforma de streaming Star+.
Producida por Polka, esta nueva entrega escrita por Marcos Carnevale y dirigida por Jorge Nisco que incluye la participación de Lionel Messi en el primer capítulo, retoma la historia de “Los protectores S.A.”, el proyecto impulsado por Renzo “Mago” Magoya (Suar), Reynaldo “Colombia” Morán (Parra) y Carlos “Conde” Mendizábal (Bermúdez) a un año de su creación, cuando la empresa ya está consolidada como una de las más importantes en representación futbolística de Latinoamérica y Europa.
En ese contexto de prosperidad es que aparece Ernesto Carstens, el empresario siderúrgico interpretado por Seefeld, que decide armar una agencia de representación que, a fuerza de maniobras fraudulentas, termina quedándose con los mejores jugadores de “Los protectores”.
“Es un hombre que va por todo y no tiene ética -resumió Seefeld a su personaje-, es de esos papeles oscuros que, como actor, son muy divertidos. Me gusta hacer villanos, componer algo que está muy lejos de mí y que la gente te deteste es un desafío interesante”.
-¿Qué fue lo que más te interesó de participar de “Los protectores”?
-Cuando me llamó Adrián me puse contento porque me gusta mucho trabajar con él, desde que participé en su primer proyecto importante, que fue “Poliladron”. Pero, además, particularmente de esta serie que tiene un humor simple, fácilmente identificable, que hace que a la gente le guste y este personaje viene a darle un contraste a ese humor que ayuda a que se realce mucho más el humor de ellos, se potencian los dos polos. Digamos que la primera temporada me había parecido muy divertida y esta, además, tiene una vuelta de rosca de acción y mafia que, si bien no llega nunca a un punto oscuro, muestra un universo distinto, con muy buen timing de situaciones peligrosas y a la vez muy divertidas.
-¿Cuál es el desafío de una serie con un tono tan “identificable” en una plataforma internacional?
-La madre de todo es el guion, pero si tenés un buen guion, tenés que tener presupuesto que te permita trabajar al nivel de las plataformas. Hemos sido cuna de grandes ficciones y como país tenemos la obligación de generar políticas que nos permitan volver a ser ese centro de producción internacional donde tenemos un país extraordinario para mostrar. Por razones fundamentalmente políticas no logramos tomar decisiones que hagan que la gente venga a filmar acá. Y nos tomó el centro de producción Uruguay, Colombia y estamos derrochando una oportunidad.
-¿No creés que las grandes plataformas de streaming están reavivando la industria?
-Se habla mucho del “boom” de las plataformas para los actores y es mentira, porque trabajan casi siempre los mismos. El trabajo vino más para los técnicos y el detrás de cámara, que está buenísimo, pero para el actor no tanto. Más allá de que la forma de hacer tele cambió porque se acabaron las novelas o ficciones de 120 capítulos, pero sí creo que como Brasil o Turquía habría que volver a hacer series con ese nivel de producción necesarios para que fueran atractivas.
-¿Creés que hay un público para la ficción de televisión? En El Trece a “ATAV2″ (”Argentina, tierra de amor y venganza”) no le fue muy bien y fue una apuesta muy grande
-Por ahí no funcionó el tema, no atrajo el guion o la historia, que puede pasar. Adrián es una máquina de meter éxitos, yo valoro que la haya hecho porque se la jugó y dio un montón de laburo.
-¿Con tanta oferta es más difícil generar contenidos que dejen una marca como, por ejemplo, fue tu personaje en “Los simuladores”?
-Es mucho más difícil. En lo que a las series respecta, yo me atrevo a señalar a Francella con “El encargado” o veremos qué pasa con “El Eternauta” (que con el protagónico de Ricardo Darín comenzó su rodaje con miras a estrenar en Netflix), pero después es más difícil dejar esa impronta. Antes eran otros rating, otra cantidad de gente que miraba, de alguna manera son productos que han marcado una época. Hoy, con las plataformas y la cantidad de ofertas, es difícil tener un recuerdo.
-¿Qué expectativa tenés con la película de “Los simuladores”?
-La estaremos filmando en el segundo semestre del año y está todo encaminado para que salga a la luz el año que viene. Yo estoy muy feliz de volver a “Los simuladores”, que es como volver a casa porque los chicos son familia. También está dando vueltas la responsabilidad de estar a la altura de la expectativa, pero muy ilusionado y con mucha ansiedad de salir a hacerlo y ver qué pasa.