Como si a este 2020 le faltara algo para parecer el libreto de una película de ciencia ficción, en los últimos días se produjo uno de los regresos más sorprendentes. Después de algunos años de silencio, Anonymous, el reconocido grupo de hackers enmascarados, volvió con munición pesada.
Entre sus más recientes denuncias, el grupo de piratas cibernéticos acusó a Donald Trump de asesinar al magnate estadounidense Jeffrey Epstein, quien había sido condenado por pedofilia y apareció muerto en su celda en 2019.
Epstein fue la cúspide de un esquema piramidal de abusos sexuales que tenía a niños como sus principales víctimas. En 2007 había sido acusado por "solicitar prostitución y tentar a la prostitución a menores" y se habían identificado a 36 adolescentes víctimas abusadas por él y por su pareja Ghislaine Maxwell, pero por su poder económico evitó ir a la cárcel.
Pero en el julio de 2019 fue detenido y acusado de tráfico de menores. Un mes después, el 10 de agosto de 2019 apareció muerto en su celda con signos de suicidio, pero es descreída por muchos.
Y Anonymous llegó para reforzar esa versión: en una de sus últimas apariciones denunciaron que el magnate abusador fue asesinado por orden de Donald Trump, para evitar que revelara su nombre como parte de la red de tráfico de menores.
Casualmente, el 27 de mayo Netflix había estrenado "Jeffrey Epstein: asquerosamente rico", una serie documental que narra la perversa historia del multimillonario a partir del testimonio de algunas de las víctimas.
Con cuatro episodios se recrean las denuncias que se formularon en su contra. Dirigido por Lisa Bryant y basando en el libro de James Patterson comenzó a grabarse antes de la última denuncia contra Epstein y requirió medidas extremas para su producción. La edición y todos los documentos que encontraron para su realización estuvieron resguardados en un cuarto con una caja fuerte que tenía un sistema encriptado para evitar que fueran hackeados o bloqueados para que la serie no saliera.
