La barrera cutánea, también conocida como barrera epidérmica, se refiere a la capa de la piel que protege el cuerpo contra el entorno externo. Esta barrera es esencial para prevenir la entrada de microorganismos, alérgenos, toxinas y pérdida excesiva de agua.
Este escudo protector está compuesto principalmente por la capa externa de la piel llamada epidermis. La epidermis está formada principalmente por células llamadas queratinocitos, que se renuevan constantemente y producen queratina, una proteína que otorga rigidez y protección a la piel. Su principal función es evitar que las sustancias dañinas entren en la piel y la pérdida excesiva de agua.
La barrera cutánea también incluye las glándulas sebáceas y las glándulas sudoríparas que producen aceite y sudor y ayudan a mantener la piel hidratada y ácida, creando un entorno hostil para muchas bacterias y microorganismos.
Cuando la barrera cutánea se daña debido a lesiones, irritaciones, enfermedades de la piel o exposición a factores ambientales agresivos como el sol, viento o frío; puede causar problemas de salud de la piel como infecciones, sequedad, inflamación y alergias. Por lo tanto, es muy importante cuidarla y protegerla para mantener su salud e integridad.
¿De que manera podemos proteger la capa más externa de la piel?
1. Limpieza suave: utiliza limpiadores suaves y sin fragancia para evitar la eliminación excesiva de aceites naturales de la piel. Lava tu rostro con limpiadores Syndet. A diferencia de los jabones tradicionales, que son alcalinos y pueden ser más agresivos para la piel, los limpiadores Syndet tienen un pH más cercano al pH natural de la piel, que es ligeramente ácido (generalmente alrededor de 5.5). Esto los hace menos propensos a eliminar los aceites naturales y dañar la barrera cutánea, lo que los convierte en una opción más suave para limpiar la piel.
2. Hidratación: aplica una crema hidratante después de la limpieza para mantener la humedad en la piel y a fortalecer la barrera cutánea.
3. Protección solar: El sol puede dañar la barrera cutánea. Usá protector solar diariamente, incluso en días nublados, para proteger tu piel de los daños provocados por los rayos UV.
4. Evitar productos agresivos: Evita los productos de limpieza o cuidado de la piel que contengan ingredientes agresivos como el alcohol, fragancias fuertes, ácidos exfoliantes en exceso. Estos pueden dañar la barrera cutánea.
5. Dieta equilibrada: mantené una dieta equilibrada rica en antioxidantes, ácidos grasos omega-3 y vitaminas para promover la salud de la piel desde adentro.
6. No te exfolies de forma excesiva: la exfoliación puede ayudar a eliminar las células muertas de la piel, pero hacerlo en exceso puede dañar la barrera cutánea. Exfolia tu piel una o dos veces por semana.
7. Hidratación interna: tomá agua para mantener tu piel hidratada desde el interior. La hidratación es fundamental para la salud de la piel.
8. Evita el estrés: el estrés crónico puede debilitar la barrera cutánea. Practica técnicas para el manejo del estrés, como la meditación o yoga.
Usa productos adecuados para tu tipo de piel; ya sea grasa, seca, mixta, sensible, etc.. Cuidar la barrera cutánea es importante para mantener una piel sana. Los cambios en la rutina de cuidado de la piel pueden llevar tiempo en mostrar resultados, así que mantené la constancia en el cuidado de tu rostro.
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