Estrecho firmemente su mano,
Alguna aspereza por ser limada,
De pie uno frente al otro,
Esperando la siguiente movida.
No hay melodías que acompañen,
No hay testigos que atesoren,
Con firmeza nos sujetamos,
Dejando caer la guardia entre risas.
Imitando alguna coreografía satírica,
Pasamos del abrazo
Y algún último recuerdo disparatado.
Es el horario quien apresura,
Es el andén receptivo,
Es el poeta diciendo, adiós, amigo.