Andrés Parra: “Las series se terminan convirtiendo en un documento histórico”

El actor colombiano que personificó a Pablo Escobar en la serie El patrón del mal, recuerda momentos y anécdotas del rodaje, y reflexiona acerca de cómo tan nefasto personaje dejó huellas imborrables en la historia política y social de su país y del continente.

Andrés Parra: “Las series se terminan convirtiendo en un documento histórico”
Andrés Parra fue el Escobar más famoso. Aquí, junto a su socio Pedro Motoa

Pablo Escobar: El patrón del mal, fue una de las producciones que marcó un antes y un después en las series de narcos, ya convertidas en todo un género, no solo por la historia en sí, que describe los hechos más aberrantes cometidos por los sicarios del cartel de Medellín, sino por la interpretación de los personajes más cercanos al líder de la banda. Andrés Parra, el actor que encarnó a Pablo Emilio Escobar Gaviria, logró mimetizarse a tal punto con su personaje, que sus compañeros de grabación llegaron a decir -a modo de broma- “Andrés está poseído por el espíritu de Pablo”.

Lo cierto es que la serie dejó una huella muy pronunciada en la memoria no tan solo del pueblo Colombiano, sino también de todos los que la vieron en las distintas plataformas a lo largo de los últimos años.

Por eso, la noticia de que A&E estrena mañana la serie completa, fue motivo de celebración y reencuentro para los actores, quienes ofrecieron una rueda de prensa en la que se vivieron momentos divertidos recordando anécdotas, pero también emotivos y de reflexión acerca de lo que el mundo y el negocio de la droga, iniciado por Escobar, ha generado a lo largo del continente.

Esta mega producción de Caracol TV está basada en el best-seller “La Parábola de Pablo” (2001), biografía de Escobar escrita por el colombiano Alonso Salazar que cumple su vigésimo aniversario este 2021 y que sigue cautivando a la audiencia mundial. Creada por Juana Uribe y Camilo Cano (hijo de Guillermo Cano, director del diario El Espectador asesinado por Escobar), dirigida por Carlos Moreno y Laura Mora; está protagonizada por Andrés Parra (Pablo Escobar), Angie Cepeda (Regina Parejo), Cecilia Navia (Patricia Urrea, esposa de Escobar) Juan Carlos Arango (El Mariachi), Christian Tappan (Gonzalo Gaviria) y Anderson Ballesteros (El Chili), entre otros destacados actores.

Andrés Parra hoy, alejado de los personajes del narcotráfico
Andrés Parra hoy, alejado de los personajes del narcotráfico

John Jairo Velázquez Vázquez (Popeye) en varias oportunidades hizo comentarios acerca de la serie pero en particular de tu interpretación, elogiándola. ¿Qué te provoca que uno de los principales sicarios de Escobar hablara de tu personaje?

Digamos que obviamente ese es un filtro importante, porque es alguien que obviamente estuvo muy cerca de él y lo conoció muy bien. Entonces pues a mí me da, digamos que satisfacción. No porque lo diga él, sino digamos que lo diga alguien cercano. Digamos que tiene un poco más de conocimiento, pues chévere. Si hubiera sido terrible, si sale a decir -o si en general salen a decir- “no, es una mierda” o “Nada que ver, eso no era así, eso es una payasada”, ahí, sí como qué vergüenza (se ríe).

¿Por qué crees que se convirtió en un hito y un personaje tan icónico en el mundo de la televisión?

No sé, esto es un fenómeno muy raro. Me estoy acordando en este momento que el día que yo fui a hacer el casting estaba Juanchito Arango y él estaba haciendo para El mariachi, creo yo. Y saliendo me dijo como que el desea un poco que ninguno quedara porque sentíamos que iba a ser meterse en un chicharrón muy bravo. Y yo creo que así fue, ¿no? Fue una experiencia muy, muy, muy dura, fue un rodaje muy difícil, muy complicado. Yo tengo unos recuerdos de ese rodaje de mucho amor y mucha amistad entre nosotros en el club, pero una experiencia muy ruda para todos también, muy difícil. Y yo entré a ese proyecto realmente creyendo que no iba a pasar mayor cosa con eso, porque en Colombia ya era la tercera serie que venía sobre el narcotráfico y dije bueno, a lo mejor la gente ya no va a querer ver más sobre esta vaina. Cuánto ha pasado ¿diez años?, creo ya, y miren, seguimos. Aquí estamos otra vez. Yo no me lo esperé. Yo creo que nadie, la verdad, que fuera a pasar lo que pasó con esta serie, ¿no?

¿Qué hiciste para prepararte para ese personaje? ¿Y cómo te pudiste deshacer de esta piel?

Yo me había empezado a leer el libro de Alonso Salazar, el de “La parábola de Pablo”. Ya tenía unos apuntes, ya tenía una cierta investigación ahí. Lo terminé de leer. Y ese libro me llevó como a otros libros, autores, documentos, mucho Internet, mucha revista, mucha crónica. Era un personaje igual, muy público del que ya se habían hecho muchos, muchos documentales. Creo que películas también, agarré como un poco de todo esto. El acento paisa yo ya lo tenía, digamos que interiorizado, porque alguna vez en la escuela había hecho alguna obra de teatro con ese acento. Mucho trabajo con el equipo de maquillaje, con vestuario también trabajamos mucho. Ensayos también con Carlitos, con Laura, con Christian, con Anderson, sobre todo creo que con ellos, con los que más ensaya al principio, Chichila (Cecilia Navia), obviamente. Y ahí arrancamos. Y me acuerdo que el proceso de salida de esa experiencia, más que ese personaje, de esa experiencia, yo me fui para Disney. Yo me fui para Disney…

¿Es cierto que la bicicleta te ayudó a recuperar la figura?

Si no, pero eso ya fue mucho después, digamos, porque ahora, viendo el tráiler, a excepción de Chichila y yo, todos envejecieron muy feo. O hermano, mírese Christian y Juan cómo están (risas). Estoy más lindo ahora que en la serie. Y en cambio Anderson (Ballesteros), si es que ha sido quizás el elixir de la eterna juventud. Está igualito. Pero Juancho (Arango) y Christian (Tappan) sigue preocupante la situación, (risas de todos) Bueno, no es eso, la verdad. Sí, fue un cambio de vida, así es que decidimos ya como dejar un poco de comer tan mal.

¿Sos fanático de la buena comida?

No de la buena, es que ese es el problema. De cualquier vaina. Ojalá fuera de la buena (se ríe)

Los inicios de Escobar, como ladrón de tumbas
Los inicios de Escobar, como ladrón de tumbas

¿Qué te dejó el personaje para su vida personal?

Sufríamos al verla. También un poco de nostalgia. A mí la serie me cambió un poco con la percepción del país porque para mí realmente la serie es más política que otra cosa. Para mí, para mí, ¿eh?. Y obviamente a mí me cambió la carrera. Me sigue abriendo muchas otras puertas, afortunadamente. La veo. A veces la miro. Hoy en día me divierto mucho, sobre todo porque me acuerdo de cómo se iniciaron las escenas y las anécdotas y de las cosas que pasaban, dibujando a estos personajes de manera tan honesta y un humano con su humor, con sus contradicciones, con todo. Y también de alguna manera se divierte, en medio de ese horror que está contando la historia, ¿no?

El director Carlos Moreno dice que la clave del éxito de esta miniserie es porque responde a una deuda que tanto la historia como el periodismo tenían con el público, que descubrieron un mundo que la historia ignoraba

Yo voy a tratar de interpretar las palabras de Carlos. Lo primero, yo creo que sí, es decir, vivimos en unos tiempos de la post verdad, le llaman ¿no? Donde ahora la verdad la pretenden tergiversar, la pretenden cambiar. Hay verdades que a ciertas ramas de la política no les interesan y creo que ahí siempre será el arte el encargado de salir a recordarnos la barbarie. Hace poco ponía eso en un tweet. Es muy fácil desdibujar un mural. Es muy fácil romper un libro. Es muy fácil, pero al final el arte siempre sobrevive. Y de pronto él está hablando de eso, de cómo este tipo de series al final se terminan también convirtiendo de alguna manera en un documento histórico de un pasado y de una sociedad que en Colombia existió y se comportó así. Porque a mí siempre me ha parecido que la serie, más allá de hablar de Escobar, también habla un poco de esa sociedad que lo rodeó, que lo consintió, que lo apoyó, que estuvo también con él. Entonces creo que en ese sentido sí, la serie quizás sigue en pie justamente por eso, porque históricamente tiene algo que contar.

Andrés Parra, en el papel del famoso narco
Andrés Parra, en el papel del famoso narco

¿Cuál es tu percepción sobre la forma en la que ha envejecido la serie?

A mí me parece que la serie ha envejecido muy bien. Yo creo que una muestra de eso es esto, es esta reunión de hoy. Yo creo que sí, a la gente desafortunadamente no le gusta que le muestren lo que es mejor esconder como debajo del tapete, lo que es mejor meter ahí como en el armario. Y creo que sí sucedió que después vino como un boom de narcoseries y de narconovelas y ya hubo como quinientas más. Pero creo que “Escobar, el patrón del mal” tiene un sitio ganado del que no se ha movido. Creo que lo que sigue envejeciendo muy mal es más bien nuestra historia. La nuestra. Que sentimos que son ya cosas superadas y que pertenecen a la ficción y al pasado. Y todos los días nos despertamos con un tortazo en la cara, ¿no? Mejor dicho, como que necesitamos de la serie para recordarnos lo que somos. Para eso necesitamos nuestra historia. ¿Sí me explico? Ojalá se hubiera quedado en la serie. Ojalá pudiéramos decir que así no somos.

Ese papel inmenso que hiciste sobre Pablo Escobar te sirvió luego para hacer otros inmensos personajes como Chávez, como el presidente, que fueron también muy fuertes.

Sí. Indudablemente yo creo que Escobar fue como el primer personaje que me dio a mí una guía sobre cómo enfrentar personajes de este estilo, históricos conocidos. Porque el primer experimento de creación de ese tipo de personajes se dio ahí, las primeras claves. Y después de eso ya tuve la posibilidad de desarrollarlo, sobre todo en el de Chávez. Pero si fue el primer acercamiento como a ese tipo de personajes como el más complejo, porque yo ya había hecho dos que también eran basado en personaje real, pero no tenían este nivel de complejidad y sobre todo de lo que yo digo, no de ser tan conocidos por la gente. Y eso lo hace doblemente jodido.

Escobar y su primo Gonzalo Gaviria
Escobar y su primo Gonzalo Gaviria

Título: Una realidad que atravesó la pantalla

En la rueda de prensa organizada por A&E, se encontraban presentes, además de Andrés Parra, los actores que encarnaron a la esposa de Escobar, Cecilia Navia; a su primo Gonzalo Gaviria, Christian Tappan; a El Mariachi, Juan Carlos Arango y al Chili, Anderson Ballesteros.

A la pregunta formulada por Los Andes acerca de la opinión de los actores en cuanto a la crítica que se le hizo a la serie de que romantizaba la figura de Escobar y de los sicarios, Cecilia Navia -quien en varias ocasiones a lo largo de la charla habló acerca de las mujeres víctimas de violencia doméstica, tal como lo muestra su personaje-, respondió: “Es que yo no creo que se haya romantizado a la parte de los sicarios. Creo que al pretender tratar con tanto respeto la historia de nuestros políticos, de todas las víctimas, y que todo estuviera enmarcado dentro de lo que es bueno, los principios, esto tal vez lo que hace es que crea un impacto al verlo coloquial, lo desfachatado, lo orgánico del lado de los sicarios y de sus familias. Entonces creo que ahí es donde parecería que romantizara a Escobar. Y no es eso. Yo creo que al contrario, le falta de pronto un poco más de humanidad. Mas es entendible, porque digamos que lo que se pretendía era contar la historia de las víctimas. Las víctimas de todo esto que fue un desangre, una cosa dolorosísima para nuestro país”.

Conferencia de prensa con los actores de la serie
Conferencia de prensa con los actores de la serie

Por su parte, Anderson Ballesteros, se hizo eco de la respuesta de Navia. “Bueno, les iba a compartir algo en lo personal. Yo en cierto momento me di cuenta de que estos sicarios, el ala militar no eran traquetos, sino que eran bandidos, eran verdaderos bandidos. Y veo que aquí en esta serie ocurrió algo bastante interesante y es que nos llevan y grabamos en Medellín, en los barrios donde caminó Pablo Escobar. Mucha gente que directa o indirectamente estuvieron cerca de él y se beneficiaron, se nos acercaban y terminamos compartiendo con ellos. Y yo analizaba que a diferencia de otras producciones o de otras historias, estos personajes quieren ser bandidos”.

Balleteros también agregó que “Fue algo difícil para mí lograr un equilibrio. Si yo entendía que había mucho dolor, mucho sufrimiento, mucha gente que todavía le dolía la historia, entonces nunca me permití jugar a ser el bandido y a excitarme de lo que estaba haciendo. Por el contrario, estábamos siempre buscando ser muy sutiles, no morbosear dentro de la historia. Creo que esto de no mostrar el bandido sino más bien tratar de guardarlo un poco, porque siento que así que un bandido verdadero anda ocultando su verdadera identidad y creo que eso fue lo que rescaté de mi personaje. Ese dolor que yo como actor llegué a sentir de todo lo que este personaje hacía. Y llegué a sentir también el peso que él que llegó a sentir en cierto momento, después de tantas masacres y atentados y bombas. Llega un momento que ya pesa todo eso. Y creo que eso fue lo que hizo a estos personajes como humanos, pero en ningún momento tratamos de idealizar estos personajes”, concluyó.

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