Pocas películas existen que hayan marcado una generación, y “Harry Potter y la Piedra Filosofal” es una de ellas. Esta semana cumple 20 años de su estreno y los niños y niñas de aquel entonces, hoy muchos de ellos treintañeros, evalúan el paso del tiempo con un chapuzón de nostalgia, alentado también por los cines del mundo, que vuelven a exhibir el filme para los que quieran volver a verlo en pantalla grande.
Harry (Daniel Radcliffe), Ron (Rupert Grint) y Hermione (Emma Watson) conquistaron a pequeños y grandes en aquella primera película, que llegó a recaudar casi mil millones de dólares (974.755.371, para ser más exactos). El universo de J.K. Rowling recién empezaba a expandirse a través del cine, aunque al día del estreno de la primera película de la saga solo cuatro libros habían sido editados.
“Harry Potter y la Piedra Filosofal” inauguró una aventura que se desarrollaría a lo largo de ocho películas en total, todas ellas homónimas de los libros originales: “Harry Potter y la cámara secreta”, “Harry Potter y el prisionero de Azkaban”, “Harry Potter y el cáliz de fuego”, “Harry Potter y la Orden del Fénix”, “Harry Potter y el misterio del príncipe” y “Harry Potter y las reliquias de la Muerte” (parte 1 y parte 2). Cuando se estrenó la última, en 2011, se posicionó en el número 11 de las películas más taquilleras de todos los tiempos, con 1,34 mil millones de dólares.
Y cuando terminó la saga, Radcliffe, el niño que habíamos conocido con 11 años, ya tenía 21 y había empezado una carrera en el cine y el teatro muy prometedora, corriendo siempre sus propios límites y buscando, sobre todo, salirse del papel infantil y familiar en el que lo había puesto este archifamoso personaje.
Pero volvamos al presente. El reestreno estará acompañado de trivias en la pantalla, datos divertidos y comentarios de Chris Columbus, el director del filme.
Y las salas de cine son sólo un escenario de los festejos programados por el fandom del mago. Warner Bros, por ejemplo, comenzó anoche una maratón que seguirá todos los días a las 22 hasta el domingo (hoy transmitirán a esa hora “Harry Potter y el Cáliz del Fuego”). Pero para los que tienen el streaming de la productora, HBO Max, pueden ver todo seguido. Muchas otras actividades se realizaron el pasado 1 de septiembre, día en el que se festeja el Día del Regreso a Hogwarts.
Hasta Google ha querido aportar su granito de arena y, ante la imposibilidad de visitar los lugares ficticios de la película, ha diseñado en Google Earth un tour virtual por sitios icónicos de los filmes que sirvieron como locaciones o inspiración a las escenas. La estación King’s Cross de Londres (donde toma el Expreso de Hogwarts en el mítico andén 9 3⁄4) o el Mercado de Leadenhall (conocido en la saga como el Callejón Diagon) son algunos de esos lugares mágicos.
El niño hechicero creó una manía colectiva, acercó a una generación entera a la literatura y se convirtió en uno de los personajes “for export” británicos más famosos de todos los tiempos, como James Bond.
No es de extrañar por eso que, a lo largo de las películas, los actores más renombrados de ese país quisieran un personaje que los inmortalice dentro de la saga. Alan Rickman (Severus Snape), Maggie Smith (Minerva McGonagall), Gary Oldman (Sirius Black), Helena Boham-Carter (Bellatrix Lestrange), Emma Thompson (Sybill Trelawney) y Ralph Fiennes (Lord Voldemort) fueron algunos.
Pero el 20 aniversario llega en otro mundo, y en un contexto muy diferente a aquel 2001: desde lo social e incluso desde el entretenimiento. Las noticias que nos traen a J. K. Rowling al oído la cancelan por transfóbica, Emma Watson se convirtió en una referente del feminismo en la industria y Columbus tiene miedo de que a alguien se le ocurra hacer una remake de la saga en esta superabundancia de contenidos por streaming.
Y no es demasiado pronto para pensar en esa posibilidad. Columbus dirigió “Mi pobre angelito” en 1990 y Disney Plus ya rehizo la cinta para su streaming, aunque difícilmente reemplace el recuerdo de los que vieron a Macaulay Culkin pasar una divertida Navidad burlando a unos ladrones.
“En esta versión de Hollywood en la que vivimos, todo el mundo está rehaciendo todo y reiniciando todo”, reflexionó Columbus. “¿Qué sentido tiene eso? La película existe, vivamos con la película que existió”, dijo sobre “Mi pobre angelito”. “No tiene sentido que rehagamos ‘El mago de Oz’, no tiene sentido que ninguno de nosotros rehaga las películas clásicas. Haz algo original, porque necesitamos material más original”.
El director de las dos primeras películas de la saga mira con alarma esta posibilidad y los fans también, ante la idea de que el pequeño Daniel Radcliffe, con su barita, su bufanda y sus anteojos redondos, pueda tener otra versión en el cine.
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