La noche del sábado era ideal para escuchar a Babasónicos: luna llena, buen clima y casi 4 mil personas que despidieron el año con la banda liderada por Adrián Dárgelos.
La lista que presentaron fue impecable e hizo pasar a los mendocinos por todos los estadíos posibles en un recital, producto su música, del sex appeal que emana Dárgelos, la energía de Diego Rodríguez, los riff de Mariano Roger, las teclas de “Uma T”, los sonidos desde el bajo de Carca y los ritmos de “Panza” Castellanos.
La noche arrancó tranquila con “Bestia Pequeña”, pero enseguida con encendieron el escenario con con “Carismático” y “Yegua” para después bajar de nuevo con “Escamas”, “Suficiente” y “Cretino”... pero una vez más la montaña rusa volvió a poner a los mendocinos arriba con “Sin mi diablo”.
Después la fiesta continuó con “Ingrediente”, “La Lanza”, “La pregunta” hasta que sonó el arranque de “Los calientes” y la cabeza retrocedió automáticamente 20 años hasta llegar a “Jessico”.
También hubo tiempo para lo nuevo cuando sonó “La izquierda de la noche”, una canción que tiene apenas dos meses, pero Babasónicos son expertos en mover las sensaciones del cuerpo y por eso pegaron “Fiesta popular”, un tema del 2011 del disco “A propósito”, “Cuello rojo” de “Mucho” del 2008 y “Pendejo”.
Dárgelos demostró una vez más que es el mejor front man de la escena nacional y lo confirmó con sus charlas con el público: “Qué quieren de mí” les dijo mientras se floreaba en el escenario.
“Irresponsables”, “Adiós en Pompeya”, “Estertor”, “Desfachatados”, “El Colmo” continuaron con las explosiones emocionales hasta que Adrián confirmó que el último show de la banda en este 2021 fue en nuestra tierra: “Este es el último show del año de la banda... se he de morirme, me los llevo a ustedes en mi corazón”.
Que la nubes le ganaran a la noche y taparan la luna llena que acompañó el recital marcó el final de la fiesta que tuvo una despedida muy “babasónica” con “Vampi”, “Risa”, “Putita”, “Cómo eran las cosas”.
Una vez más Dárgelos y sus muchachos demostraron que están más vigentes que nunca y sin perder el estilo que los llevó a seducir, una vez más, a los mendocinos.