Los musicales son el festín de los millenials en las plataformas y, para sumar créditos en esas porciones de audiencia que se suben como ejércitos a las pantallas cada vez más alejadas de la televisión y la sala de cine, Amazon Prime estrenó una película como contenido original que tiene a la cantante latina Camila Cabello como protagonista. El filme es “Cenicienta” y, claramente, es la historia de la chica maltratada por su madrastra que busca el amor y consigue un príncipe (Nicholas Galitzin).
Pero esta versión con firma de Kay Cannon (actriz, guionista, directora y productora también de títulos como “Pitch Perfect”) con sabor profundamente latino en la música, muchas canciones, atrapantes coreografías, un par de estrellas (Minnie Driver y Pierce Brosnan) y el gran Billy Porter (“Pose”) como su “hada madrina” -guiño profundo y muy bien logrado al universo drag- busca salir del cuento tradicional para aggiornarse a los modos, usos, costumbres y miradas de los jóvenes del siglo XXI.
Y la verdad es que “Cenicienta” lo tiene todo para lograr el cometido: un pasatiempo divertido, que empatiza perfectamente con los adolescentes y sus gustos más globales.
El filme se luce en todos los rubros técnicos: una puesta en escena muy vistosa y atractiva, un vestuario que camina con holgura entre la modernidad y el aire de cuento de hadas, personajes empáticos y canciones pegadizas con coregrafías de alto impacto.
Pero de ahí, de los rubros técnicos, esta película no pasa. Es que aunque Cannon se ha esmerado por darle al guión un pulso efectivo de desenfado, no es suficiente para dejar huella en la historia de transposiciones que este clásico de los cuentos tuvo en el cine.
Sin embargo Camila Cabello calza perfecto en el personaje de la joven que quiere autodeterminar su destino y vivir su primer romance.
La cantante, y ahora actriz, es verdaderamente un “unicornio” -como gustan decir a los negocios ligados con la tecnología- y bien le vale el apelativo porque a sus 24 años se ha convertido en rentable inversión para la industria de la cultura global.
La chica, que nació en Cuba y se nacionalizó estadounidense en 2008, gasta suelas y voz en los escenarios desde hace 10 años. Es, como tantas otras estrellas infantiles, uno de esos casos en los que el ingreso temprano a la picadora de carne que es el mainstream le costó sangre, psiquis y lágrimas.
El producto que la vio nacer es “The X Factor”, luego fue parte de “Fifth Harmony” y hace unos años que se jugó por la carrera solista hasta llegar, hoy, a la cima del pop estadounidense; asunto serio y difícil si los hay.
Primero la rompió con “Havana” y luego su tema “Señorita”, que acredita al día de hoy casi mil trescientos millones de clics en Youtube (cifras ya casi inimaginables).
Pero, claro, el “sueño americano” no sale gratis para nada, y Camila lo sabe perfectamente. Es que a su creciente popularidad internacional se le sumó el hecho de que se puso de novia con otro famosísimo: el canadiense Shawn Mendes. Y tal nivel de exposición y fama puso hace años en riesgo su salud, que estalló un poco antes de la pandemia.
Camila viene atravesando crisis de ansiedad hace largo tiempo y admitió en una entrevista que la terapia es lo que la está sostenido en la cima. “Antes del confinamiento estaba quemada. Estaba viviendo con una cantidad muy elevada de ansiedad. Era demasiado y no era sostenible. Sentía como que estaba corriendo con una pierna rota pero realmente no escuchaba cómo me estaba sintiendo”, le dijo la jovencita al diario The Sun. Y continuó: “Seguía diciéndome a mí misma que todo estaba bien. ‘Debería sentirme bien’, pensaba. Pero lo que necesitaba era decirme: ‘¿Cómo me siento en realidad?’ y permitirme estar bien. Necesitaba darme permiso a mí misma para pedir ayuda. Porque necesitaba ayuda, necesitaba terapia”, explicó.
Por suerte para Camila llegó la pandemia que la obligó a parar shows, producciones, viajes y otras presentaciones y pudo tomarse el tiempo para ponerle freno a lo que otras estrellas no pudieron: el deterioro mental. “La pandemia me dio una pausa para decir: ‘Vamos a dejar de correr con este pierna rota, curémosla’- contó en esa misma entrevista, y continuó-. En el pasado hubo un montón de momentos en los que estaba trabajando, fuera de casa y sin tiempo para tener relaciones, sin tener tiempo para estar sana o feliz, solo trabajando sin parar y sin sentirme bien, pero haciéndolo de todas maneras. Sé que tengo que preocuparme de mí misma. Nadie va a saber cuándo llego al límite más que yo, así que tengo que cuidarme”.
Y confesó que la ansiedad -y consecuentes ataques de pánico- comenzaron a asaltarla en la adolescencia. No es casual que haya sido al mismo tiempo en que arrancó con 15 añitos esta carrera meteórica. “He aprendido mucho sobre el equilibrio y sobre decir que no a cosas porque es mejor para mí ir a terapia una hora y ver a mis amigos. Se trata de no permitirme llegar a un punto en el que esté asfixiada -detalló-. Durante el año pasado estuve viendo a un nuevo terapeuta y me siento mucho mejor. He estado trabajando muy intensamente desde que tenía 15 años y nunca tuve la oportunidad de decir: ‘Ey, ¿cómo se siente viviendo sin esta presión?’. Siento que no lo he sabido hasta esta pausa”concluyó.
Ahora se viene una nueva etapa para Camila Cabello que es la de actriz. Y probó, con su encanto y desenfado, que ese cuerpito menudo le da con creces para iniciar esta ruta. Eso sí: a paso tranquilo. “Cenicienta” se estrenó el pasado 3 de septiembre y ya es suceso en la plataforma.
La ficha
“Cenicienta” (2021, EE.UU., 112 min.). Musical romántico. Dirección y guion: Kay Cannon. Música: Jessica Weiss, Mychael Danna. Con: Camila Cabello, Nicholas Galitzine, Billy Porter, Pierce Brosnan, Minnie Driver. En: Amazon Prime. Calificación: Buena.