De los artistas locales contemporáneos a Charly, ninguno escapó a la impronta del gran músico argentino. Tanto Javier Segura, como Morcy Requena fueron algunos de los que alguna vez tuvieron oportunidad de interactuar con él y atesorar recuerdos de toda índole en relación al genio y la figura de Charly.
Javier Segura, quien integró bandas como Moebius, La Sed y La Rebelión, y tocó con pares locales como Natalio Faingold y Mario Matar, asegura que las visitas de Charly a Mendoza siempre eran épicas.
“Charly es el paradigma de genio argentino en clave rocker” afirma, y continúa con una larga peregrinación de adjetivos intentando abordar la improbable tarea de clasificar la figura del número uno: “Impredecible, brillante, border, loco, inteligente, niño eterno, talento gigante, creatividad multigénero”.
Recordando algunas anécdotas irreproducibles, relata una vez que el músico estuvo en la provincia: “Fue a escuchar La Rebelión en ‘La bóveda’, ese lugar emblemático…¡pero llegó a las seis de la mañana!”, y añade “tenía un aura que inspiraba mucho respeto, hasta miedo te diría. Muy poderosa su energía. Y para nosotros era gigantesco él”.
En general, sus remembranzas coinciden con los de otros músicos y hasta con los del público: “En Mendoza se lo recuerda por sus desmanes, giras insomnes y el vuelo desde el balcón del Hotel Aconcagua”.
En cuanto a la impresión que imprimió Charly en la vida de Javier Segura, es concluyente: “A mi me mostró lo que es un artista tiempo completo, un tipo que tiene formato que no se volverá a repetir, una energía completamente extraordinaria” y concluye: “En síntesis, a Mendoza Charly le enseñó el verdadero camino del arte”.
Por su parte, Morcy Requena, integrante de La Cofradía de la Flor Solar -que contuvo a eminencias del rock vernáculo como Sky Beilinson y Kubero Díaz- y músico a tiempo parcial del grupo Pedro y Pablo -de Miguel Cantilo y Jorge Durietz- junto a otros grandes como Pappo y Roque Narvaja; recuerda a un joven Charly García, en los inicios de Sui Géneris: “En el año ‘71, cuando tocamos en Mar del Plata con La Cofradía y Pedro y Pablo, Sui Géneris, -que eran Charly y Nito- nos prestaron los equipos. Ellos eran mucho más jovencitos que nosotros y estaban sentados mirando los conciertos. Siempre tuvimos una relación hermosa”, manifiesta.
Morcy, quien luego de integrar algunas formaciones durante los años ‘8o y ‘90, conformó el grupo de jazz “Mendoza Hot Jazz” junto al pianista Américo Massetti y al trompetista Ñato Cobos; y el “Old Quartet” con Massetti, Crescitelli y Gustavo Meli. Recuerda los años de La Cofradía y la grabación del disco “Apóstoles”, con Pedro y Pablo: “Con Charly siempre tuvimos buena relación. En ese disco, que grabamos en 1974, Charly vino a tocar con nosotros desinteresadamente” agrega y cierra con una sentencia inapelable: “Escorpiano, de ley”.