Cielo Grande es sin dudas la serie juvenil más encantadora de los últimos tiempos, que recupera la magia y la dulzura de los primeros amores, los amigos, las vacaciones y una que otra intriga, rodeada de buenos momentos, deportes acuáticos, mucha música y bastante humor. Muy lejos está de las dramáticas series actuales que plantean cuestiones existenciales pesadas en la vida de los adolescentes y que resultan atractivas por su crudeza. En este caso Cielo Grande, una producción argentina a cargo de Jorge Edelstein que se estrenó el jueves en Netflix, rescata la parte bonita de la vida a través de jóvenes actores de distintos países de Latinoamérica.
Edelstein, quien ya realizó trabajos previos como Soy Luna, Once y Entrelazados, eligió para protagonistas del show a dos jóvenes artistas que vienen desarrollando su carrera a paso firme: Abril Di Yorio, quien interpretó a Romina en tira nacional “La 1-5/18″ y en breve estará en “Los Protectores”, de Star+; y Pilar Pascual, que logró popularidad por su papel de Mia Cáceres en la serie musical “Go! Vive a tu manera”, también en Netflix.
El elenco también está formado por Victor Varona (México/Cuba), Thaís Rippel (Argentina/Brasil), Guido Messina (Argentina), Luan Brum (Brasil) y Giulia Guerrini (Italia), entre otros jóvenes actores talentosos.
Cielo Grande es una especie de “resort” a lo argentino, ubicado en el Delta, con problemas económicos y venido a menos por años de inactividad, cuyo dueño (Martín Tecchi) junto a su sobrino (Guido Messina) y los amigos de este, deciden darle nueva vida al lugar remontando una vieja competencia de wakeboard que antaño reunía a los mejores deportistas de esta especialidad.
Así es como llegan a hospedarse a Cielo Grande, Steffi (Pilar Pascual), quien es una experta del wakeboarding, que llega buscando respuestas a una carta que le dejó la segunda esposa de su papá (madre de su medio hermano) y que menciona un secreto de su pasado que la joven Steffi deberá develar. Viaja acompañada de su entrenador, Antonio “Tony” (Victor Varona) y en el lugar se encuentra con su archi oponente, Natasha Rossi (Giuliana Guerrini). Al resort también llegan su padre, Ron Navarro Lavalle (Francisco Bass) y su medio hermano Ian Navarro (Byron Barbieri).
El elenco se completa con los chicos que trabajan en Cielo Grande atendiendo a los turistas y competidores durante su estadía, quienes intentan salvar el lugar con remodelaciones y sobre todo “poniéndole mucha onda”.
Tanto en el primero, como en el resto de los episodios, las escenas están plenas de música y deportes acuáticos. “La música es uno de los puntos más importantes de la serie y se hace mucho hincapié en la composición y la creación en equipo. Poco a poco irán conociendo todas las canciones de esta serie que viajan por distintos géneros y ritmos. Por lo menos una ya la pueden escuchar, se trata de Ahora, y todavía no lo han hecho, pues deberían hacerlo”, comentó Abril en un encuentro virtual del elenco compartido con Los Andes.
Un elemento diferenciador es la participación de los hermanos mellizos Monzó, Juan y Fer, que representan el aire de renovación en cuanto a los personajes, ya que no hacen deportes sino que lo suyo va por el lado de las redes sociales. Son influencers, y con ello le dan un lugar fundamental a la tecnología en el desarrollo de la historia, combinada con momentos simpáticos que giran en torno a cómo ésta queda un poco fuera de lugar en un lugar paradisíaco de vacaciones, pero sin embargo sigue coexistiendo. Este es, sin dudas, un lenguaje cercano a la audiencia y con el que los jóvenes se identificarán de inmediato, a la vez que sitúa la posición de los adultos en relación al hábitat virtual.
El director de la tira, Jorge Edelstein, admitió en una entrevista a Clarín que parte de lo que refleja la pantalla es su experiencia previa durante una estadía en un hostel, cuando viajaba como mochilero. “Eso es una emoción que uno encapsula y la transfiere, lo extrapola porque uno no está contando realmente esa historia, pero sí estás contando de alguna manera rasgos de esa experiencia que tiene un contenido emocional que yo llamo ‘contenido encapsulado’ que después se transmite a la audiencia de alguna forma”, explica el reconocido showrunner.
A la expectativa de si la serie juvenil funcionará o no, Edelstein adelantó que “todo depende de Netflix”, pero que si va bien, habrá segunda temporada.
Por el momento, están todos los capítulos de la primera temporada subidos a la plataforma. Con una dinámica fluída y entretenida, capítulos cortos y con gran enganche desde el primer momento, la historia invita a maratonear recordando algún lugar lejano o las vacaciones vividas durante la adolescencia.