Hoy por hoy, algunos solo soñamos con una inmensa vivienda. Acostumbrados a departamentos pequeños o monoambientes, nuestra tendencia es acomodarnos a espacios pequeños de la misma manera en la que veníamos anteriormente.
Es usual cometer errores respecto a la decoración y pintura del hogar, produciendo el efecto inverso a lo que buscamos, sin saber que, con unos simples consejos y materiales, podemos dar otra impresión.
La iluminación de los espacios y los colores de las paredes son dos de las claves para evitar que nuestros ambientes luzcan más encerrados y pequeños. Al momento de darle nuestra esencia a un lugar, debemos seguir el refrán: menos es más.
Aquí haremos un breve repaso por cinco consejos básicos para lucir una casa ordenada, limpia y con una apariencia mucho más grande de lo que realmente es.
1- Optar por un estilo minimalista
Cuando hablamos de menos es más, nos referimos literalmente a utilizar en nuestro hogar la menor cantidad de objetos posibles.
Adquirir muebles con doble función, como pueden ser mesas que se conviertan en sillas o sofá-cama. También sumar muebles móviles con ruedas en sus patas o mesas plegables que sean desarmadas al momento de no utilizarlas. Estos consejos pueden ser la verdadera diferencia.
Además de ahorrar espacio, ahorraremos dinero. Y a este tip, debemos sumarle el detalle de los estampados.
Preferentemente debemos optar por muebles sin estampados ni acudir a colores oscuros, especialmente en el juego de living. Podemos utilizar estampados en colores pasteles o claros, aunque si son lisos mucho mejor.
Otro consejo en esta sección es unificar los espacios de casa. Si nos encontramos en un monoambiente y queremos realizar una división, antes que una pared es conveniente utilizar muebles o biombos para generar esta división, esto hará que el espacio se vea más grande.
2-Colores neutros y claros en paredes
Quizás este sea el consejo que más has escuchado. Y es que si tenemos espacios muy reducidos en casa, jamás debemos acudir a colores oscuros o muy estridentes, ya que esto generará una sensación de encierro.
Preferible evitar los colores oscuros y optar por tonos blancos, grises claros o pasteles. Podemos agregar un par de gotas de un color a nuestra pintura blanca e ir jugando con tonalidades diferentes, siempre indagando por los tonos neutros y claros.
En caso de querer generar un contraste, podemos pintar una sola pared de un color fuerte, aunque preferentemente debe ser la pared más pequeña. Esto generará un detalle muy moderno y aportará un detalle llamativo a la habitación.
Otro consejo es evitar papeles estampados en las paredes, a menos que se traten de rayas verticales. ¿Por qué esto? Las rayas verticales harán que el espacio simule ser más alto de lo que realmente es, algo que no sería un punto en contra. En cambio, estampados como arabescos podrían generar una sensación de pequeñez y encierro.
3-Espejos en zonas claves o murales con perspectiva
Con los espejos, además de ampliar espacios, podemos generar muy lindos resultados utilizándolos como adornos y en puntos clave de la casa. Más adelante hablaremos de la iluminación, pero es importante que los espejos se complementen con ese punto.
Colocándolos en las entradas o frente a las ventanas puede ser mil veces más efectivo. El espejo generará una sensación de que la habitación sigue. Sumado al efecto que provoca con la luz natural, será 100% una herramienta clave. Otro buen espacio para colocarlo es el comedor, posicionándolo frente a la mesa.
Ya sea en forma ovalada o rectangular, el espejo no debe colocarse frente a una pared oscura, ya que generaría el efecto inverso que el que estamos buscando.
De la misma forma, los cuadros con perspectiva o profundidad harán ver el espacio más amplio, dando la ilusión óptica de que el espacio continúa más allá del cuadro. Si son grandes, mucho mejor.
Así, podemos decorar una habitación con dos simples elementos que generarán un efecto visual a favor de nuestro objetivo.
4-Una buena iluminación es indispensable
Al principio de la nota hablamos de que los colores y la iluminación son claves. Y es que, dejar entrar la luz natural a nuestro hogar es una de las herramientas más económicas y efectivas que existen.
Siempre escucharemos que la luz natural del sol no se compara con ninguna otra, y es 100% real. Ya sean ventanales o ventanas más pequeñas, correr las cortinas y apreciar la luz del sol permitirá simular un espacio mucho más amplio de lo que tenemos.
Es clave utilizar cortinas claras, transparentes o mantener las persianas abiertas, lo que permitirá que la luz del sol se cuele por nuestras ventanas y nos permita un espacio, además de más amplio, mucho más armonioso.
En caso de no contar con mucha entrada de luz natural, la mejor opción es emplear lámparas de pie altas, que permitirán un efecto de un espacio mucho más alto, similar a lo que ocurre con las rayas verticales.
A su vez, las lámparas de techo amplias pueden ser una muy buena herramienta, siempre y cuando tengamos un techo que se encuentre al menos a 3 metros de altura.
5-No abusar de los adornos ni el desorden
Finalmente, hablaremos sobre una acción cotidiana que nos permitirá reflejar un espacio amplio y armonioso. Mantener el orden de la casa, por más que a veces sea un poco dificultoso combinado con la rutina, es uno de los consejos clave para que todos los anteriores funcionen.
Tener un hogar, donde no haya objetos innecesarios en medio, donde nuestros objetos cotidianos se encuentren en su lugar y dejemos a la vista la menor cantidad posibles de elementos voluptuosos, puede hacer la diferencia.
Utilizar placares con puertas, cajones o cubículos para acomodar los elementos dentro sin dejarlos a la vista es una buena opción. Aunque, deshacernos de todo aquello que no utilizamos ni necesitamos, es la forma más efectiva.
Otro punto importante es utilizar la menor cantidad de accesorios posible. No debemos atosigar a nuestro sillón con mil almohadones, decorar con miles de espejos o adornos.
Siempre debemos tener en la cabeza la frase “menos es más”. Suena repetitiva, pero en espacios pequeños, es la clave del éxito.
Reducir la cantidad de almohadones, dejar a la vista los elementos que más utilizamos y necesitamos, acomodar el resto en placares o cubos que vayan a tono con el espacio, y deshacernos de todo aquello que no utilizamos, es un muy buen paso para lograr el objetivo principal.