“Aunque el reto sea organizacional, el verdadero cambio siempre ocurre a nivel individual”
- Lee Hecht Harrison
Muchos creen que un cambio en la cultura de una organización o de un país es rápido. Y eso es una falacia. Porque para que haya un cambio duradero en la cultura organizacional deben cambiarse las culturas de los equipos. Y para que cambie la cultura de los equipos deben cambiarse los paradigmas de las personas.
Y ese es el verdadero motivo por el que cuesta tanto generar un cambio en una organización, o en un país ¡Hay que trabajar con las personas! Y cada una de ellas tiene sus experiencias, sus culturas anteriores, sus dolores, sus frustraciones, sus miedos.
Cuando cambian las personas desde lo individual, eso hace cambiar a la cultura de los equipos y esto es lo que finalmente se termina mostrando en toda la organización.
Y como soy ambiciosa me animo a decir que se genera un cambio en la sociedad. Porque es sistémico. Es de adentro hacia afuera. Imagina la sociedad que podríamos generar si cada uno de nosotros trabajara en sí mismo, en engrandecer sus fortalezas y disminuir sus debilidades.
Y llego al punto que más me interesa en estos días en que todos los argentinos estamos viviendo un momento de muchísima importancia por la renovación del gobierno.
El impacto del comportamiento individual en una organización
Estoy convencida de que el cambio viene siempre de adentro hacia afuera. Si cada uno de nosotros tomara conciencia de que su comportamiento individual impacta en los equipos de trabajo en los que interviene, que estos equipos son los que constituyen cualquier tipo de organización, ya sea pública o privada, y que un país está integrado por todas estas organizaciones, ¡imagina lo que podríamos generar entre todos!
Ahora te estarás preguntando cómo hacer para generar esos cambios individuales profundos. Bueno, la única fórmula que yo conozco es mirar hacia adentro, observar cuáles son nuestras fortalezas, en qué fallamos, qué es lo que nos apasiona, cuál es nuestro propósito, qué podemos hacer para dar un servicio al mundo que aporte valor y observarnos en la interacción con las otras personas. Ellas son nuestros espejos, las que nos van a ir mostrando cómo es la calidad de respuesta que damos ante cualquier estímulo. Si nos molesta lo que nos dicen, es el signo de que algo tengo que ver yo en el problema. Y así, poco a poco, vamos mejorando nuestro interior, nuestra inteligencia emocional.
¿Cuál es el efecto de este trabajo interno? Estados de satisfacción, de plenitud, de alegría, de ganas de compartir con otros, de crear; mejores relaciones con todas las personas con las que interactuamos, mejores resultados en los proyectos que emprendamos y miles de cosas más. Vale la pena, ¿no?
Otra pregunta que podrás estar haciéndote es qué hacer si no sabés por dónde empezar o cómo hacerlo. Ahí es donde entra en juego el trabajo que hacemos los coaches profesionales. Pero, si buscás uno, asegurate que esté formado en una escuela de prestigio, seria, porque seguro sabrás que el coaching está de moda y mucha gente hace un cursito de un fin de semana y ya se dice coach. ¡Tené cuidado y elegí bien!
Mi nombre es Julieta Casnati, Master Coach Internacional, y si querés saber más sobre coaching, ingresá a nuestra cuenta de Instagram @coachingpsicologicointegral para enterarte de todo lo que tenés que saber sobre nuestra academia ¡Nos vemos en la próxima columna!