Todos hemos sentido los efectos secundarios de un amigo, familiar o compañero de trabajo negativo. Quizá conozcas a alguien que se queje sin cesar sobre su trabajo, pero nunca ofrezca solución alguna. O tal vez un amigo que hable mal de otros en su círculo y cree algo de drama.
Teniendo en cuenta que no solo los lugares sino también las personas contienen energías y que a lo largo del día estamos constantemente conectando y encontrándonos con otros seres, es elemental en el crecimiento y camino espiritual aprender a controlar y tratar las energías tanto internas como externas.
Es fundamental poder discernir y diferenciar una energía positiva de otra negativa, pero siendo consiente y no olvidándose que eso no hace que sea más que otra persona. El principal consejo que daría es entender que cada ser esta viviendo y experimentando un proceso personal y distinto, comprendiendo y aplicando este principio la mente se libra de muchos juicios innecesario, ya que se dejan de tomar las cosas personales y se entiende que hay otros seres que también están batallando con egos.
Algunos principios de la espiritualidad moderna nos incitan y enseña que si una persona tiene una energía negativa debemos alejarnos de ella por completo, eliminarla de nuestra vida y categorizarla como mala. Lo cual en mi punto personal no estoy muy de acuerdo, principalmente por el hecho de que no somos jueces ni seres perfectos para decretar que está bien o que está mal, y como he mencionado anteriormente, en algunas oportunidades atraeremos a personas de baja frecuencia que necesitaran de nuestra luz y de nuestro amor. Y el foco principal debe ser ejercitar y trabajar la espiritualidad personal a un punto donde te vuelvas trasmutador de lo negativo y una lampara andante. Con esto no quiero decir que debemos aguantar y soportar el proceso de otra persona que se encuentre vibrando bajo, mucho menos si manifiesta directamente que se siente cómodo así y no muestra indicios de cambiar su realidad. Tampoco quiero decir que debemos sobrecargarnos de los problemas de los demás, mas bien es todo lo contrario.
Entender que cada persona vive su proceso te hace estar libre de culpas, juicios y sobre cargas. Puedes ser una gran herramienta de la luz, Dios puede utilizarte para ayudar a otros, pero dicha ayuda no debe causarte un daño, ni hacerte sentir mal, ya que no se puede obligar a alguien a hacer las cosas bien ni a querer mejorar. En esos tipos de situaciones lo ideal es soltar, confiar y mandar buena energía para el proceso de esa persona.
Antes de poder trasmutar una energía negativa bien sea personal o externa, debemos aprender a identificarlas, a continuación, dejaré una lista de los rasgos mas comunes de una persona que esta vibrando bajo:
1. Vive constantemente comparándose con los demás, se fija normalmente en las cosas que los demás tiene y él no.
2. Impaciencia en su máxima expresión.
3. Hostilidad.
4. Las conversaciones giran en torno a las quejas.
5. Poca capacidad de adaptación. Hay un exceso de dramatización y poco afrontamiento mediante el humor.
6. Derrotismo ante cualquier obstáculo que se presente en el camino, por mínimo que sea.
7. Si existe una posibilidad, por remota que sea, de que algo ocurra mal, se enfocarán únicamente en ello.
8. Muy poca tolerancia hacia lo diferente.
9. Todo lo ven oscuro, gris, negativo y sin esperanza alguna.
10. Falta de gratitud.
Ahora bien, ¿cómo podemos trasmutar dichas energías?
A lo largo de esta vida, seguirás encontrándote con personas, situaciones y vivencias que te alterarán, te afectarán y te harán sentir mal. El reto está en lograr que, a pesar de lo que suceda, tengas las herramientas para lidiar con todo ello de la mejor manera posible para ti.
1. No tomarse las cosas personales, como mencione anteriormente es fundamental entender que cada persona esta transitando un proceso.
2. Trabajar y ocuparse en uno mismo, la mayoría de las personas buscan cambiar a otras y nunca cambiar ellas mismas, se les hace más fácil ver los defectos de otros que los propios.
3. Mantener el foco en lo positivo indiferentemente si estas con alguien negativo, manteniendo la atención en lo bueno, lograras contagiar dicha energía.
4. No querer controlar las situaciones y las personas.
5. Procura evitar las discusiones con personas que estén cargadas negativamente, por lo general una persona negativa cuenta con una visión bastante obtusa y mantiene siempre una opinión fija, si te das cuenta de que tus argumentos, por muy bien construidos que se encuentren, no calan, no pierdas más tiempo discutiendo.
6. Trabaja en la empatía, piensa que tal vez, en algún momento de tu vida, te has tenido que enfrentar o puedes llegar a vivir una situación similar a la que vive esa persona.
7. Ofrece tu ayuda a esa persona cuando lo necesite, a veces, las personas negativas ni son conscientes de su negatividad, ni son conscientes de que necesitan ayuda. Un simple “¿estás bien?” o “¿te puedo ayudar en algo?” son más que suficientes para poder calmar y reconducir la situación.
Espero que esta información haya sido de gran ayuda, recuerden: el trabajo espiritual es tanto interno como externo, personal como social. Si quieres cambiar tu exterior primero debes trabajar en tu interior.