Les mentiría si les dijera que soy la persona más organizada y efectiva que van a conocer, en lo absoluto. Día a día, como ustedes, también salgo a batallar en el mismo campo, tengo hábitos negativos por erradicar y cosas por mejorar. Pero si hay algo de lo que estoy segura, es del deseo insaciable que tengo por evolucionar y crecer en todos los ámbitos, ir mutando a personajes cada vez más positivos, serviciales y efectivos. Porque si, efectivamente, estamos en constante transformación y está en nosotros el camino que elijamos, si mutamos hacia lo positivo, o hacia lo negativo.
En lo que se nos va la energía, el tiempo, la atención y el día, son una de las maneras de observarse como tercero y ver en que frecuencia y sintonía estamos vibrando. Nuestros hábitos diarios nos hablan y sirven como indicativo de realidades. Haciendo una pausa, una retro inspección, una meditación y oración a Dios, podemos encontrar respuestas, podemos sanar y eliminar situaciones que no hacen más que hacernos daño.
Una de las cosas que más me hizo cambiar y apertura otro nivel de conciencia fue cuando entendí que una de mis responsabilidades en este plano es cuidar de un ser humano, el cual estoy a su cargo y debo ayudarlo día a día para que sea próspero, abundante, feliz, equilibrado, lleno de paz, amor, entusiasmo, motivación y sabiduría. Dios me dejo a cargo de esa vida, es mi fideicomiso… ¿Saben quién es?... Sí, soy yo.
Hace un par de días hablaba y filosofaba con mi hermana de este tema y en un momento me dice: “¿Sabes qué pasa? Tenemos que ser nuestros propios papás y mamás”... Me quedé pensando lo cierto que era. Yo María Jose, tengo la responsabilidad diaria de ayudarme a ser mejor, de motivarme, de levantarme y decirme: “vamos maría”, de tener que salir al mundo a encontrarme con mil cosas pero aun así no regresar con las manos y la mente vacía, sino con el corazón lleno de gracia y el alma rebozada de gratitud.
La simbología, el significado y la representación de la Santísima Trinidad refleja no solo: Padre, Hijo y Espíritu Santo, también es una representación de las tres vertientes que tenemos por atender en este plano: alma, cuerpo, mente. Como también: amor a Dios, amor propio y amor al prójimo. Una trilogía que nos enseña como encontrar el equilibrio deseado.
En conclusión, no hacemos nada si alimentamos nuestra alma, pero nuestra mente y nuestro cuerpo lo olvidamos, no hacemos nada si nos ocupamos solamente del cuerpo y olvidamos el alma y la mente, tarde o temprano ese ser humano caerá en un desequilibrio y el desequilibrio es la llave a los estados más de vibración más bajos.
Necesitamos ocuparnos de nuestro día a día, de aquello a lo cual le invertimos horas, minutos o segundos, hoy en día con el uso de las pantallas y los teléfonos vivimos hiperestimulados y eso trae por resultado que la motivación, la fuerza de voluntad, la energía vital y la concentración se agoten y se dispersen. Inevitablemente en la actualidad tenemos que utilizar los celulares, algunos trabajamos con ellos, otros lo utilizan para comunicarse con sus amigos y familiares, y otros simplemente por diversión, lo malo no está en usarlo, sino en no saberlo usar, en darle un uso incorrecto y desequilibrado. Debemos apuntar a no permitir que el celular, las redes sociales o las pantallas nos dominen, sino más bien poder dominarlas y saberlas usar. Tenemos que hackear nuestra mente, colocarnos horarios, límites. Recuerden tenemos 1 ser humano bajo nuestro cargo: nosotros mismos. Y si no lo haces tú, nadie más lo hará.
Hacks para aprovechar positivamente el ahora:
1. Agenda: una de las cosas que más me ayudo a no dispersarme, a aprovechar el tiempo, organizarme y eliminar cargas en mi cabeza fue tomar la decisión de agarrar un cuaderno y volverlo mi agenda. En ella anoto todo aquello que tengo por hacer, pendientes, eventos futuros. Hago check list y al final de día me regaló unos minutos para ver todo lo que hice. Recomendación: traten de conseguir una agenda que sea fácil de transportar.
2. Método Pomodoro: esta técnica me la presento mi esposo y me ha sido de gran ayuda. Es un método de gestión de tiempo que se puede usar para cualquier tarea. Consiste en usar un temporizador para dividir el trabajo en bloques de tiempo enfocados (generalmente 25 minutos) separados por un breve descanso, generalmente de cinco minutos. Después de cuatro bloques de tiempo de trabajo consecutivos, se toma un descanso más largo, alrededor de 20 o 30 minutos.
3. Tiempo en pantalla: nuestros celulares están llenos de aplicaciones y funciones geniales que ayudan y cooperan a nuestra evolución si son utilizados positivamente. Una configuración que hay que revisar constantemente es la de tiempo en pantalla, nos permite darnos cuenta si estamos siendo excesivos con el teléfono o no, como también ver en que aplicaciones se nos va más el tiempo.
4. Aprovecha tus mañanas: para nadie es un secreto que las mañanas tienen una energía única, por mi parte soy una de las que sueña con agarrarle el ritmo a despertar para el amanecer y aprovechar el día de otra manera. Está comprobado científicamente que las personas que organizan sus mañanas de maneras positivas viven una vida más feliz y efectiva.
5. Límites, retos y recompensas: ya que estamos a cargo de nosotros mismos, tenemos que conocernos, saber que nos desequilibra y ponernos límites, apoyado de retos y recompensas que nos permiten darnos cuenta de que vamos avanzando y evolucionando en el proceso.
6. No irte al otro extremo: ningún extremo es bueno, los excesos son negativos sea la índole que sea. La extrema organización y enfoque de tiempo es malo, parte de este proceso es aprender a fluir y confiar en los tiempos de Dios, entregarse, ocuparse y hacer todo lo posible, ya de lo imposible se encarga lo Divino.
7. El privilegio de la pausa: no hay mejor manera que aprovechar y valorar el ahora, que haciendo una pausa, soltar cualquier distracción, ocupación u obligación, concentrarse en la respiración, en los latidos del corazón, en el entorno y simplemente ser y estar. Meditar, tanto en el silencio y en la quietud, como en el ruido y el alboroto, activamente o con los ojos cerrados. Parar, agradecer, recargarse y continuar.
Existen muchas formas de organizarse para aprovechar el día a día, en la actualidad con la internet puedes encontrar mil videos tutoriales, audio libros, foros, testimonios de personas que han logrado alcanzar una vida productiva y efectiva.. ¡El momento es ahora!