A estas alturas ya no podemos dudar de la capacidad de Mariano Cohn y Gastón Duprat para satirizar cualquier rama del arte. Empezaron allá por 2008 con “El artista” y lo han seguido haciendo desde entonces en casi todas sus películas: la última, “Competencia oficial”, se vuelca al mundo del cine en el mismo tono, y lo hace con tanta efectividad que -dice la prensa internacional- provocó las carcajadas de todos los presentes hace pocos días, en el Festival de Venecia.
En la célebre Mostra el filme tuvo su “premier” y fue aplaudida por la prensa acreditada, que a la vez celebró el salto internacional de este último proyecto de los directores.
Protagonizada una vez más por Oscar Martínez (al que la dupla dirigió en “El ciudadano ilustre”), ahora se suman al elenco Antonio Banderas y Penélope Cruz. Un terceto soñado por cualquier cinéfilo.
“El dúo argentino Mariano Cohn y Gastón Duprat no pierde la ocasión para burlarse del oficio de actor con la sátira mordaz de su último filme”, dijo AFP sobre la primera proyección en la Mostra, en donde (recordemos) Martínez se consagró llevándose la Copa Volpi por su actuación en “El ciudadano ilustre”.
El presente se trata de “un filme corrosivo sobre el cine, el trabajo de actor y el duelo de egos”, anticipó la agencia citada.
¿El argumento? Lola Cuevas (Penélope Cruz) es una directora de cine excéntrica, que convoca a Félix Rivero, una estrella española en Hollywood, y a un actor teatral refinado para su próximo proyecto.
No hay que pensarlo mucho: el primero es Antonio Banderas, puesto que el personaje tiene un paralelismo notorio con su propia historia profesional; y el segundo es Oscar Martínez, quien suele interpretar a personajes intelectuales y sibaritas.
El filme entrecruza, con descarnado sarcasmo, temas como el narcisismo en la industria del cine, pero también el interior del oficio de director y actor. Como dijo el propio Cohn en la conferencia de prensa que se realizó después de la esperada proyección: “Queríamos contar las estrategias que tienen los actores para luego emocionarnos”, y calificó de verdaderas “clases magistrales” las actuaciones de los tres actores.
En ese nudo, entra una cuarta figura, muchas veces dejada de lado: la de productor. En este caso se trata de un empresario multimillonario (José Luis Gómez), quien decide hacer una película que le genere prestigio social, en vez de financiar la construcción de un puente moderno, como había pensado.
En la conferencia de prensa, una de las voces más esperadas fue la de la propia Penélope Cruz, quien está brillando especialmente en esta edición de la Mostra, pues al mismo tiempo está presentando “Madres paralelas”, la última película de Pedro Almodóvar. La crítica, sobre esta película, ha dicho que se trata del mejor filme del Manchego desde “Todo sobre mi madre” y que, en el caso de Penélope Cruz, estamos ante uno de los mejores papeles de su carrera.
“Ha sido una actuación liberadora y divertida”, dijo esta vez sobre su experiencia interpretando a Lola Cuevas, un personaje que califica de “encantador, inteligente, egocéntrico, sin filtros y salvaje. No me gustaría para nada parecerme a ella”.
Por su parte, Banderas se explayó: “En los tiempos que corren la risa es algo casi subversivo, clandestino, porque la ironía toca lo políticamente incorrecto”.
“Nosotros nos hemos quitado esa protección para ridiculizar los accesos que se utilizan para llegar al arte; hay envidias, competencia, inseguridades, estamos viendo con lupa un trozo del ser humano, porque aunque son actores es perfectamente aplicable a la política y a otros campos”, subrayó. Y no dejó de apartarse de la personalidad de su personaje: “Es un machista y arrogante”, apuntó.
Oscar Martínez, actualmente radicado en Madrid, opinó que esa envidia que corroe a su personaje es lo que lo condena. “Es muy inconsciente de su propia naturaleza (...), tiene una ideología que lo justifica, que es su guarida, pero obviamente es un mediocre que tiene una envidia profunda a Félix”, explicó.
La coproducción argentino española, que fue rodada completamente en España, tras su paso por Venecia se verá en el Festival de Toronto, que arranca la semana próxima, y también se verá en el de San Sebastián.