Hace unos años, había comenzado a instalarse la modalidad de los restaurantes a puertas cerradas: pequeños lugares con una dos o tres mesas como máximo, donde las personas iban a probar distintos tipos de comida que iban desde un plato gourmet hasta el pastel de papas de estilo abuela. Cada lugar presentaba su menú y los que propiciaba el crecimiento de estos lugares era la idea de la exclusividad y de poder comer rico sin ceñirse al estilo restaurante.
Hoy, que todos anhelamos la posibilidad de poder salir a comer y que la mayoría de los lugares están cerrados, se podría decir que estamos lejos de buscar exclusividad y aislamientos, sino todo lo contrario.
Sin embargo, algunos visionarios comenzaron a encontrar la forma de combinar ambas experiencias, donde se puede disfrutar de excelentes platos gourmet, pero en el living de casa.
Los primeros en hacer el lanzamiento fueron los restaurantes de las bodegas Chandon y Terrazas de los Andes, cuyos chefs trabajan coordinados para enviar a domicilio platos exquisitos en un formato que permite degustarlos tal cual fueron concebidos.
Lorena Cepparo, responsable del hospitality de ambas bodegas cuenta que la idea surgió al inicio de la pandemia, cuando los restaurantes aún estaban cerrados “La primera experiencia fue para una cena del Club Gourmet que fue virtual y les mandamos los menúes a sus casas”. Como consecuencia de esta primera experiencia, comenzaron a hacer venta al público, “bajó un poco cuando empezaron abrir nuevamente los restaurantes, pero se mantiene vigente y creo que es una modalidad que llegó para quedarse”, dice Cepparo.
Según explica la responsable de la organización de estos envíos, las personas simplemente deben comunicarse con y hacer el pedido, teniendo en cuenta que no es un delivery común, es decir, que no llega en 30 minutos, sino que debe hacerse con al menos 24 horas de antelación. “No tenemos un menú a la carta”, explica, y adelanta “la semana que viene se lanzan dos alternativas de tres pasos con un appetizer super gourmet, que incluye un espumante y un vino tranquilo”.
Según detalló, las nuevas propuestas incluyen plato con conejo, carne de ternera y postre, además de las bebidas. La segunda opción que estará vigente la semana próxima contiene trucha, roll de cordera de larga cocción y de postre una mousse de dulce de leche con un centro espirituoso y bañado en chocolate con avellanas.
El costo de este tipo de servicio ronda los 2.000 pesos aproximadamente, pero si el pedido es para dos personas, además llega en una caja de madera. “También tenemos la posibilidad de mandar un menú individual con botella chica”, aclara Cepparo.
Al ser una propuesta especial, se diferencia del delivery común en el sentido de que la persona se prepara para recibirlo, por lo general para un festejo de cumpleaños, una cena romántica o un regalo.
“La persona lo recibe en su domicilio con un tiempo máximo de viaje de dos horas”, detalla la hospitality. Los productos se entregan envasados al vacío y dentro del gran Mendoza, “con lo cual tenemos seguridad y supervisión bromatológica”.
En cuanto al plato en sí, dependiendo del contenido se puede servir a temperatura ambiente, calentado según algunas técnicas especificadas o, en el caso de las carnes, recibirlas precocinadas para terminarse en el horno.
“Dentro de la caja hay un instructivo con para que sepa como preparar. La idea es que la gente tenga que trabajar lo menos posible, y que solo tenga que calentarse”, ya que no es lo mismo recibir el plato de las manos del chef, en el restaurante, que en una caja con cada ingrediente envuelto por separado
Por ese motivo, dentro del envío hay fotos de cómo va la presentación en el plato y una explicación del maridaje. Además, si por algún motivo la cenas “se suspende”, los alimentos envasados al vacío se pueden guardar por algunos días en refrigeración.
En este sentido pero con una propuesta más descontracturada, Rosario Díaz Araujo envía productos de almacén para la casa, pero también lo que han llamado “La Caja de la Felicidad”, una especie de delivery con productos tipo gourmet y mensajes de amor escritos a mano.
“Me di cuenta que mucha gente compra cosas y después no sabe como usarlas, por eso inicialmente empecé esto como una ayuda para que armen su despensa”, dice Rosario, dueña de Almacén Divino.
La idea consiste en enviarle al cliente, mediante una suscripción, una caja con elementos de almacén acompañados de recetas para que puedan utilizarlos. “La caja tiene como mínimo 10 productos diferentes, las recetas y una sorpresa. La esperan con muchísimas ansias porque la propuesta es familiar, para que todos cocinen y aprendan sobre los ingredientes”, cuenta Díaz Araujo.
Tanto las recetas de cocina como los ingredientes son elegidos por la dueña, que además es chef “Yo recetas ‘for dummies’, cualquiera las puede hacerlas, hasta una persona que nunca ha cocinado. Es una satisfacción para ellos”, aclara.
El estilo de este tipo de preparados, aunque tiene ingredientes gourmet, también cuenta con el encanto de la cocina en casa, ya que la persona debe cocinarlos siguiendo las instrucciones.
La otra propuesta, es como una suerte de entrega de amor a domicilio: “nos dimos cuenta que la gente tiene un enorme deseo de mandar abrazos virtuales, amor y regalos”, y desarrollaron la Caja de la Felicidad, que no es otra cosa que un menu preparado, acompañado por alguna bebida. “La caja francesa es una picada con todo tipo de quesos y fiambres, postre, una focaccia, una botella de vino”, todo acompañado de un mensaje personalizado, escrito a mano. “No te podés imaginar la cantidad de gente que tiene ganas de mandarse un abrazo y no puede, entonces nosotros somos como esos mensajeros”, agrega Rosario.
Otra de las grandes chef que se sumaron al delivery es Nadia Haron. En su página web se pueden ver las distintas alternativas y “promos” de alimentos preparados para recibir en casa. “Todos los productos vienen congelados y envasados al vacío listos para calentar y servir en unos minutos, puedes ver los tutoriales para regenerar los alimentos” dice la portada. En este caso, la persona puede hacer el pedido de un plato de los que se encuentra en la carta virtual y acompañarlo con alguno de los vinos propuestos por Haron.
Otro petit restaurante, que reformuló su metodología debido a la pandemia es Azafrán, cuya propuesta de platos sigue vigente con la misma modalidad, para que el cliente pueda recibir y disfrutar de los platos del chef en la comodidad de su casa.
Si bien algunos restaurantes tienen la posibilidad de abrir sus puertas al público, lo cierto es que el distanciamiento obligatorio, que reduce la capacidad de personas dentro de un local y la obligatoriedad de consumir en la vereda hacen que la propuesta de quedarse en casa y recibir el mismo plato con las instrucciones para tener la presentación del chef, se lo que sus creadores aseguran: un estilo que llegó para quedarse.