La cigüeña llegó para dos de las máximas figuras de la farándula mundial. En las últimas horas, Katy Perry y Orlando Bloom recibieron a su primera hija juntos. Luego de transitar el embarazo en medio de la pandemia de coronavirus, la cantante dio a luz a la pequeña Daisy Dove Bloom.
La niña es la primogénita de la intérprete de “Firework” y la segunda hija para el reconocido actor de “Piratas del Caribe”, que ya era padre de un niño de nueve años, fruto de su anterior relación con la modelo Miranda Kerr.
Los artistas se habían comprometido hace un año y medio en una espectacular cita por los aires y habían anunciado el embarazo de manera sorpresiva a través del estreno del videoclip de la canción de ella “Never worn white”.
La noticia del nacimiento de la pequeña fue anunciada con una tierna imagen difundida en las redes sociales a través de la cuenta de Unicef, organización dependiente de ONU de la que ambos son embajadores y luego en sus cuentas personales.
La fotografía en blanco y negro que muestra la mano de la recién nacida sostenida por la de sus padres fue acompañada por un sentido mensaje de Katy y Orlando. “Estamos flotando de amor y asombro por la llegada segura y saludable de nuestra hija”, comenzaron, aunque aclararon que “sabemos que somos afortunados y no todos pueden tener una experiencia de parto tan pacífica como la nuestra”.
“Desde el COVID-19, muchas más vidas de recién nacidos están en riesgo debido a la mayor falta de acceso a agua, jabón, vacunas y medicamentos que previenen enfermedades. Como padres de un recién nacido, esto nos rompe el corazón, ya que empatizamos con los padres que luchan ahora más que nunca”, continuaron.
Y para cerrar, los flamante papás agregaron una consigna solidaria: “Celebrando el corazón que sabemos que mi hija tiene, hemos creado esta página para donar y celebrar la llegada de DDB. Al apoyarlos a ellos, estas apoyando a un inicio saludable y a reimaginar un mundo más saludable para cada niño. Esperamos que tu corazón pueda florecer con generosidad”.
La pareja tenía planes de casamiento para finales de 2019 en una ceremonia “pequeña e íntima” que fue pospuesta para este año, pero la pandemia complicó todo. “Katy estaba realmente emocionada de caminar hacia el altar embarazada”, contaba en marzo una fuente cercana a la pareja en declaraciones a la revista People. La cita habría sido con unos 150 invitados en Japón, pero por el momento seguirá pendiente.