Siempre me ha gustado la gente que hace. La que no está esperando que le digan lo que tiene que hacer. La que tiene iniciativa. La que se mueve. ¿Son las personas que se equivocan? Sí. Pero son las que hacen los grandes cambios en el mundo.
Hay algunos que se la pasan planificando y siempre hay una excusa para no empezar, siempre falta algo, nunca es el plan perfecto, ¿Te ha pasado de sentir que los que te rodean son más una carga que alguien que te ayuda a sopesar, empujar juntos y llegar más rápido? ¿Personas que hay que decirles una y otra vez lo que tienen que hacer, se olvidan, llegan tarde, no saben qué parte les toca hacer, hay que repetirles una y otra vez sus responsabilidades?
Un líder se rodea de aquellas personas que sabe que también van a ser líderes y no tiene miedo de que lo superen. Sabe que juntos van a llegar más lejos que él solo, aunque llegaría más rápido si estuviera solo ¿Cómo son las personas que te rodean? ¿Lo has observado? ¿Te has dado cuenta de que la actitud que tiene una persona es lo que la hace llegar muy lejos o no moverse de donde está?
Dicen que las capacidades y la experiencia suman, pero la actitud multiplica. Esto me gusta mostrarlo en una fórmula muy simple D = (E + C) x A. Quiere decir que el desempeño de una persona se obtiene sumando la experiencia y sus capacidades y a esa suma se la multiplica por la actitud. Si la actitud es muy baja, el desempeño se hace muy bajo o cero, a pesar de que la experiencia o las capacidades sean muy altas.
¿Qué sería tener una buena actitud?
Estoy segura de que ya te lo habrás preguntado mientras ibas leyendo y coincidirás que tiene que ver con hacer, preguntar, querer aprender, tener iniciativa, no juzgar a la gente, ser colaborativo, estar al servicio, saber manejar las emociones, ir de frente, tratar con respeto, cumplir la palabra, ser empático y saber escuchar; pero sobre todo, hacer, que es la palabra en la que me enfoqué en la cita del inicio.
Lo importante es empezar, aunque sea con una pequeña tarea. Siempre les digo a mis clientes, no importa que la acción sea muy pequeñita, pero una pequeña acción ya te mostrará que no estás en el mismo lugar y avanzaste. Esto te motivará a seguir avanzando y cuando quieras acordar habrás alcanzado tus sueños más deseados.
Hay una frase popular que dice “al elefante hay que comerlo bocado por bocado, no se puede comer de uno solo”; y es a esto a lo que te estoy invitando. Si te sentís atascado, espero que luego de leer esta columna te animes a dar ese primer pasito.
Mi nombre es Julieta Casnati, Master Coach Internacional, y si querés saber más sobre coaching, ingresá a nuestra cuenta de Instagram @coachingpsicologicointegral para enterarte de todo lo que tenés que saber sobre nuestra academia ¡Nos vemos en la próxima columna!