A contramano de la tendencia, los últimos meses fueron de expansión para el Cineclub Stocco. La cuarentena les dio la posibilidad de iniciar una serie de propuestas junto al Área de Industrias Creativas de la Municipalidad de Godoy Cruz y ahora, cuando ya se ha reanudado la presencialidad, la colaboración sigue andando.
La última, mientras el cineclub retoma el ciclo de los jueves en el Microcine Municipal David Eisenchlas de Ciudad (apunten: está dedicado a Wong Kar- Wai), tiene lugar en el Cine Teatro Plaza de Godoy Cruz. Una sala enorme, a la altura de un evento que no para de congregar cinéfilos mendocinos: la muestra del Buenos Aires Rojo Sangre, el festival de cine de terror, fantástico y bizarro que sirve de vidriera para conocer lo que muchos directores independientes argentinos vienen produciendo. Empezó el miércoles pasado y finalizará mañana, siempre exhibiendo un corto y un largometraje cada día, a las 20, de forma gratuita.
Son ya diez ediciones las que el Stocco viene organizando en nuestra provincia. Aunque esta vez, hay una particularidad que remarca Sebastián Ferreyra, integrante y organizador de las actividades del cineclub: como el año pasado el BARS se hizo de forma virtual, el Plaza terminó siendo el primer cine en el que se proyectan muchas de estas películas. “Los directores están muy contentos porque muchos quisieran estar en las butacas con el público mendocino viendo sus producciones”, dice Sebastián.
El plato fuerte de hoy es “The 100 candles games” (“El juego de las cien velas”), una película compuesta por varias historias menores que adquieren formato de cortometraje. Son varios los directores que participan, como el argentino -cada vez con más proyección- Nicolás Onetti. Y entre los guionistas está Mauro Croche, un escritor que llamó la atención de la gente hace algunos años, cuando se viralizaron sus historias de terror escritas como si fueran espeluznantes charlas de WhatsApp.
“Nicolás Onetti junto a su hermano, Luciano, revivieron la pasión por el cine de terror giallo -nos explica Sebastián-. Ves una de las películas de ellos y no sabés si estás en Italia en los ’60 o ’70, porque les dan una estética increíble y un cuidado muy profesional. Nicolás Onetti es uno de los directores de esta película, que tiene una particularidad: esta producción es de esas que tienen un punto en común y de ahí salen varias historias. Estas varias historias son cortos realizados por otros directores, y lo que quiero recalcar es que Onetti, junto a su productora Black Mandala, pudieron llegar a coproducir esta película con una productora de Nueva Zelanda. Es bastante interesante la propuesta”.
Por otra parte, mañana se estrenará un corto mendocino, “El silbido”, y se proyectará en ocasión de su 40 aniversario la película “An american werewolf in London”, un clásico que, para Sebastián, no ha envejecido a través del tiempo.
-¿Cómo ves el panorama actual del cine de terror argentino?
-Buenos Aires Rojo Sangre es el festival más antiguo de cine fantástico de toda Latinoamérica. El BARS es un espacio de encuentro, de exhibición, y también un punto de resistencia para los creadores y realizadores argentinos de cine de género. En sus veinte años de trayectoria, ha visto a muchos directores que hoy por hoy la están rompiendo, como Daniel de la Vega, como Demián Rugna (“Aterrados”, en Netflix), Pablo Parés (“Soy tóxico”, “Plaga zombie”), Nicolás y Luciano Onetti (algunas de sus películas, como “Los olvidados”, se pueden ver en Amazon Prime Video), Nicanor Loreti y muchos otros grandes directores que han pasado por el festival y que están haciendo producciones increíbles.
-¿“Aterrados” fue un antes y un después?
-Es una película que logró romper con la ‘maldición’ y llegar a mucho público. Una película con muy poco presupuesto, dirigida muy inteligentemente y con muy buen guion. Incluso va a tener su remake en Estados Unidos de la mano de Guillermo del Toro. Todo esto, las películas que hemos pasado en la muestra en esos diez años y estos directores, el público mendocino los ha podido ver y también ha podido ver el crecimiento de esta ola de cine de género en Argentina.
-Son producciones la mayoría de las veces totalmente independientes.
-Totalmente. Estas producciones muchos la hacen por su pasión y por amor. A veces, si no pueden recibir algún fomento, ellos hacen la película igual. Hay autogestión. Cada película es como una cooperativa de trabajo. Hay mucha pasión en los que realizan estas películas. Hoy hay un apoyo mayor al cine de género, porque el BARS ha ayudado mucho a exhibir estas producciones nacionales, algunas las ponen en competición y otras las proyectan. Eso ya está buenísimo: que pasen tu película, que te costó, a veces con más o menos presupuesto. Hay otras con más o menos profesionalismo, y otras donde el sentido estético es lo bizarro. Que tengan pantalla estas películas es increíble y ha ayudado a la maduración del cine de género nacional. Nosotros vemos, desde que empezamos a traer esta muestra, que año a año ha ido mejorando la calidad de las producciones. Como te decía, hay mucho de pasión, pero también de aprender a hacer las cosas y de que salgan como salgan, la cuestión es hacerlas. Eso es un hambre terrible por el arte y unas ganas de expresar tu creación a como dé lugar.
Al final del evento, el domingo, tocará la banda Lenny & The Jets y se sorteará, entre las entradas, un cuadro enmarcado de la película de culto “Starship Invasions” (1977)
Actualmente, el Cineclub Stocco trabaja en varios frentes. El año pasado empezó a hacer el ciclo “Domingo público”, donde pasaron películas por streaming que tuvieran libre exhibición: es decir, que no tienen derechos o éstos ya caducaron. La idea fructificó y en su canal de YouTube suben actualmente todos los meses películas de dominio público, como “Dementia 13” (1963), de Francis Ford Coppola, y “House on Haunted Hill” (1959) de William Castle.
Cuando termine la muestra del BARS, siguen los ciclos de los jueves en el Microcine Municipal (9 de Julio 500).
La programación
Hoy, sábado 17 de julio, a las 20.
“Vestigios, el misterio del dique la ciénaga” (cortometraje). Dirige Valentín Álvarez Sabouret. Actúan: Fermín Salgado Prieto, Daniel Fernández. Sinopsis: Dique La Ciénaga, norte argentino, Roberto lleva a su hijo Santi a pescar, cuando un misterioso animal emerge de las profundidades. La vida de ambos corre peligro.
“The 100 Candles Game” (largometraje compuesto de cortometrajes). Dirige Nicolás Onetti, entre otros. Intérpretes: Magui Bravi, Clara Kovaciv, Amy Smart, James Wright. Sinopsis: Ellos deberán enfrentar sus miedos en un juego aterrador: sentarse en un círculo de 100 velas, tomar una de ellas y contar una historia de terror. A medida que narran los relatos y se apagan las velas, sentirán presencias acechando en las sombras.
Mañana, domingo 18 de julio, a las 20.
“El silbido” (cortometraje mendocino, estreno exclusivo). Dirige Leandro Robelli. Actúan Pablo Porta, Elizabeth Montecinos, Leandro Robello. Sinopsis: Alejandro es un empleado de oficina en la ciudad, sale a la ruta enviado por su jefe en automóvil, con destino hacia el pueblo El Rocío. En el camino, su auto se descompone es acosado por extraños silbidos.
“An american werewolf in London” (por su 40 aniversario). Dirige John Landis. Actúan David Naughton, Jenny Agutter y Griffin Dunne. Sinopsis: David y Jack son dos jóvenes estadounidenses que, con sus mochilas a cuestas, han decidido pasar tres meses recorriendo Europa. En Inglaterra, en una zona rural desolada, oyen un aullido terrorífico, pero no saben que los persigue una bestia legendaria sedienta de sangre.