Un David Lebón de entrecasa, con gorra, buzo y remera, apareció sonriente en la pantalla.
El fin de semana luego de la entrega de los Premios Gardel había sido intensa, y si bien la entrevista había sido pautada antes, para hablar del show por streaming que presenta esta noche en el Movistar Arena, los acontecimientos de ese viernes hicieron girar la charla -en parte- en torno a lo obtenido durante la gala virtual de la entrega de premios.
Esta noche, a partir de las 22, presenta un show completo, con temas de su recientemente premiado “Lebón & Co.” y muchos de los clásicos que el público siempre pide.
-Supongo que habrá sido un fin de semana intenso
-Hermoso fin de semana después de los premios Gardel. No esperaba, estuve nervioso pero en realidad lo tomé con calma al principio pero cuando iba avanzando y ganando más premios me iba poniendo como loco. Qué loco, voy a cumplir 68 años y digo que buena demostración para los jóvenes y qué buen momento de la vida, a pesar de todo, esto me demuestra que los problemas son así de chiquititos.
¿Cómo es que nunca recibiste un premio importante?
- No, no fui abanderado ni nada, Nunca me tocó, siempre estuve tan enroscado en componer o tocar o estar en la casa de amigos tocando que me llevaron muy hacia adentro. Sobre todo en la época que convivimos con Luis Spinetta qué él de alguna manera me mostró el camino: él componía tres temas por día y yo me iba a comprar zapatillas, cualquier cosa, no entendía cómo era el tema. Y yo tenía un par de canciones que me parecían re tontas pero había una que a él le había gustado muchísimo “Mañana o pasado” y para mí fue increíble que un tema tan simple en todo sentido a él le haya gustado tanto. En un momento dado se le piantó una lágrima, y me dijo “qué simple”. Fuimos más que amigos, fuimos hermanos, hacíamos todo, estábamos pegados. Él quería que yo tocara la guitarra, no el bajo, pero la banda ya estaba conformada así. Ese momento fue muy especial y muy recordado todo el tiempo, me acordé mucho de Luis y pienso que él debe haber estado moviendo las piezas de todo esto.
- Este disco tiene algo de mágico, lo dijeron Ricardo Mollo y Lisandro Aristimuño en los making of del disco
- Se dio que la mayoría de los músicos ya sabían qué tema querían. A mí nunca me importaron mucho los premios en el sentido de que por eso yo fuera bueno o malo. No estoy en contra, para nada, al contrario estoy feliz de la vida. Por suerte llegó a tiempo y no después de que yo me vaya. Cuando ganó Santolalla en Estados Unidos yo me emocioné muchísimo, y eso que no somos muy amigos, de haber estado en un grupo. Con él no tuvimos ese acercamiento.
- Ricardo Mollo contó que para grabar Mundo Agradable, terminó eligiendo una guitarra que había sido tuya
- Mollo me dejó loco cuando me regaló una guitarra hermosa, que es, de la marca que uso yo y que me encanta que es la Gibson. Hay otras buenísimas pero siempre quise esa. Me acostumbre y además la gente de Gibson se enteró hace poco y me regaló una guitarra increíble. Yo siempre compré, jamás se me hubiera ocurrido decirle a Gibson “yo uso Gibson, mataría que me den una”, me da vergüenza, pero la verdad es que son caras y no cualquier músico puede tener todo.
- ¿Este disco es una reunión de amigos?
- Sí, absolutamente. Cuando vinieron Rinaldo y Juan Rodríguez de Polifemo, ni ensayamos, lo grabamos directamente así como era y salió. Nos reímos mucho, la pasamos muy bien recordando anécdotas, se arman esas cosas muy bonitas, pero es con cierta gente. Yo creo que nos tenemos que buscar como si fuéramos tribus. Esta es una tribu hermosa, de amor, donde hablamos bien de las canciones de cada uno, donde compartimos canciones también. Es lo que estamos haciendo la mayoría, porque queda bien.
- Sí, pero más allá de que queda bien, el respeto que te tienen, la apertura que tenés hacia otros géneros, porque está Julieta Venegas, Carlos Vives, Ricardo Mollo, Lisandro Aristimuño.. son artistas muy distintos.
- Son los mejores cada uno en lo suyo. A Carlos Vives lo conozco hace más de 20 años. Nos conocimos en Miami, él estaba viviendo allá y le estaba yendo muy bien. Yo pensaba que era un fan mío, porque una noche vino con los discos, todo sudado, con los rulos mojados, para que le firme los discos. Estábamos con Charly, que había ido a Miami y él parecía un pibe humilde que quería la firma de los dos. De pronto vino alguien y me dijo “este chico gana un millón de pesos por día”, como diciendo “es un gran artista”. Lo que pasaba es que en esa época yo no escuchaba esa música. Ahora abrí un poco más mi alma y entiendo que la música de su país que a ellos les gusta y yo no tengo por qué despreciarla.
- Pero además los colombianos consumen mucha música argentina
- Sí, él tenía todos mis discos, hace 20 años atrás, pero no solamente míos, también de Charly, de La máquina de hacer pájaros.
- Lisandro Aristumuño también contó que Casa de Arañas era el tema que él cantaba cuando era adolescente
- Sí, fue mágico. La mayoría de los músicos ya venían con el tema elegido. Cada uno se fue feliz porque se iban con el tema que querían hacer, no fue que nosotros se la asignamos.
Por ejemplo, Pedro Aznar hizo un tema que está en mi primer disco y quedó hermoso. Gaby Pedernera que es el baterista de Eruca Sativa, fue el productor del disco, y la verdad es que hizo unos trabajos espectaculares con Dardo Bulacio que es el director de la banda. Fue hermoso trabajar con la banda y con Gaby, no había diferencias, en seguida nos dábamos cuenta de quién tenía que hacer qué. Eso es muy importante.
- ¿Sentís que este premio te llega en un momento de madurez, de calma o seguís siendo un chico de 20 años?
Sigo siendo, soy medio Peter Pan, estoy todo el día con ideas y cosas para temas. Mi cabeza se acostumbró a trabajar así. El alma y la cabeza funcionan así. SOy un tipo tranquilo, logre la tranquilidad que busqué muchos años y que no sabía que existía. La descubrí y tengo una forma de ir para adentro y sentirme a mí mismo. Hace 50 años que hago meditación, sino no estaría vivo. Yo fui muy adicto al alcohol y a la cocaína.
También soy muy aguantador, por mi familia rusa. A mí me ponían vodka en las encías cuando me estaban saliendo los dientes, Mi abuela me bañaba en alcohol para ir a la escuela porque a nuestra bañera le caían 3 gotas por minuto. Cuando me enfermaba mi abuela me daba leche con whisky caliente, me ponía 5 pulóveres y me decía “o te curas o te agarrás un pedo infernal y la pasás bárbaro” ¿Cómo no iba a ser alcohólico? .
- Tenés la voz impecable
- Se lo debo a mi profesora Andrea Camacho, que me ayudó a limpiarla. YO no fumo, no tomo alcohol, hago los ejercicios. Todo eso ayuda. “Vos no te olvidaste de cantar, vos te olvidaste cómo”. Ella me enseñó a cantar con la mente. “Todos cantan del estómago a la garganta, pero primero tiene que salir de acá” (señala la cabeza).
Sigo teniendo nervios, porque con los años pienso que tal vez ya no toco como antes.
- Los premios te demostraron que no es así
- Y la gente, me han escrito cosas impresionantes, como si fuese Messi. Cosas muy bellas que a mí no se me ocurrirían jamás y me encanta.
El 26 voy a tocar en el Movistar Arena a las 22 y todos ustedes van a estar sin gente, tengo unas ganas de tocar gente que me muero (risas).
Vamos a estar en el estadio sin nadie, va a ser muy cómico. Está bueno, he visto algunos como el de Pedro Aznar con la banda. Y me encanta porque hay mucha gente mayor (como publico), que cuando yo tenía 16 ellos tendrían 20.