“Un poco de mendocino tengo, fueron doce años de vivir en Mendoza”, confiesa David Lebón al teléfono. Cada visita suya a la provincia es inevitable no traer al presente los años que vivió por estos lares y que marcó un momento especial de su vida.
Y por estos tiempos, el ex guitarrista y compositor sigue disfrutando de su luminoso presente, con la cosecha recibida por “Lebón & Co”, su última premiada placa que se llevó seis premios Gardel incluido en el de Oro en 2020, y ahora ajusta los detalles de la segunda parte de ese trabajo.
Pero esta vez, su visita llega en otro plan. Lebón es el invitado especial de la Fiesta de la Cosecha, el miércoles 2 de marzo, en los viñedos del aeropuerto provincial. Además de compartir el escenario con la Orquesta Filarmónica de Mendoza, bajo la dirección del maestro Luis Gorelik , el músico actuará junto a Lisandro Aristimuño y Mateo Sujatovich de Conociendo Rusia, y otros músicos locales.
“Recuerdo que cuando me fui, esos viñedos del aeropuerto recién estaba naciendo y siempre me gustó la idea de tocar en ese lugar. Y ahora me toca. Y feliz de ver a los amigos que me ayudaron. En ese momento fui a tocar al Desert Pub y al otro día nos volvíamos con mis músicos. Y me invitaron a quedarme el fin de semana y me quedé doce años. Fue muy difícil en aquellos tiempos trabajar desde Mendoza, porque no estaba la misma movida que en las ciudades grandes. Pero fue una experiencia hermosa, amo mucho a Mendoza. Pero como en todos lados hay gente estúpida (ríe), que ofrece algunas cosas y nunca sucede. Estaba el plan de hacer una escuela de música en Mendoza pero nunca sucedió”.
-Tal vez en ese momento no era tan fácil hacerlo, hoy es más abierto el panorama.
-Sí, eso es verdad.
Es inevitable hablar del contexto que transitamos. Sobrevolando la pandemia que trajo cientos de cambios en la vida de todos y más en los artistas, ahora el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania trae el fantasma de la guerra y de un mundo sin rumbo ni paz.
“El mundo está muy confundido, pero todo lo que está pasando es tremendo. Nos olvidamos que somos seres humanos y somos una gran familia. Se habla de una próxima guerra y ojalá que no suceda. Mi madre estuvo en la segunda guerra mundial y me contó lo que fue. Y sería horrible que suceda”.
-Es tremendo que en esta era se siga pensando en hacer la guerra.
-Es que se quedaron trabados ahí. Es tan fácil hacer las cosas bien, pero el poder, la plata tiene ese lado oscuro. Todos sabemos lo que sucede y da bronca que te tomen por estúpido, porque en realidad hasta un chico de 12 años sabe que lo que está pasando no está bien. El mundo está perdido y tiene que volver a encontrarse. Yo pienso que los artistas somos un buen ejército que cantamos canciones de amor y nos recordamos a nosotros mismos lo bueno que es estar vivo y que rápido pasa la vida. Así llegues a vivir 100 años es poco tiempo, porque la mayoría del tiempo te la pasas buscando, sufriendo, estudiando y haciendo cosas que no querés hacer.
De todas maneras tuve y tengo una vida maravillosa, a pesar que tuve muchos dolores muy fuertes últimamente (en octubre pasado falleció su hija Tayda), pero sigo. Y como decía Luis: “Un guerrero jamás abandona su marcha”.
-Sorprendiste con el primer “Lebón & Co” y ahora terminando el segundo disco. Para los que no conocían tu obra fue reencontrarse con grandes temas.
-Un poco era la idea y fue muy lindo, recibí muchos premios, el Gardel de Oro. Estoy muy contento y el que viene está muy bueno, no te digo que mejor, pero suena muy bien y tiene invitados increíbles. Estoy muy feliz con la compañía, con Sony, que con 69 años que tengo siguen apostando al señor grande.
-Trabajar con Gabriel Pedernera en la producción ¿fue un descubrimiento para vos?
-Es genial. Es un increíble productor y baterista. Además, con Eruca Sativa, que yo les digo Seruca porque tienen algo de Serú, la verdad hace mucho que nos conocemos y nos queremos, pero Gabi quería ser el productor del disco y me cayó tan bien. Porque a mí me importa la parte humana que como tocas. Lo musical se puede arreglar, pero yo busco el equipo, que se llevan todos bien, no me gusta la gente que no es humilde. Me cuesta llevarme bien con la gente que se cree todo y no es así. Uno no tiene que perder la fe, porque mañana es otro día. Yo digo: “No dejes para mañana lo que podes hacer pasado” (ríe).
-Además de tocar con la Orquesta Filarmónica también estarán Lisandro y Mateo, se generó un vínculo especial con ellos después de grabar tu disco.
-Lisandro y Mateo son amigos del alma. Desde que nos conocimos en el otro disco, desde ese tiempo hasta ahora tocamos juntos, nos seguimos viendo. Son como mis hijos, y yo tocaba con el papá (Leo Sujatovich, pianista de Spinetta Jade) de Mateo y ahora me toca el hijo. Pero él tiene su banda, es un excelente guitarrista. En el concierto en Mendoza vamos a hacer un poco de todo y para mí es una oportunidad hermosa.
-¿Estás escribiendo tus memorias?
-Sí, estoy haciendo un libro. Lo estoy escribiendo con Marcelo Vitar que es un periodista y quien me conoce mucho, somos muy amigos. La verdad que sabe mucho de mí, que está bueno porque me estoy olvidando de muchas cosas, ya soy abuelo de ocho nietos (ríe). Aún no tengo fecha para terminarlo, pero estos últimos meses me han pasado cosas muy fuertes y me tomé un tiempo para descansar y estar mejor. Va a ser un libro muy divertido y van a descubrir muchas cosas de amor y como busqué el amor personal.
-Mirando para atrás en tu vida, ¿qué es lo que te mueve en tu vida diaria después de tanta historia?
-La música me enseñó un montón de cosas. Una de las cosas fue descubrir que Dios está dentro mío. Está dentro de todos, pero normalmente buscamos afuera, el auto, la casa, los viajes. Y nos olvidamos que lo que goza está en el pecho, en el corazón. Cuando vos te enamoras vos lo sentís en el pecho. Y cuando te duele, te duele en el mismo lugar que vos amas, en el pecho. Por eso ahí está mi creador y somos muy afortunados de estar vivos. Y el tiempo es veloz por eso hay que disfrutar de este mundo, a pesar que nos dejan, hay que seguir disfrutando.
Fiesta de la Cosecha 2022
El próximo miércoles 2 de marzo se realizará una nueva edición de la Fiesta de la Cosecha, como parte del calendario de Vendimia, en los viñedos del Aeropuerto Internacional Francisco Gabrielli.
El gran invitado en esta edición será David Lebón, figura central en el rock nacional, quien compartirá versiones sinfónicas de sus temas más trascendentes con arreglos compuestos especialmente para esta ocasión por los mendocinos Joaquín Guevara y Juan Emilio Cucchiarelli. La Orquesta Filarmónica de la provincia actuará bajo la dirección del Maestro Luis Gorelik y además de acompañar a los solistas, abrirá la Fiesta con un repertorio clásico que entusiasmará a los amantes de la música sinfónica.
Junto a Lebón participarán también Lisandro Aristimuño, quien ya estuvo en este escenario en 2019, y Mateo Sujatovich, líder de la banda Conociendo Rusia y uno de los referentes del nuevo rock nacional. Los mendocinos Matías Gorordo, en percusión, y Dany Ávila, en batería, también se subirán al escenario para acompañar a Lebón.
Para el momento de la cosecha, la cantautora mendocina Analía Garcetti será la solista del repertorio cuyano, también con encuentros y fusión con la orquesta gracias a los arreglos del Maestro Polo Martí. Las voces de Cynthia Lozada y Celeste Fredes se sumarán con gatos y cuecas junto a las cuerdas de Sebastián Narváez, Luca Pinto y Javier Guajardo y la percusión de Quique Öesch.
El evento comenzará a partir de las 18, con la previa de El Patio Malbec, con la actuación de Nolocepa, música cuyana, DJ Simón Péndola, bailarines de los Elencos Oficiales de Actos de Vendimia, patio de comidas y bodegas.
La entrada es gratuita y el canje de entradas se realizó a través de la página oficial de la Fiesta de la Cosecha.