Uno de los programas íconos de esta región y a nivel mundial es El Chavo del 8. El programa que surgió hace 40 años y que emitía la cadena Televisa alegraba al público con las historias de su personaje principal y la recordada vecindad.
Sin embargo, el canal perdió los derechos y la serie dejó de emitirse. A raíz de esta situación, empezaran a conocerse varias internas del grupo y muchas nos dejaron bastante sorprendidos.
Una de ella tiene que ver con los honorarios que percibían los actores. Cansada de que dijeran que se había hecho millonaria por su personaje de La Chilindrina, María Antonieta de las Nieves (69) rompió en silencio y, en una nota con el ciclo mexicano “Un nuevo día”, reveló lo que ganaba por entonces. “Trabajar para niños es lo menos bien pagado, por no decir más mal pagado”, se quejó.
“Televisa lo hacía, Televisa lo explotaba, entonces Televisa recibía dinero por cada pasada y a nosotros nos daban una milésima parte de lo que ganamos cuando hicimos el programa. O sea que, si yo gané 1,000 pesos o 1,500 por programa, a mí me daban 150 pesos por cada vez que pasaba en Centro y Sudamérica”, contó. Al cambio, aquellos 150 pesos serían alrededor de 7 dólares, que era lo que ella recibía por la emisión internacional. Siendo que la mayor parte de las regalías se las llevaba la cadena televisiva.
Además, explicó por qué se terminó su personaje, pese a que era uno de los más queridos por los televidentes. “Dejé el programa porque Chespirito ya no quería hacer ‘El Chavo’ y yo no quería cambiar el personaje de ‘La Chilindrina’ por el de Marujita. Digo, Marujita a lo mejor la gente no se daba cuenta o se le hacía el personaje, pero era una prostituta disfrazada”.
Claro, esta entrevista vino luego de que María Antonieta había contado en la revista TV Notas que estaba atravesando una crisis económica por la pandemia mundial. “Lamentablemente sí (la pandemia ha afectado mi economía), y más si sigues pagando sueldos, pues yo no he despedido a ninguno de mis empleados, ni a mi asistente y demás gente que nos ayuda, porque tampoco quiero que pierdan su trabajo. Así que me urge regresar a trabajar con mi público que tanto amo y extraño”, argumentó.
En ese contexto, la exChilindrina, que por su edad es paciente de riesgo, sumó que “Mi hija Verónica es quien me trae la despensa, pues somos vecinas del mismo fraccionamiento, así que cuidados no me faltan. Gracias a Dios me encuentro sana, pero ya he bajado 10 kilos”.
También contó que lleva casi cien días de aislamiento en su casa, donde puede dedicarle tiempo a un nuevo hobbie: decorar cuadros con piezas de chaquira. “Por el momento los hago por diversión y como terapia; al terminarlos los cuelgo en mi casa o los guardo, y aunque el dinero que tenía ahorrado se me está acabando, no he llegado al extremo de pensar en venderlos”, expresó.