Nadie, en tan pocos años, propagó una corriente musical, cultural, filosófica y espiritual tan potente y tan ajena al mundo europeo y norteamericano como lo hizo Bob Marley con el reggae y el movimiento rastafari. Por eso, por su música y porque ya era un mito estando vivo, se celebra hoy el Día de Bob Marley, en coincidencia con la fecha de su nacimiento.
“Si estuviera vivo estaría metiéndose en todo tipo de problemas, siendo un granjero ganja en el Reino Unido”, dijo hace pocos días su hija Cedella, la primera de los once reconocidos que el músico tuvo dentro y fuera del matrimonio, aunque se afirma que hay más.
Nesta Robert Marley nació el 6 de febrero en St. Anns, Jamaica, en 1945. Su madre, Cedella Booker, de ascendencia afro jamaiquina, lo tuvo a los 18 años con un capitán de la infantería de marina británica que, aunque también era nacido en Jamaica se consideraba inglés porque era blanco y por su ascendencia (su familia provenía de Essex), de nombre Norval Marley. Aunque los documentos de la época se contradicen, en general las versiones coinciden en que el padre del pequeño Bob tenía más de 50 años al momento de su nacimiento, por lo que la diferencia de edad con la madre, sumada a las diferencias sociales y raciales generaron un distanciamiento que repercutió en el vínculo padre e hijo. Bob nunca tuvo relación con su padre.
Viviendo en la extrema pobreza junto a su madre, sin agua ni electricidad, el destino le deparó el encuentro con Bunny Wailer, quien sería su amigo y compañero de por vida. Por ese entonces, la madre de Bob y el padre de Bunny comenzaron una relación de la que nació una hija, por eso ambos amigos compartían una medio hermana.
La nueva familia se mudó a Kingston, donde Bob y Bunny comenzaron a interesarse por la música, influenciados por Ray Charles, Curtis Mayfield, Brook Benton, Fats Domino, y The Drifters muy populares en Jamaica, gracias a las emisoras de radio norteamericanas. Los amigos decidieron estudiar música con Joe Higgs, un cantante venido a menos que había gozado de cierta fama y que se ganaba la vida impartiendo clases de canto para principiantes. En una de esas clases conocieron a Winston Hubert McIntosh (Peter Tosh) con quien terminaron formando un grupo vocal.
En 1962, Jimmy Cliff, que aún no era la figura internacional que fue después, presentó Bob Marley a un productor con quien The Wailing Wailers (la incipiente banda formada por Bob, Bunny y Peter Tosh) grabaron su primer disco: Judge Not. Con esta banda, cuyo nombre The Wailing Wailers literalmente significa “Gritos de protesta”, presentaron más de veinte singles que obtuvieron gran éxito a nivel nacional, entre 1963 y 1967.
Por ese tiempo Bob conoció a Rita Anderson con quien se casó el 10 de febrero de 1966 y tuvo cuatro hijos. También, influenciado por la visita del emperador etíope Hailè Selassiè, que impulsó y renovó el importante movimiento rastafari de Jamaica, Bob renunció al cristianismo y se volcó a esta creencia que marcaría el camino musical de su vida.
En 1967 la banda se reformuló y cambió su nombre a Wailers, mientras buscaban sellos independientes para grabar y se mantenían económicamente escribiendo canciones para otros músicos. En 1972, luego de haber dado algunos conciertos en Suecia e Inglaterra sin mucho éxito, firmaron un buen contrato con Island records y editaron Catch A Fire. Éste sería el primer L.P. reggae del grupo como tal, un trabajo que recibió grandes elogios por parte de la crítica, al que le siguió una larga gira por el Reino Unido y Estados Unidos, donde participaron en algunos conciertos de Bruce Springsteen y Sly & The Family Stone, la principal banda de música negra estadounidense del momento.
Luego llegó el disco Burnin’, de 1973, incluyendo el que más tarde sería un gran éxito de Eric Clapton, I Shoot The Sheriff.
El éxito musical y el reconocimiento internacional ya eran un hecho en la vida de Bob Marley, sin embargo sus coequipers, Bunny y Peter, decidieron dejar la banda y comenzar carreras solistas. Por otra parte, el compromiso social, político y racial que manifestaba Bob en paralelo a los preceptos rastafaris de ir por un sendero recto y verdadero, siempre con bondad y hermandad lo pusieron en la mira de una sociedad jamaiquina profundamente dividida por los colores políticos. Pese a sus intentos por acercar a las partes mediante el mensaje de amor del Reggae, se lo acusaba de ser partidario de uno de los bloques de mayor peso en la isla y en 1976 hasta recibió un disparo en un atentado en el que salieron heridos él, su esposa, su hija y el manager, sin consecuencias graves para ninguno.
Temiendo otro atentado, se fue de Jamaica a Londres, donde se asentó por un año y medio hasta que en abril de 1978 volvió a su país natal para el One Love Peace Concert, cuando consiguió que el Primer Ministro Michael Manley y el líder de la oposición Edward Seaga se diesen la mano en el escenario, en un esfuerzo para frenar la violencia política y promover la reconciliación nacional. Fue entonces invitado para ir a la sede de las Naciones Unidas, en Nueva York, para recibir la Medalla de la Paz.
Meses antes, se le había descubierto un melanoma (tipo de cáncer de piel) en el dedo pulgar del pié derecho. Sin embargo, aconsejado por su entorno en que el cáncer era una cuestión mental y espiritual con la cual un buen rastafari no necesitaba lidiar, decidió no hacer ningún tipo de tratamiento médico. Estaba en la cima de su carrera, con los sellos discográficos disputándose los próximos contratos, el reggae esparciéndose por el mundo y las giras multiplicándose en la agenda.
En 1980 lanzó el disco Uprising y tras la gira, Marley regresó a los Estados Unidos, en donde ofreció dos conciertos en el Madison Square Garden como parte del Uprising Tour. Poco después de eso su salud empeoró considerablemente. El cáncer se le había extendido por todo el cuerpo. El resto de la gira fue cancelada y Marley viajó a Alemania donde se internó en la clínica de Josef Issels, un medico con pasado nazi y participación en la SS, que aseguraba poder curar a enfermos que la medicina tradicional había desauciado. Allí comenzó un controvertido tratamiento a base de evitar ciertos alimentos, bebidas y otras sustancias.
Después de ocho meses luchando sin éxito contra el cáncer, Bob Marley tomó un avión de regreso a Jamaica, promovido por Issels -posiblemente para evitar el descrédito de que el músico muriera en su clínica- pero durante el vuelo sus funciones vitales comenzaron a fallar. El avión aterrizó en Miami, y fue trasladado de urgencia al hospital, donde falleció el 11 de mayo de 1981, con 36 años. La muerte lo encontró rodeado de su familia y amigos, y sus últimas palabras fueron para su hijo Ziggy: “Canta la canción. El dinero no compra la vida”.
El funeral en Jamaica fue multitudinario y hasta el jefe de estado estuvo presente para tomar la palabra. Pocos meses después de su muerte, la discográfica lanzó Legend, un disco póstumo que batió récords de venta en todo el mundo, convirtiéndo a Bob Marley en un negocio mayor. Sin embargo, a la par del negocio creció el mito, multiplicando su relevancia cultural y su figura como el ícono de uno de los movimientos pacifistas más emblemáticos del siglo XX.