Una serie española, con adolescentes rebeldes como protagonistas y que disfrutan de alzarse contra las autoridades con tal de poder desenvolverse plenamente. Podría decirse que son los 3 rasgos más importantes que comparten las series “Elite” (cuya quinta y penúltima temporada fue estrenada recientemente en Netflix) y “El Internado: Las Cumbres” (con su segunda y definitiva temporada disponible en Amazon Prime Video). Sin embargo, entre las dos series españolas más exitosas del streaming de las últimas semanas, hay –además- otros tantos puntos en común, así como infinidad de antagonismos.
¿Qué hace más atractiva a “Elite”? ¿Por qué es mucho más atrapante la trama de “El Internado: Las Cumbres”? A continuación, un repaso de las fortalezas de cada una de estas series, las similitudes y los contrastes.
Por qué ver “Elite”
Aunque su quinta y penúltima temporada ha perdido fuerza si se compara con las primeras entregas –no se trata de algo abrupto, sino que el declive ha sido paulatino en la medida en que se estrenaba una nueva temporada-, “Elite” tiene algo que todavía atrae y atrapa a sus fanáticos.
Y es que aquella receta de presentar al principio de la historia la muerte de uno de sus protagonistas –con una estrategia centrada en el impacto de mostrar la escena del crimen y el cadáver en primer plano, aunque sin que logre identificarse de quien se trata- sigue dando resultado. Sin entrar en spoilers, en esta quinta temporada el efecto se repite, mientras que a lo largo de los 8 episodios se va resolviendo el conflicto y la trama.
Además de permitirles el salto a la fama a artistas reconocidas mundialmente como Danna Paola o Ester Expósito –ambas dieron el gran paso en las primeras temporadas de “Elite” y luego siguieron por su cuenta-, la serie creada por Carlos Montero y Darío Madrona puede considerarse como una cuna de jóvenes talentos españoles.
Itzan Escamilla (quien interpreta a Samuel y es el único sobreviviente desde la primera temporada), Carla Díaz (Ari), Martina Cariddi (Mencía), Manu Ríos (Patrick), Miguel Bernardeu (Guzmán), Omar Ayuso (Omar) y la argentina radicada en España Valentina Zenere (Isadora) son solo algunos de los jóvenes rostros que podemos ver a lo largo de todas las temporadas. Con sus apariciones en “Elite” llegaron a convertirse en influencers en las redes sociales y sus perfiles de Instagram cuentan con millones de seguidores, muchos de ellos los propios jóvenes y adolescentes que se engancharon con la historia.
Más allá de lo exagerado en cuanto a los lujos, los excesos y los problemas que deben transitar los protagonistas de “Elite”, la serie funciona como un buen espejo de lo que son los problemas de “niños pijos” (así se les llama en España a quienes tienen mucho dinero y una posición económica acomodada) y de lo alejada que está su concepción del mundo y de las cosas ante la realidad más mundana. El selecto colegio “Las Encinas” se muestra como una cajita de cristal, de esas en las que no hay lugar para problemas de gente sin dinero, poder ni influencias.
Por qué ver “El Internado: Las Cumbres”
Si te gustan las series e historias de terror y suspenso, “El Internado: las Cumbres” –que estrenó su primera temporada en febrero del año pasado y desde hace unas semanas tiene su segunda parte disponible en Amazon Prime- es sin dudas una serie para ver.
Al igual que en “Elite”, los protagonistas son adolescentes conflictivos que deben atravesar todos los pormenores de la vida escolar. Sin embargo, a diferencia de “Las Encinas”, el internado es un lugar al que ningún niño o adolescente querría ir a parar. Un establecimiento del tipo correccional o patronato, donde aquellos jóvenes que han sido abandonados por sus padres o que fueron “depositados” en el lugar porque no tuvieron ninguna expectativa ni confianza en ellos deben enfrentarse a un régimen casi carcelario y a los maltratos diarios de maestros y autoridades.
Un lugar donde estudian, pero también duermen. Y donde no hay lugar para ningún intento de rebelión (aunque eso no impida que los alumnos lo intenten). Ubicado en la cumbre de una montaña remota, rodeado por nada más que un tétrico bosque y compartiendo espacio con un monasterio que oculta un oscuro y perverso secreto cuasi satánico, la trama de “El Internado: Las Cumbres” tiene a sus protagonistas principales en Asia Ortega (Amaia) y Albert Salazar (Paul). Y la misión es descubrir a una oscura secta que, con prácticas medievales y la complicidad de un laboratorio, experimenta con los alumnos del lugar.
El constante terror psicológico y misterio está entre los puntos altos de la serie, así como también el papel protagónico del actor argentino Ramiro Blas (quien fue parte también de la serie española “Vis a Vis”).
Por qué no ver “Elite”
Como se dijo ya, el éxito de “Elite” ha sido inversamente proporcional a su cantidad de temporadas: mientras más episodios se estrenan, menos críticas y comentarios positivos tiene esta serie española que es furor en Netflix.
Más allá de que la intención es reflejar lo que son los excesos y las pesadillas de los niños de plata y sus familias, el morbo exagerado en las escenas de erotismo se convierte en un loop interminable. Sin importar qué ocurra en la escena o cuál sea la situación, sus guionistas parecen tener decidido que no puede faltar una escena de erotismo o de excesos vinculados al consumo de drogas.
A ello se suma las constantes y desgastantes idas y vueltas en sus personajes, del tipo: cuando Ari quiere estar con Samu, Samu no quiere estar con ella. Y cuando Samu quiere acercarse a Ari, es ella quien se muestra reacia.
Si a los episodios de “Elite” se le quitaran las redundantes escenas de excesos –pasionales, sexuales y con drogas- y se limitara a resolver el conflicto inicial de la trama, cada temporada duraría –por lo menos- la mitad de lo que duran.
Por qué no ver “El Internado: Las Cumbres”
Más allá de lo atractiva que resulta la trama en sí y cómo se presentan los conflictos y los personajes, “El Internado: Las Cumbres” también tiene sus puntos débiles. El “histeriqueo” romántico entre Amaia y Paul se convierte en tedioso por momentos, mientras que algunas situaciones son un tanto (bastante) inverosímiles. Una vez más, intentando evitar spoilers, resulta hasta gracioso la manera en que se representa el funcionamiento del cerebro y la mente de las personas y la simpleza con que –de acuerdo al argumento- pueden manipularse (aunque, claro está, es una ficción).
“El Internado: Las Cumbres” es una reversión de “El Internado: Laguna Negra”, también una producción española que fue estrenada en 2007 y se convirtió en un gran éxito. Y si bien la versión de esta década llega con más terror y suspenso, quienes pudieron ver la serie original coinciden en que tiene todavía su encanto y que la pone por encima de la reversión.