Del ostracismo de la pandemia, de esa intimidad inevitable sin escenarios, ni estudios de grabación abiertos, con esa aura intimista lejos del tecno surgió “Pitada”, el último disco de Emmanuel Horvilleur, en el que recopila trece canciones de su camino solista y las lleva a un plano despojado y natural.
Sin pensar en un álbum de grandes éxitos, la idea se fue gestando a fuego lento, cerca de la naturaleza, en el afuera y consiguió uno de los trabajos más escuchados del año pasado.
“Estos discos son tomados como una especie de retrospectiva y a los artistas les llega en un momento. Pero no fue nuestra idea, veníamos de estar guardados sin poder tocar y grabar. Hicimos algunas grabaciones a la distancia, pero cuando tuvimos la posibilidad de salir pensé en hacer algo, pero no en un estudio todos con barbijo, sino otro tipo de encuentro, de sesión. Y se nos ocurrió hacer algo en la naturaleza porque era lo que teníamos ganas. Al comienzo pensábamos hacer algo para las redes y al final lo hicimos crecer, lo filmamos y llegó a un lugar que nos encantó a nosotros. Y cuando lo sacamos pasó algo con el material, como que la gente estaba esperando una música no tan producida, sino un perfume más espiritual, más sensorial. Todo eso está en el disco y la gente lo recibió bien”, cuenta el músico quien vuelve a Mendoza como parte de la grilla del Festival Luján Suena, el encuentro que tendrá más de quince bandas de la escena nacional hoy a partir de las 15, en el Multiespacio Cultural Luján de Cuyo.
“Radio”, “Llamame”, “Soy Tu Nena”, “19″ y “Amor loco” son parte de este álbum con sonido acústico, que cuenta con la participación de Bándalos Chinos, Zoe Gatusso y Chiara Parravicini.
-Y vos ¿cómo viviste el interpretar tus canciones con otra sonoridad íntima?
-En la intimidad tengo la guitarra en el living y es eso, toco la guitarra y canto. Fue adornar la naturaleza de las canciones, sin llegar a una cuestión producida. Claro que es algo que han hecho un montón de referentes, y la cuestión de la voz y la guitarra acústica me gusta. Y tomamos un grupo de canciones que en sus versiones originales son más producidas, mucho más electrónicas.
-Lo lanzaste en vinilo, ¿crees que el gusto por los vinilos y los discos es algo generacional?
-Es generacional, yo durante muchos años no compré vinilos. Los noventa y gran parte del 2000 fueron años del CD, y me compraba varios en cada viaje que hacía. Los vinilos nunca desaparecen, siempre me gustaba la tapa, pero no tenía la bandeja. Hace unos años empecé a coparme y sin llegar a ser un coleccionista, cada vez que me iba de viaje me traía cinco y seis. Y eso en mi hijo Andrés, que tiene 17 años, se tradujo el gusto. Y él ahora va a disquerías, se compra lo que le gusta. A mí me encanta y me gusta que mis discos estén en ese formato. Como también me gusta el libro físico, para algunas cosas soy más vieja escuela.
Se me viene algo a la cabeza que soy re vieja escuela y cuando vas a un estudio no lo ves, es escribir las letras en un papel. Me gusta escribir en mi cuaderno, hay gente que lo escribe en la computadora y los pibes escriben en el celular. A mí me gusta el cuaderno, tachar y escribir con una letra horrible, porque es más veloz para mí. Igual tengo ganas de aprender a escribir en la computadora, porque sé que una frase la podés mover, porque en un verso de cuatro oraciones le pongo los número de orden.
-Cuando escribís, ¿es más fácil hacerlo desde un alter ego?
-Sí. No es una música autorreferencial, ni lo han sido. La letra: “Si no puedo estar con vos, me encantaría hacerlo con tu hermana”, no me pasó nunca. Pero lo he escuchado y uno toma ciertas cosas y las ponés en una canción. Sería aburrido si fuera todo autorreferencial, una realidad. Me gusta la realidad fantástica en las letras, cambiar situaciones que uno vive y hacerlas más grandes.
-De tu repertorio solista, ¿qué canción te sorprendió que tuvo mucho éxito y no te lo esperabas?
-Quizá la canción más exitosa entre comillas, tal vez por la participación de Gustavo Cerati sea “19″, que es una canción que es linda, pero no sé si es mi mejor canción. Pero la gente la tomó y con el paso del tiempo se transformó en un hit, es mi canción más escuchada. Obvio que está la figura de Gustavo que tracciona mucho, pero la gente la disfruta.
-Del nuevo disco, ¿Qué podés adelantar?
-Obviamente que salgo de la sonoridad acústica, estoy probando cosas que tienen que ver con otro momento de mi carrera. Vuelvo a cierta cosa urbana, pero desde un lugar nuevo, en un punto a rapear. Es como que la cuarentena y todo este tiempo me hizo explotar un planeta, con micro planetas con banderas propias. Hay canciones que no tienen nada que ver entre sí, y será un nuevo disco bien ecléctico.
-Con Dante están planeando el documental de Illya Kuryaki, ¿crees que es una obra necesaria para la banda?
-Yo sí. Me parece que está bueno, porque es mucho lo que hicimos, pasó el tiempo y a la vez es una banda que comenzó con cierto sonido hace treinta años, entonces como que está bueno como ejercicio de ir para atrás y ver los comienzos. Me parece que puede ser un documental que no solo hable de Illya Kuryaki, sino de la música de los ‘90, de la música de los que fuimos hijos de los que comenzaron el rock en español. Puede llevar a muchos lados diferentes.
-Incluso en un momento fueron incomprendidos.
- Illya Kuryaki fue una banda que sintió amor y odio. El amor porque éramos dos pibes que teníamos mucha energía, siempre para adelante y probamos un nuevo sonido. Y el odio tal vez por lo mismo, porque en esa época éramos chicos para tener un público que te quiera, o teníamos que tener años de carrera o una historia en el underground. Y el rock era más dogmático, la mezcla de estilos no iba, y el rap en la argentina nos veían como raros. Ahora los pibes se suben al escenario y tienen un montón de público que comulgan con esa música, y a nosotros nos miraban como extraterrestres. Pero a la vez siempre había gente que disfrutaba de la música nueva.
Recién en abril vamos a empezar, es tranquilo el proceso, no vamos a correr porque tenemos nuestros discos cada uno, pero vamos de a poco.
Un festival potente con la nueva escena
En su segunda edición, el Festival Luján Suena propone un día con más de quince bandas, dos escenarios y otras actividades complementarias.
El encuentro que fue un éxito en 2019, reúne a la escena musical, con las mejores bandas mendocinas y grandes exponentes de la música nacional.
Una intensa gira con la actuación de Ainda, Alejo y Valentín, Aluhé Dumé, Batos, Catalina, Dillom, El Mató a un Policía Motorizado, El Zar, Emmanuel Horvilleur, Feli Ruiz, Joven Breakfast, Juan Ingaramo, La Blunty, Malena Villa, Nafta, Sasha Nazar, Zoe Gotusso y el cierre de El Club del Sodeado.
Además habrá otros atractivos para el público, que evidencia el talento local, en expresiones como el street art y la fotografía. En el espacio de exposición se montará la muestra de la fotógrafa Mona Guerrero.
También será parte del encuentro la cultura del street art, con pintadas colectivas de gran escala como La Zanjoneada, con muralistas y pintores que se suman al encuentro. La experiencia sonora sensorial de Aconcawa Soundsystem, entre otras expresiones artísticas.
La Ficha
2° EDICIÓN FESTIVAL LUJÁN SUENA
Grilla: Ainda, Alejo y Valentín, Aluhé Dumé, Batos, Catalina, Dillom, El Mató a un Policía Motorizado, El Zar, Emmanuel Horvilleur, Feli Ruiz, Joven Breakfast, Juan Ingaramo, La Blunty, Malena Villa, Nafta, Sasha Nazar, Zoe Gotusso y El Club del Sodeado.
Muestra fotográfica Mona Guerrero, Street Art, Boomclap X, Flow y Aconcawa Soundsystem
Día y hora: hoy, a partir de las 15.
Lugar: Multiespacio Cultural Luján de Cuyo (Quintana y Acceso Sur, Luján de Cuyo).
Entradas: $800. En tuentrada.com y en boletería del predio una hora antes del festival.