Los músicos británicos están teniendo últimamente fuertes cruces mediáticos derivados de las posturas de cada uno frente a la pandemia. Y aunque hay un consenso general en torno a ella, hay algunos que se desmarcan: es el caso de Eric Clapton, el mítico guitarrista, quien acaba de reafirmar su visión conspiranoica sobre el coronavirus en una canción, “This Has Gonna Stop” (“Esto tiene que parar”), donde manifiesta su rechazo a las medidas sanitarias preventivas y a las vacunas.
“Esto tiene que parar, ya es suficiente. No puedo soportar más este BS. Han ido lo suficientemente lejos, quieren reclamar mi alma. Tendrás que venir y derribar esta puerta”, canta el músico en las primeras líneas de una canción con aires de rhythm and blues.
Esto lo posiciona directamente en la vereda de enfrente de Elton John, quien hizo a principios de este año un spot llamando a la vacunación, y de Brian May, quien se refirió a él hace pocas semanas diciendo que “los antivacunas están locos”.
Además de mostrar su indignación por las medidas sanitarias oficiales a partir del uso de la expresión BS, que significa British Standard y hace alusión al sello de calidad de ese país equivalente a nuestro conocido sello IRAM, Clapton también refiere de manera excesivamente dramática al malestar que sufrió cuando recibió sus dosis de la vacuna AstraZeneca.
“Sabía que algo estaba pasando mal / Cuando empezaste a imponer la ley / No puedo mover las manos, me sudo / Quiero llorar, no puedo soportarlo más”, canta el respecto en un pasaje del tema. En su momento, llegó a sugerir que a causa de la vacuna no podría tocar nunca más la guitarra.
La canción es acompañada de un video en donde se suceden imágenes animadas de grupos de personas sentadas en una mesa tomando decisiones, balanzas de la justicia que se inclinan hacia un lado, bombardeos informativos y gente “sometida”.
Su decisión más extrema fue asegurar que no iba a actuar en ningún auditorio en el que se impusiera la regla oficial de exigirle a la audiencia el certificado de vacunación.