Ernesto Suárez, de festejo: “En mi vida me ha salvado la creatividad y el caradurismo”

El actor y director celebra 55 años con el teatro reponiendo dos de sus obras más conocidas y la vuelta del elenco De Sol a Sol. Las impresiones de un artista querido por el público y sus pares, que a sus 81 años sigue actuando como el primer día.

Ernesto Suárez, de festejo: “En mi vida me ha salvado la creatividad y el caradurismo”
El actor y director Ernesto Suárez festeja en el escenario sus 55 años de teatro.

Su sola presencia en el escenario causa un magnetismo en la gente. Su nariz aguileña, los rulos blancos y su caminar desgarbado y su chispa inagotable son parte de las cualidades que lo hacen único. A sus 81 años, Ernesto Suárez está lejos del retiro, al contrario, por ahora ni lo imagina. Porque a pesar que el cuerpo siente el paso del tiempo, su espíritu sigue intacto y cada día es una oportunidad para crear, moverse y concretar proyectos.

Después de ocho meses con las salas cerradas, el actor y director mendocino fue el primero en volver a pisar el escenario del teatro Independencia. Recinto que lo recibió ciento de veces en sus 55 años en la escena y que a partir de hoy celebrará como a él le gusta, actuando.

Por eso vuelve a escena con dos clásicos de su carrera. Por un lado, anoche presentó con entradas agotadas “Educando al Nene”, pieza que creó hace 33 años y comparte junto a Daniel Quiroga, una dupla que consolidó con el tiempo. Y hoy lo hará con la comedia “Hablemos de la pareja”, una obra con la dosis justa de comicidad y ternura que merecen las vivencias del matrimonio, junto a la actriz Sandra Viggiani.

 Ernesto Suárez y Daniel Quiroga, la gran dupla actoral vuelven con un clásico del teatro mendocino.
Ernesto Suárez y Daniel Quiroga, la gran dupla actoral vuelven con un clásico del teatro mendocino.

Y como si fuera poco por estos meses abandonó su querido Renault 12 para trasladarse en bicicleta y cumplir con todos los ensayos previstos. Uno de ellos, en el teatro Pulgarcito en el parque San Martín, donde el elenco De Sol a Sol presenta hoy a las 20.30 su obra “Otra vez sopa”, dirigidos por Suárez y donde sigue despuntando el vicio y dando cátedra de teatro popular.

“Ayer tuve diez horas de ensayo. Me llaman de todos lados, pero antes era lindo, sensual, y ahora miro una foto y me miro al espejo y lo tapo. Le pongo un papel al espejo”, afirma entre risas sobre una rutina lejos del descanso y la pasividad.

El festejo: un libro, un sueño y el teatro

Como todos, el Flaco Suárez pasó los meses de cuarentena en su casa, aislado y esperando que abrieran las salas para volver al ruedo. Pero en el mientras tanto no dejó de crear. Se puso a escribir y a diagramar un libro que hable sobre su método de actuación, el teatro popular y desentramar el porqué de la vigencia de sus obras.

-¿Cómo viviste todos los meses de encierro y fuera del escenario?

-Escribiendo un libro con la ayuda de Nati Dimarco, también con la ayuda de Carlos Fos que tuvo la idea de escribir sobre mi método, y el secreto de porque la gente me va a ver. Y yo le dije que la educación se hace con el alumno y el maestro, nunca me guie por libro, porque siempre cambie la forma de laburar. La formación de grupos y cooperativas, la horizontalidad, con todo eso logré vivir del teatro tanto tiempo y de lo que me gusta.

El libro lo está escribiendo gente de Ecuador, de Mendoza, una parte la hizo Chico Vargas, otra la escribe Agusto Enrique, un alumno que vivió conmigo cuatro años y se recibió acá. Se está escribiendo como corresponde, entre el alumno y el maestro. Porque yo no tengo una metodología, la adapto según las circunstancias. De golpe trabajo con niños, después con actores, con gente grande o también he dado posgrados en Chile y Ecuador.

-Es importante que lo puedas plasmar en un libro y también desentrañar los secretos de tu permanencia en el teatro independiente.

-Creo que la permanencia del público es por la gente se ve identificada con lo que hago. No es un teatro para ganar concursos, presentarse en festivales, para que me juzguen críticos. Es un teatro para la gente, que tiene que ver con mi barrio, con mi infancia, con mi identidad. Ese fue el éxito de Chaplin, de Cantinflas, del Chavo del 8. Yo nací en un barrio marginal, con gente querida y solidaria. Y mis obras hablan de eso, o por ejemplo el machismo. Hace 32 años escribí “Educando al nene” y ahí toco ese tema, que por suerte hoy se habla y se combate, pero en esa época no. “Hablemos de la pareja” es una autocrítica, porque yo soy muy callado y aprendí con mi pareja a dialogar. Son obras de mis vivencias, un poco autobiográficas.

Ernesto Suárez festeja sus 55 años en el teatro con una huella imborrable en varias generaciones de actores y elencos.
Ernesto Suárez festeja sus 55 años en el teatro con una huella imborrable en varias generaciones de actores y elencos.

-Después de tantos años, hoy no hay miedo en el escenario y bache que lo altere.

-No. Imaginate que improvisé toda mi vida, me he cagado de hambre en la calle en Perú, hasta que me puse en la plaza a actuar y comencé a pasar la gorra. En mi vida me ha salvado la creatividad y el caradurismo.

-¿Te imaginabas que ibas a cumplir 55 años en el teatro arriba del escenario?

-Tengo más de 55 años (ríe). A los 50 empecé a actuar, antes dirigía o hice teatro en la calle. En este balance de mi vida me alegro tanto de haber elegido este camino. He podido cumplir dos sueños importantísimos que son comprarles una casa a mis dos hijas con el teatro, no tengo patrones, viajo, sueño, ayer ensayé ocho horas, qué más puedo pedir. Yo como tengo proyectos, tengo defensas.

-¡Ni la pandemia pudo con tu espíritu!

-Sí, me cuido y me junto cada quince días con unos amigos de Bermejo que son músicos, a cantar unos boleros, a comer un asadito. Sigo viviendo mi vida, tengo una pareja que es Mónica y nos cuidamos y nos queremos. Todo ha sido tarde para mí; salí con una mujer a los 23 años por tímido. Soy un tipo muy para adentro y el teatro me abrió una puerta. Ahora me traslado por todos lados en bicicleta, para hacer gimnasia y para estar vivo. Creo que la vida es eso, moverse y no quedarse quieto.

Me he cagado de hambre, pero también tuve placeres hermosos, como compartir una cena con Víctor Jara, Yupanqui o Alfredo Zitarrosa en México. Por eso al exilio le digo la “beca Videla”, porque yo no me morí de tristeza, sino que volé. Me enganché con el Juglar en Ecuador y continúo con proyectos.

La ficha

ERNESTO SUÁREZ FESTEJA SUS 55 AÑOS DE TEATRO

“Hablemos de la pareja”: hoy, a las 21.30, en el teatro Independencia.

Entrada: $400 (cupos limitados). En www.entradaweb.com.ar y boletería.

“Otra vez sopa”: hoy, a las 20.30, en el teatro Pulgarcito (parque San Martín). Entrada gratuita, gestionarla con anticipación en www.entradaweb.com.ar (cupos limitados)

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