¿Estas deprimido o estas distraído?

La gran mayoría de los seres humanos hemos atravesado esas etapas de bajón donde llegamos a estados profundos de melancolía y tristeza, nos sentimos abatidos, sin fuerza y sin motivación. Pero las buenas noticias siempre llegan, hoy aprenderemos a hacer una especie de alquimia emocional para transformar y trasmutar dicho estado.

¿Estas deprimido o estas distraído?
positivismo

La mayoría de nosotros hemos pasado por estos estados de vibración baja donde nos toca convivir con pensamientos y emociones muy densas. Voces que nos dicen fuerte y claro “no vas a poder”, “déjalo mejor para mañana”, “mírate, no eres suficiente”, “mejor no hables, no digas nada”, o nos trae una y otra vez situaciones negativas del pasado. Y así podría pasar un buen rato nombrando las infinidades de herramientas que utiliza la oscuridad en nuestro camino.

Pero como mencioné, las buenas noticias, la luz del túnel, la calma después de la tormenta siempre llegan y siempre llegarán. A medida que se va obteniendo esa madurez espiritual que todos deseamos alcanzar, se va entendiendo el por qué y para que de las situaciones negativas, empezamos a dejar de ver los problemas como huecos y empezamos a verlos como trampolines. Trampolines que nos van a impulsar a un nuevo nivel, a una nueva conciencia.

Otro aspecto que se concientiza en el camino a la madurez espiritual es el poder profundo de las palabras. Veía un video de un psicólogo que mencionaba su indignación hacia la poca responsabilidad de las personas a la hora de emitir palabras. Exponía: “Me llegaban pacientes que empezaban la terapia diciéndome: estoy acá porque tengo una depresión extremadamente grande. Siempre les decía: gracias, porque ya me ahorraste hacer mi trabajo. Después de las risas, les explicaba lo que realmente era una depresión extremadamente grande, lo que nosotros en la medicina le llamamos depresión clínica. Y que no tenía nada que ver con los síntomas que ellos me mencionaban, les mostraba que realmente su problema no era tan grande como pensaban y que el resto de los aspectos de su vida estaban mediantemente bien, solo tenían que redireccionar el foco de su atención, hacia lo positivo”.

depresion
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No estás deprimido, estás distraído:

¿Cuántas veces pensamos que es una depresión y termina siendo una distracción del mundo? ¿Cuántas veces nos sentimos bajón, sin antes parar un poco y apreciar todo lo que tenemos alrededor? A veces estamos tan enfocados en el dolor que nos sentimos inseguros, con vacíos y luchas existenciales, ignoramos las bendiciones y las cosas positivas, vamos por la vida dolidos por el pasado y por consecuencia empezamos a evitar situaciones magníficas: postergamos paseos con amigos, esquivamos conocer nuevas personas, nos desanimamos a luchar por un nuevo objetivo y poco a poco vamos cayendo en lo que llaman depresión. Aunque la realidad es que no estás deprimido, sino que estás distraído en cosas negativas que no te dejan ver la magnificencia de la vida, la presencia de Dios en tu camino. Distraído con recuerdos del pasado, distraído con juicios propios y ajenos. Distraído con hábitos que no llevan a nada bueno. Distraído con personas que no se apasionan por nada, distraído por las voces del miedo, etc.

Existe una exquisita joya literaria conocida como “no estás deprimido, estás distraído” de un maravilloso artista llamado Facundo Cabral, dicha joya nos permite ver la depresión desde otro punto de vista, haciéndonos reflexionar y preguntarnos si realmente estamos pensando lo correcto. Lo relata de una perspectiva artística y poética, pero desde el punto de vista de la psicología, este hecho tiene una total lógica y razón.

libro facundo cabral
libro facundo cabral

“Dios te puso un ser humano a cargo, y eres tú mismo. A ti debes hacerte libre y feliz, después podrás compartir la vida verdadera con los demás.

Recuerda a Jesús: «Amarás al prójimo como a ti mismo». Reconcíliate contigo, ponte frente al espejo y piensa que esa criatura que estás viendo es obra de Dios; y decide ahora mismo ser feliz porque la felicidad es una adquisición.

Además, la felicidad no es un derecho sino un deber, porque si no eres feliz, estás amargando a todos los que te aman. Un solo hombre que no tuvo ni talento ni valor para vivir, mandó a matar seis millones de hermanos judíos. Hay tantas cosas para gozar y nuestro paso por la tierra es tan corto, que sufrir es una pérdida de tiempo.”

¿Ahora observan cuanta realidad y lógica hay en estos escritos? ¿Quedaste reflexionando y cuestionándote todo? Te felicito, eso demuestra y representa un estado de conciencia desbloqueado.

Hay muchas personas afuera que no saben cómo lidiar las condiciones paralizantes de la vida, como: la ansiedad, el estrés, la depresión y los ataques de pánico, terminan permitiéndoles a estas situaciones que dominen su vida y cambien totalmente su realidad. De hecho, muchos de nosotros hemos pasado por esa etapa, solo que algunos deciden buscar las herramientas internas y externas que Dios pone en nuestro camino y sencillamente darles un fin a estas situaciones. Sé muy bien que la vida de quien padece estos problemas llega ser una pintura en blanco y negro, donde el tiempo transcurre, pero no pasa nada. Es debilitante y molesto lo sé por experiencia propia, pero créeme, todo es más sencillo de lo que parece, no estas solo y si enfocas tu atención en Dios y en las cosas positivas, todo irá sucediendo como por arte de magia.

Es preciso que identifiques este proceso destructivo de pensamiento, dándote cuenta de que esos pensamientos no los generas tú, los genera el enemigo de tu alma. De esa forma empezarás ver el mundo de una manera más clara y realista. El hábito de convertir tus pensamientos en una manera positiva de pensar, es un proceso de entrenamiento de tu mente, pero vale la pena.

Por otro lado, se ha demostrado científicamente que la depresión se origina por un exceso de pasado, por estar constantemente pensando en cargas antiguas que se sienten como si hoy estuvieran pasando y no sabes qué hacer con ellas.

Así que tenemos otro proceso de sanación muy fácil y al alcance de todos, y es practicar el perdón, este es un gran paso para vencer la depresión y la ansiedad. Además, cuando perdonas te siente mejor contigo mismo y con los que te rodean, perdonar es el acto más sublime de amor propio.

Si estás aquí no es por casualidad, hay alguna situación, persona o sentimiento que debes comprender, soltar y perdonar. Muchas personas viven toda su vida sin poder hacer las paces consigo mismo y los que los rodean. Perdonar tu pasado y lo que aconteció te libera, te permite disfrutar del presente y ser más feliz. No solo se trata de perdonar a quien te hizo daño, sino a ti mismo y dejar los remordimientos. El perdón sincero es una forma de sanación. Perdonar no te garantiza que no vuelvas a ser lastimado, pero si te permite tener una visión objetiva y te da el poder sobre tus emociones. Tú eliges liberar, sanar y crecer a través del perdón.

Ejercicio para perdonar:

A continuación, te dejo un paso a paso que puedes aplicar para generar el perdón en ti, y así permitirte poder avanzar y cerrar ciclos.

Paso 1: Menciona lo que necesitas perdonar.

Paso 2: Reconoce cómo te sientes actualmente sobre la situación. Estos deben ser tus sentimientos honestos, no las cosas agradables y amables que piensas que debes sentir. Es necesario trabajar a partir de lo que realmente sientes. Entonces expresas tu voluntad estando abierto a la posibilidad de dejar ir esos sentimientos.

Paso 3: Indica los beneficios que obtendrás después de perdonar. Este será principalmente lo contrario de lo que estás sintiendo en ese momento. La tristeza se convertirá en alegría, la ira se convertirá en paz, la pesadez se convertirá en una sensación de ligereza y así sucesivamente. Si no estás seguro acerca de los beneficios simplemente elige un par de buenos sentimientos generales que te gustaría tener por el momento (más feliz, más a gusto, más confiado, etc.)

Paso 4: Comprométete a perdonar. Esto simplemente es declarar a quién tienes la intención de perdonar y reconocer los beneficios que provienen de perdonar.

Ejemplo más claro: en este caso la novia de alguien (Lucia), terminó su relación.

1. Quiero perdonar a Lucia por dejarme.

2. Ahora elijo liberar mis sentimientos de arrepentimiento, de abandono y de miedo.

3. Reconozco que perdonar a Lucia me beneficia, ya que me sentiré más claro, más ligero, más confiado, más feliz, y más capaz de crear mejores relaciones en el futuro.

4. Me comprometo a perdonar a Lucia y acepto la paz y la libertad que trae el perdón.

Para culminar anexaré el audio libro de Facundo Cabral, espero que puedas escucharlo completo y alimentar tu alma con tan importante contenido. También espero que este escrito te haya sido de gran ayuda.

¡Nos vemos en el próximo capítulo!

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