El teatro tiene, además de su evidente potencia artística, una imprescindible función social. No es casual que se utilicen sus técnicas y herramientas para muchos y diversos fines: didácticos, inclusivos, educativos, terapéuticos, sociales o de difusión.
Es que si hay una disciplina que puede dar cuenta de lo humano en términos poéticos, esa es el teatro: el cuerpo, la palabra, el espacio, el tiempo nos conectan y referencian a todos.
Quizás por eso es que en la escena argentina surgió el movimiento que marcó un hito, y permanece como símbolo de resistencia cultural ante lo insoportable. Se llamó Teatro Abierto y convocó a autores, actores, actrices, directores que conectaron con el silencio al que habían sido sometidos y lo volvieron grito liberador.
El ideario que sostiene hasta nuestros días a Teatro Abierto es poderoso; es de esos paradigmas artísticos que configuran identidad en la cultura de un pueblo. Y es porque está estrechamente vinculado en su surgimiento, constitución y desarrollo con la dictadura cívico-militar que asoló al país y diezmó nuestras comunidades derramando muerte, violencia y destrucción a su paso. Un hecho histórico de tal dimensión tenía que generar una respuesta artística.
Y sucedió. Comenzó apenas como un ciclo de obras teatrales en el Teatro Picadero de la capital del país, que arrancó el 28 de julio de 1981 y finalizó en septiembre; pero fue tal el vigor, la renovación de miradas y abordajes, la potencia de sus temáticas que a su calor se fueron configurando nuevas poéticas, brazos artísticos que extendieron otros modos de acción y concepción del teatro en la Argentina y un testimonio vivo y palpitante de cara a la memoria social.
Este cisma artístico nacional es materia del documental “Teatro Abierto. Escenario de resistencia” que estrena Canal Encuentro en homenaje a los 40 años de su surgimiento.
Serán cuatro capítulos que inician el viernes 6 de agosto, a las 21.30 por esa pantalla. Donde se abordará el fenómeno en toda su dimensión.
El documental se nutre de valioso material de archivo y entrevistas a sus protagonistas principales y está conducido por Malena Sánchez.
“Esta serie documental refleja la historia de cómo Teatro Abierto se convirtió en un fenómeno que transformó la escena cultural de los años del terrorismo de Estado y que luego se multiplicó por distintas regiones del país y en otros géneros artísticos”, afirma la sinopsis.
Entre los entrevistados estarán: Roberto Cossa, Rubens Correa, Villanueva Cosse, Manuel Callau, Jorge Rivera López, Patricia Gilmour, Irene Villagra, Pacho O’Donnell, Ingrid Pelicori, Jorge Merzari, Carlos Rottemberg, Roberto Perinelli, los mendocinos Ariana Gómez, Cristina Bismach y Rolando Moscardelli; entre más.
El primer capítulo dará cuenta de los inicios del movimiento, sus objetivos y el atentado al Teatro Picadero que lo haría peligrar.
En el Capítulo 2 se indaga sobre las causas de ese incendio, los inicios del teatro independiente (que también sucedió en Mendoza) y una larga lista de teatros quemados.
En la tercera entrega se narra la mudanza al Tabarís, la reorganización de los postulados y la importancia de las mujeres en el desarrollo de autoría, actuación, planteos de puesta en escena y más.
Finalmente, en el cuarto capítulo, se propone en panorama retrospectivo del legado y la epopeya que fue Teatro Abierto: sus consecuencias, derivaciones y su vigencia 40 años después.
En este tiempo en el que el documental ha tomado fuerza en el consumo de las audiencias, que nuestra televisión estatal se dé a la tarea de homenajear y dejar registro de lo que construimos como sociedad en términos teatrales es un gran plan de entretenimiento y una necesaria justicia.