“La pandemia nos afectó y nos sigue afectando a todos. Engordé un montón, por ejemplo. Pero no afectó a la novela”, admite Federico Jeanmaire (Baradero, Provincia de Buenos Aires, 1957). “La terminé de escribir en 2018 y a principios del año pasado la envié al Premio Fernando Quiñones (España) y en noviembre tuve la suerte de ganarlo”.
Se refiere a “Darwin o el origen de la vejez”, su última novela, publicada por Alianza Editorial y presentada formalmente en Argentina el pasado 15 de mayo, en el marco de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires. “Trata de un músico que, a punto de cumplir 60 años, aterriza en unas Islas Galápagos desiertas. El protagonista elige ese lugar tan alejado porque desea estar solo y porque está enamorado de una mujer bastante más joven que él, Rut”, informó la Fundación Unicaja -que otorga el premio Fernando Quiñones- el pasado 17 de noviembre. En esta XXII edición se presentaron 1300 novelas.
“La novela se convierte en un viaje ensimismado por las islas, un viaje por la vida y por el paso del tiempo, por lo que significa la vejez, una historia íntima acerca de las maneras del amor masculino, una suerte de guía turística, de infinitas reflexiones sobre el devenir de los seres humanos en el mundo y, por supuesto, acerca de la odiosa falta de Rut”, explicaron.
Pero “no es estrictamente una autoficción. Tiene algo de mi propia vida y mucho de ficción”, nos dice Jeanmaire ante la consulta sobre si ese es el género de la novela, pues el protagonista y sus circunstancias tienen notorias similitudes con su propia vida. Por ejemplo: Rut existe en la vida real.
“El protagonista es un músico, armoniquista, de mal carácter y que recorre solo Galápagos. Yo, en cambio, no soy músico, viajé con mi hijo y, creo, no tengo mal carácter. Y en el resto, no significó un desafío, la novela se propone contar bastante más que algunas preocupaciones personales”, nos explica.
-¿Cómo y cuándo empezó tu relación con Darwin? Y, sobre todo, ¿cómo cambió tu relación con él desde que lo leíste y en sucesivas relecturas?
-Mi relación con los escritos de Darwin comenzó en mi adolescencia y en la biblioteca municipal de Baradero, mi pueblo. Me apasionó su modo de indagar la naturaleza, su afán por dar cuenta de sus descubrimientos, su entereza y sus profundas contradicciones. Un señor muy religioso que se animó a negar el génesis. Mil cosas me gustaron de él y mil, también, me disgustaron. Una de las formas más usuales de vivir el amor. Por eso, me parece, es fundamental su presencia en la novela.
-La vejez es el gran tema del libro, e incluso su título puede sugerir al lector que se trata de un tratado, un ensayo o una investigación (como el libro original al que remite). ¿Fue su escritura también un instrumento para pensar vos sobre ese tema? ¿Cómo surgió tu necesidad de escribir sobre la vejez?
-Sí, la vejez es uno de los grandes temas del libro. También el amor. Pero en cuanto a la vejez, la escritura fue un instrumento para dar cuenta de todo aquello que se me ocurrió puesto a pensar sobre el tema. El origen de esa necesidad vino desde dentro y desde fuera: cumplir 60 años y que una mujer me haya dicho que era muy viejo para ella. Dos cuestiones objetivas y absolutamente personales, sin ninguna ficción.
-En las últimas semanas, el discurso de Guillermo Saccomanno en la apertura de la FILBA fue el gran tema de discusión entre escritores, periodistas, lectores. ¿Qué te generaron a grandes rasgos sus palabras?
-No escuché el discurso de Guillermo, solo he leído algunos comentarios sobre lo que dijo. En principio, concuerdo en varias cuestiones. Aunque en algunas otras no. La feria del libro de Buenos es un evento muy singular, un evento de la industria, por eso lo mezcla todo: youtubers, mediáticos, políticos y algo, muy poco, de literatura. Entonces, que la apertura todavía la siga haciendo un escritor como Saccomanno tiene un valor que habría que reconocerles a los organizadores.
-La distribución en Argentina del libro tuvo varias particularidades (por no decir inconvenientes). ¿Podrías contar cómo es la situación?
-La situación es que el libro está hecho en España y que Alianza, la editorial que lo publicó, no produce acá. Entonces hay que importarlo y eso está difícil en Argentina. Van llegando, poco a poco. Por ejemplo, ya está en Mendoza, pero solo en la librería Ludditas. Si luego empiezan a llegar más, espero que pueda estar en el resto de las librerías de Mendoza y del país.
Sobre el autor y el libro
Federico Jeanmaire (Baradero, Argentina, 1957) es licenciado en Letras, profesor universitario y especialista en El Quijote. Como novelista ha obtenido premios muy importantes en su país, como el Rojas, el Emecé y el Clarín. Entre sus libros editados, que suman una veintena, destacan “Miguel” (1990), “La virgen peronista” (2001), “Amores enanos” (2016) y “Wërra” (2020).
“Darwin o el origen de la vejez” (Alianza Editorial, 2022, 216 pág.) puede conseguirse actualmente en Mendoza en Ludditas (San Juan 1014, Ciudad; @ludditasmendoza en Instagram).